Crónica de Steven Wilson: Más allá del progresivo
21 septiembre, 2015 9:53 am 1 ComentarioLa Riviera, Madrid
Steven Wilson en una de las paradas de su gira mundial
Steven Wilson se ha convertido en uno de los grandes referentes del rock progresivo actual, aunque él nunca ha sido partidario de etiquetar su música. Siempre ha querido alejarse con sus propuestas musicales de cualquier encasillamiento que pueda predisponer un determinado público. Había grandes expectativas para volver a ver a este prolífico músico británico después de su imborrable actuación hace dos años en el incomparable marco del Hotel Auditorium. Un show que quedará en la retina de todos nosotros como una de las cumbres de Steven Wilson en directo.
En esta ocasión, La Riviera no iba a gozar de la misma acústica del citado recinto. Wilson, para cuidar su sonido, decidió traer su propio equipo de sonido y parte de luces. Con esto consiguió, salvo en los primeros compases, una sonoridad más que notable. Por otro lado, aunque no se agotó el aforo, la entrada fue considerable. Y eso que teníamos delante dos grandes handicaps: los 40 € de su precio y el hecho de que el show se celebrara en una tarde lluviosa de un miércoles laborable. El público acudió con tiempo suficiente para no perderse nada y tener una buena visión del mismo, como vimos en la larga cola que había para acceder al recinto.
A las 20:20 horas, y sin apagarse las luces, empezó una larga intro de unos diez minutos. Esa se trataba de un edificio donde las luces de las habitaciones se apagaban y encendían hasta dar paso al primero de los temas de su último disco 'Hand. Cannot. Erase'. "First Regret" comenzó para entrelazarse con el siguiente "3 Years Older" en una perfecta ejecución. Este cuarto disco en solitario está basado en la vida real y los pensamientos de Joyce Carol Vincent, quien falleció en su piso londinense sin que nadie notificara su muerte hasta pasados tres años.
Además de haber sido afortunado con el tema de la acreditación para nuestro medio, ya que fueron muy selectivos los promotores en este aspecto, hay que reseñar que no se permitió el pase al foso a ningún fotógrafo. Fue muy llamativa la labor del personal de seguridad, dedicándose a vigilar e impedir realizar cualquier tipo de foto de recuerdo por exigencias del propio Wilson.
Este show se presentaba con cambios en la formación. Aunque el guitarrista Dave Kilminster, que acompañó a Roger Waters en la gira de "The Wall", y el batería Craig Blundell son unos magníficos músicos, echamos de menos a los superlativos Guthrie Govan y Marco Minneman. El resto de la banda la completaban el bajista Nick Beggs, con un gran trabajo en los coros y el teclista Adam Holzman.
En esta primera parte se interpretó de forma casi íntegra, salvo el tema "Transience", su nuevo disco. Entre estas canciones, cortes de obras anteriores como "Index" de su disco 'Grace For Drowning', con ese chasquido de dedos inicial; la majestuosa "Lazarus", primera canción de Porcupine Tree; y la intensa "Harmony Korine" que abre su opera prima 'Insurgentes' y que fue muy ovacionada. El magnífico "Routine" vino precedida por la confesión por parte de Wilson de que era uno de sus temas preferidos.
Momentos intimistas como el teclado que hacía de nexo entre "Home Invasion" (tema muy afín al sonido Dream Theater) y "Regret #9", se alternaban con otros más enérgicos y complejos como los de "Ancestral"; o nostálgicos como "Happy Returns" y "Ascendant Here On...", con el que finalizaban este primer acto. Un pequeño paréntesis de cinco minutos y la banda reapareció tras un telón casi transparente el que se proyectaban imágenes de este álbum conceptual, dejando a los músicos al otro lado con apariencia fantasmal, como ya hiciera en la anterior gira.
Reiniciaron el show con un tema de casi doce minutos como "Watchmaker", de 'The Raven That Refused To Sing (And Other Stories)'; y otro corte extenso de Porcupine Tree como "Sleep Together" del álbum 'Fear Of A Blank Planet', para retirarse de nuevo. A los gritos de Wilson, Wilson, Wilson, los músicos reaparecieron por tercera vez para regalarnos dos caramelos porcupianos: el imprescindible "The Sound Of Muzak" de 'In Absentia' y "Open Car", de 'Deadwing', que fue bautizada por Wilson como "Gay Metal".
Clausuraron la noche con tema que da título a su obra anterior "The Raven That Refused To Sing", proyectando esas fantásticas animaciones de Jess Cope. Animaciones que reforzaban la musicalidad de la canción y que el público supo agradecer, despidiéndoles con una gran ovación. Los más puristas dirán que Wilson no se despega de las referencias a Genesis, King Crimson, Rush o Pink Floyd que enmarcan su obra, exigiéndole que avance y que arriesgue un poco más. Pese a ello, a nosotros nos sigue seduciendo y conquistando con su presencia y música en vivo.
No me gustaría despedir esta crónica sin comentar la cercanía de un Steven Wilson que salió descalzo, con pantalón y camiseta negra como acostumbra, y que se mostró muy comunicativo y bromista durante parte de la noche, contando algunas anécdotas entre canción y canción. Por ejemplo, le resultó curioso que antes del concierto le hubieran hecho cuatro entrevistas y que fueran de medios que contenían la palabra metal.
Un magnífico concierto de casi dos horas y cuarto con músicos muy capacitados, aunque como citábamos al inicio, un peldaño por debajo de su anterior visita. Al final, la música de este autor gana muchos enteros cuando el recinto es más apropiado para disfrutar de su universo sonoro.
Set list: First Regret / 3 Years Older / Hand Cannot Erase / Perfect Life / Routine / Index / Home Invasion / Regret #9 / Lazarus / Harmony Korine / Ancestral / Happy Returns / Ascendent Here On. Bis I: The Watchmaker / Sleep Together. Bis 2: Sound of Muzac / Open Car / The Raven That Refused To Sing.
Texto: José Luis Martín
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1 comentario
Quizás fuera bastante cara la entrada pero la verdad que mereció la pena ver a este genio como es STEVEN WILSON más allá de su banda madre con su material en solitario junto algunos temas de los PORCUPINE que siempre vienen de perlas.Si éste músico distante aquella noche estuvo en la capital bastante comunicativo y se tiro en escena dos horas y cuarto y con esos temas mereció gastarse los 40 pavos en verle junto a su banda compuesta por geniales músicos igualmente!!!