Crónica de Sherpa + Motores: La experiencia es un grado

19 enero, 2016 10:40 am Publicado por  1 Comentario

Sala Cats, Madrid.

MotoresDespués del aplazamiento de este concierto que tenía fecha el pasado mes de octubre, por fin podíamos ver de nuevo en la capital al 50% de los míticos Barón Rojo. José Luis Campuzano "Sherpa" y Hermes Calabria protagonizaron la noche acompañados de otra legendaria formación, los vigueses Motores.

A las ocho y media salían a la sala Cats estos infatigables gallegos, que pasan por una segunda juventud. Hace casi tres años volvieron a la plena actualidad con su último disco 'Caníbal de lo ajeno' y, posteriormente, con el DVD 'En Vigo y en directo'. Repetían la misma formación de su anterior visita, con los hermanos del Rio a la cabeza. Llevando la voz cantante, un entusiasta y animado Carlos, que nos introducía y presentaba cada tema mientras nos daba pinceladas de sus contenidos.

En la primera parte del recital nos mostraron temas que les acompañan desde hace tiempo, como la inicial "Rendición", "Cartas marcadas", "Carne para gusanos", "Mala hierba" o la magnífica "Noche de lobos", tema que pertenecía al disco homónimo que será reeditado en breve en vinilo. Los temas nuevos como "El bicho", dedicado a un político de barba cana; "Caníbal de lo ajeno" o "Barcos naufragados", no se hicieron de rogar durante los primeros instantes. La versión del famoso corte de Manolo Tena, "Frío", más endurecida y acelerada, fue muy bien recibida por los presentes, que sabían lo que les esperaba cuando saliera a la calle al finalizar el concierto.

En "Carroñero", que comenzaron en acústico para seguir luego en eléctrico, aprovecharon para saludar a Manolo Arias, antiguo militante de la banda que estaba presente en la sala. Motores tienen una trayectoria y un cancionero muy consolidado, donde no faltaron "Algún día", con reminiscencias a sus paisanos Siniestro Total; "Camino al porrón", bonito recuerdo al bar que cerraron en Pontevedra; y su emblemático y prehistórico "Si quieres un amigo, cómprate un perro".

Cumplidos ya los veinticinco años de la banda, Motores han pasado la ITV con solvencia y grandes prestaciones. Como nos dijeron, van a hacer mucho ruido a partir de ahora, con nuevos lanzamientos y más carretera y manta.

Sherpa-directoLlegaba el turno de Sherpa, acompañado de su inseparable batería Hermes Calabria (el otro Barón) y de dos jóvenes guitarristas como son Marcelo Calabria (hijo del anterior) y Sergio Rivas. Se complementaron a la perfección, ya que los más jovenes aportarían la energía, mientras que los primeros harían lo propio con la veteranía y experiencia.

Uno de los mejores letristas de este país (con la inestimable ayuda de su querida Carolina Cortés), nos deleitó con un repertorio lleno de grandes himnos, pero sin descuidar sus nuevas composiciones; suerte que sus inquietudes y su caudal creativo sigue brotando de su inagotable manantial mental. Los acordes de "Son como hormigas", tema reivindicativo y de lamentable actualidad a día de hoy, nos preparaba para otro vuelo del Barón. No estaban al completo, pero si con su voz principal.

Sherpa defendió su carrera en solitario con solvencia, con canciones que no desentonarían en el repertorio de los Barones, tanto por su calidad como por sus estribillos coreables. Sonaron cortes como "Guerrero en el desierto", "Tienes un amigo" o "Al centro del corazón", todos ellos con unos falsetes de Sherpa que nos recordaban a Justin Hawkins y sus The Darkness, a quienes habíamos visto el día anterior.

Sus grandes clásicos como "Concierto para ellos",  la emotiva balada "Siempre estás allí", "Campos de concentración" o "Tierra de Nadie", se alternaban con su temas en solitario: "En una sepultura", "Mentalibán", con su referencia a la "pajilla" en el ojo ajeno; "Tu revolución", abogando por la de cada uno a nivel individual y comentando que es la letra más seria que ha escrito; "Se está haciendo tarde" y "Ajedrez mortal". Es cierto que algunos temas se han adaptado a las posibilidades vocales de Sherpa, pero no han perdido ni un ápice de fuerza.

La banda suena francamente bien: desde el magistral Hermes dominando las baquetas, hasta Sergio y Marcelo, quienes insuflan savia nueva a la formación y complementan a la perfección a estos ilustres "dinosaurios", como así se definía el propio Sherpa.

Como fin de fiesta nos tenían preparados para los bises algo así como la Santísima Trinidad de Barón Rojo: la balada por excelencia "Hijos de Caín"; el tema más rotundo y reconocible de la formación, "Resistiré"; y su gran himno reivindicativo: "Los rockeros van al infierno".

Así finalizaba un show de casi dos horas de actuación, con un Sherpa que se mostró en buen estado de forma, tan divertido, cachondo y jocoso como de costumbre. Un público incondicional, entregado a los coros desde el inicio, dio más vida si cabe tanto a estos himnos generacionales, como a las verdades como soles que soltaba el legendario vocalista. ¡Larga vida al Barón!

Texto: José Luis Martín

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