ENSIFERUM: GLORIOSOS GUERREROS DEL NORTE

29 septiembre, 2012 8:27 pm Publicado por  1 Comentario

Llega el otoño, empieza a refrescar y, al igual que las aves migratorias ponen rumbo al sur, los grupos nórdicos hacen lo propio recalando por nuestras latitudes. Viene generosa esta segunda mitad del año en cuanto a giras de bandas foráneas por la península Ibérica y una de las citas más potentes tenía lugar con la venida de los finlandeses Ensiferum, que con su reciente ‘Unsung Heroes’, que ha cosechado opiniones para todos los gustos, bajo el brazo; volvía a visitarnos y a efectuar una enérgica descarga de folk metal beligerante y abrasivo. No venían solos, pues dos bandas finlandesas de auténtica excepción, como son Profane Omen y unos Amoral mucho más omnipresentes en su país que al otro lado del Báltico, completaron un cartel de lujo que una acaudalada asistencia en la Sala Caracol, un aforo sensiblemente inferior al de la Arena de la última vez que Ensiferum recaló como cabeza de cartel, disfrutó de lo lindo.

Para muchos eran la gran incógnita del line-up, pero pronto supieron despejar la ecuación a base de efectividad y talento unos entregados Profane Omen. Poco tardarán en hacerse con su música aquellos que vibraron con una contundencia plagada de criterio, pulida y perfectamente cimentada sobre canciones de pegada monumental en las que las guturales de Jules Näveri se mezclaban con voces limpias rasgadas con éxito rotundo. Con una garra y naturalidad visibles desde el primer instante, basta solo una escucha a temas como la descomunal “Wastehead”, que tiene un estribillo para enmarcar, “Left to Desintegrate” o “Disconnected” para inundarse de la categoría que tiene su particular Groove metal melódico con influencias del death melódico de corte moderno, abrillantado por ágiles guitarras y una base rítmica apisonadora, y amparado en esta ocasión por un sonido de diez. Son serios aspirantes a consolidarse a la altura de los grandes si siguen por este sendero musical y, sobre todo, con esa actitud tan efusiva ante un público al que instaron a exclamar “Perkele!” hasta la saciedad antes de “Bound to Strive” y que terminó encantado de la vida haciendo un buen mosh-pit al son de “Painbox”. Y eso que no era ni por asomo el máximo reclamo.

También se desenvolvieron estupendamente unos Amoral que dieron en todo momento una impresión de lo más ecléctica, combinando temas más brutales y extremos con otros, la mayoría, más edulcorados y próximos al power metal o al metal de corte moderno. Buena culpa de esta variación, extrapolada de la evolución de una discografía que comenzó desprendiendo technical death metal para proseguir por terrenos más livianos, la tiene el vocalista Ari Koivunen, que se incorporó a la banda procedente del concurso televisivo Suomen Idols, algo así como la versión finlandesa del American Idol estadounidense; certamen del que resultó vencedor cantando temas de Deep Purple o Whitesnake. Dieron una buena impresión y, lejos de la controversia suscitada entre algunos fans por su giro estilístico, la audiencia supo disfrutar de un buen concierto de metal 100% made in Finland.

Tras un cambio de backline en el que vimos a los músicos de las bandas teloneras afanándose en recoger sus pertenencias y portando sus instrumentos y demás material, batería incluida, entre el público, algo bastante engorroso y no demasiado correcto y cómodo para unos y otros, llegó el turno de los guerreros de Helsinki, que desenvainaron su gélida espada para avasallarnos con inusitado poderío. En esa metálica espada forjada con el acero de irresistibles melodías y épica ilimitada, confían ciegamente Ensiferum, algo que enseguida demostraron con el tema que abandera su más reciente obra, “In My Sword I Trust”. “Guardians Of Fate” y la vertiginosa “From Afar” terminaron por hacer hervir a la concurrencia y convertir la sala en una olla a presión en la que el tremendo calor era lo de menos a la hora de darlo todo, tanto los de encima del escenario como los de abajo. Derroche de carácter el de unos finlandeses totalmente asentados en un confortable peldaño de su carrera en el que ya se sienten avalados por una nutrida base de seguidores para creérselo y rendir como una banda de absoluto primer nivel.

Volvieron sobre el flamante ‘Unsung Heroes’ con “Burning Leaves”, que lo cierto es que gana muchos enteros en directo, y “Pohjola”, que un entregado Petri Lidroos dedicó a su tierra finlandesa. Comentaba Sami Hinkka en una entrevista reciente para esta casa, que en el nuevo álbum perseguían un sonido más orgánico, algo que ha revertido en opiniones de diversa índole. Para algunos ‘Unsung Heroes’ es un disco más flojo y con un puntito menos del vigor de anteriores entregas, para otros es un disco repleto de himnos a la altura de los Ensiferum de siempre. Cuestión de apreciaciones. El caso es que los temas que interpretaron de este álbum obtuvieron una respuesta significativa, especialmente la mencionada “In My Sword I Trust”.

Volviendo algo la vista atrás, arremetieron con “Heaten Trone”, de su penúltima obra y que había pasado algo más desapercibida en su actividad de directo hasta ahora, para seguir haciéndonos vibrar con las sensaciones “Blood Is The Price Of Glory”, inmensa y abrumadora, y “One More Magic Potion”, el tema más festivo y celebrado de la noche, que arrancó con un solo de bajo por parte de Sami a base de slap mientras Petri nos hacía repetir el título del tema. Fue tiempo, acto seguido, de hablar de héroes, ya sea en sueños con un “Hero In a Dream” que pasó sin pena ni gloria bastante a piñón fijo o en el anonimato con “Unsung Heroes”.

Ni que decir tiene que la desconcertante y despampanante versión deathmetalera del “Bamboleo” de Gypsy Kings, después cantada también por Julio Iglesias, que incluyeron como bonus track en su última obra, fue pedida hasta la saciedad por el público durante toda la gala. Ya mientras sonaba la intro, la gente en lugar de corear el nombre de la banda hizo lo propio con el título de este tema. Y seguía haciéndolo. Los gritos de “¡¡bamboleo, bamboleo!!” fueron finalmente respondidos por Petri, que nos dijo con gracia que esta vez no tocaba, pero que la siguiente nos iba a “bambolear el culo”, traducción más aproximada que encuentro a “next time we will bamboleo your ass”. Lo que sí llegaba era el momento referido por el propio frontman como “tatarará”, que es lo que todo el mundo corea en la irresistible melodía de “Iron”, que nunca puede faltar en un show de Ensiferum. Fue la última antes de que se retiraran para volver con un inspirado Sami soleando al bajo e insinuándonos de broma, junto al batería, el comienzo de “Bamboleo”. Las que sí tocaron, para deleite del personal, fueron “Twilight Tavern”, “Lai, Lai, Hei” y “Battle Song”, tres composiciones de lo más célebre e ilustrativo de su discografía para cerrar un nuevo conciertazo en el que no defraudaron a nadie. ¿Alguna vez lo han hecho?

Texto y fotos: Jason Cenador

Mariano Muniesa
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