JACK BRUCE EN BILBAO

Pocas como ésta. Teatro pequeño, el encanto de la capital bilbaína y el histórico bajista, compositor y cantante de Cream casi en familia bajo el patrocinio de los del banco BBK, que sí apuestan por la cultura de verdad, y no el pintamoneo habitual de la oligarquía de la pasta que siempre muestra a los mismos, fuera del circuito rockero casi por sistema.

Me considero fan de este tipo y las dos veces que lo entrevisté reafirmé mi fe en un músico fuera de serie que cimentó la historia del rock inglés como pocos desde sus comienzos jazzísticos. Empecé en la Radio deslumbrado por su trío con Clapton y Baker, lo seguí en solitario y gracias a él y a la intervención de la entonces mujer de Javier Vargas fui uno de los privilegidos periodistas que estuvo en Mayo del 2005 en Londres viéndolos en el mismo lugar donde se habían despedido en el 69: El Royal Albert Hall.

Bruce ejerce de leyenda a lo B.B. King y otras glorias de color que le inspiraron y se rodea de músicos de segunda para abarcar todos los palos desde el jazz al soul, con mucho blues y para el final ración Cream. Siete músicos (tres metales, cuarteto y pianista) le abren el show con tres temas variados (incluyeron para mi decepción "Rollin' and Tumblin'") hasta que aparece en la cuarta tocando el piano para agarrar luego el bajo y dar clases magistrales. Sigue bien de voz, sin perder el timbre que llevamos clavado en nuestros oídos para siempre en temas tan emblemáticos como "Spoonful", que no faltó en el set list junto con "Sunshine Of Your Love", "Politician" y"White Room". Solos para todos y complicidad de currantes con un grande que a pesar de no conservarse como Jagger a los sesenta y ocho sigue dando la talla como para continuar demostrrando que esto del rock no iba a ser, como ellos mismos creian cuando empezaron, una moda pasajera.