HAREM SCAREM + AIRLESS: MELÓDICOS METÓDICOS

Sala Penélope, Madrid

Repleta de un variopinto público nos recibía la sala Penélope cuando llegábamos aún media hora antes de que diera comienzo la primera de las actuaciones de la noche.
Parece que nadie quería perderse el regreso del Mood Swings, el segundo de los canadienses Harem Scarem, que dos décadas después, han decidido reeditar como celebración de su reunión y que, como podíamos esperar, coparía la mayoría de su setlist.
Con bastante puntualidad, los autóctonos Airless subían sobre la tarima de la sala Penélope presentando su último trabajo, Changes, lanzado el pasado mes de febrero.
Estos chicos, a los que tuve el placer de ver anteriormente durante el Rockfest de 2011, ya me parecieron un lujo pero, en esta ocasión, superaron mis expectativas.
A unas –como de costumbre- tremendas guitarras desarrolladas por Robert Rodrigo, un maestro del shredding, los tappings y todo tipo de florituras que se nos puedan ocurrir, se une la voz de Iñaki Lazcano (que, para mi gusto, ha mejorado de una forma vertiginosa), el bajo de Miguel Manjon y la contundente pegada de Marínez de Musitu para deleitarnos con un Hard Aor exquisito.
Changes es la última joya que han presentado este mismo año, y del que extraerían la canción que abría su actuación, Gone too far. Rescue me y el medio tiempo I don’t care, con una preciosa introducción de teclado, eran las otras dos escogidas de este trabajo. Sin embargo, no quisieron olvidar Fight, de 2008, con su tema homónimo, Crying for your love, o la ya conocida Now or never, entre las que intercalaron una versión de Anytime Anywhere, de Gotthard.
Como ellos mismos dijeron, cuando se abre para un grupo grande, el tiempo que tienes suele ser poco, pero bajaron del escenario habiendo demostrado que son una de las bandas españolas que más darán qué hablar y dejando un buen sabor de boca que sólo podría mejorar con lo que precedería.

Escasos 30 minutos transcurrirían hasta que el plato fuerte de la noche hiciera su aparición en el escenario.
Unos muy en forma Harem Scarem abrían su actuación de la misma forma que Mood Swings, con el tema Saviors never cry, con el que ya sentaban las bases de lo que sería el resto de su concierto y encandilaron a todo el público haciéndole recordar la época dorada de la banda.
Los temas Dagger –posiblemente el más moderno que sonó aquella noche- y Hard to love, de su debut discográfico, desfilaron entre ajustes y regulaciones en los volúmenes de los instrumentos. Sin embargo, a partir de aquel punto, todo comenzó a ir hacia arriba, y más cuando sonó Sentimental Blvd, donde Darren Smith, el hombre encargado de poner el ritmo a esta gran reunión, tomaba el relevo de Harry Hess a la voz y lo hacía más que perfectamente.
Aún así, tengo que apuntar que la voz de Harry Hess brillaba especialmente bien aquella noche y lo demostró durante los baladones Honestly y Slowly Slipping Away, donde competía en talento con la siempre prodigiosa guitarra de Pete Lesperance.
Aún así, lo mejor estaba por llegar, pues tras unos momentos en acústico, donde se quedaron a solas Pete y Harry -los dos fundadores de Harem Scarem- y nos deleitaron con Jealousy, Darren y el bajista Stan Miczek regresaron a la tarima para ofrecernos lo mejor de su espectáculo, que vendría después de World Gone to Pieces y So blind.
Empty promises hacía su entrada en la sala con más fuerza que nunca, arrasando entre los oídos de los allí congregados y haciéndoles corear la letra con todas sus ganas. Sólo se hizo el silencio durante el espectacular solazo de Pete Harris, tras el que llegó la instrumental Mandy.
Had Enough era la encargada de poner el punto y a parte a una actuación prodigiosa por parte de todos los miembros de la banda, donde alternaron varios pasajes movidos para acabar con un apoteósico final tras el cual regresaron al backstage.
Pero de allí nadie se movió porque aún queríamos más y sabíamos que Harem Scarem no podían marchar sin que sonara No Justice, y así fue. Las luces volvieron a encenderse para dar paso al himno con mayúsculas de la banda, que reventó la sala por completo mientras Hess se desbravaba como aún no lo había hecho antes, poniendo el alma en cada frase.
De esta forma llegamos al final con Change Comes Around, durante la cual la banda se despidió definitivamente dejándonos sin palabras con una actuación de lujo, que sólo merece una nota: ¡de 10!

Texto y foto: Lucía S. Novella

SETLISTS

Airless
-Gone too far

-Fight

-Rescue me

-I don't care

-Crying for your love

-Anytime Anywere (Gotthard Cover)

-Now or never

Harem Scarem

-Saviors never cry

-Dagger

-Hard to love

-If there was a time

-Sentimental Blvd.

-Slowly slipping away

-Karma Cleansing

-Honestly

-Stranger than love

-Jealousy

-Just like I planned

-World gone to pieces

-So blind

-Empty promises

-Mandy

-Had enough
-----------

- No Justice

-Change comes around

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