Saurom sigue imparable presentando su último trabajo, ‘El Principito’. El sábado tocaban en su tierra, en un recinto amplio al aire libre que cuenta con piscina: Bahía Sound, ciclo en el que cada año tocan una gran cantidad de artistas durante todo el verano, e incluso hacen fiestas hasta la madrugada. Durante los días previos al concierto, numerosos posts fueron apareciendo en las redes sociales del grupo, compartiendo información sobre el evento y haciéndonos ver que ese concierto sería también especial dentro de esta gira. El día de antes anunciaron que el concierto sería filmado en vídeo.
Eran las diez de la noche cuando en el escenario apareció una inmensa pelota roja, representando el asteroide donde vive El Principito. Minutos más tarde, los personajes más relevantes del cuento aparecían en escena: el Zorro, la Rosa y el propio Principito, haciendo una pequeña escenificación mientras sonaba la intro.
Como suele ser habitual en los conciertos de Saurom, la banda una vez más combinó la música con la puesta en escena de algunos temas, contando con Apatazanca. También contaron con el coro de voces blancas (niños) y con el coro de adultos, El Batallón de Mordor. Como ya ocurriera en el concierto de Madrid, volvieron a contar con Gazel para el espectáculo de fuego y pirotecnia, creando una atmósfera visualmente atractiva y cálida para la noche.
El concierto se dividió en seis bloques. Durante todo el bloque I estuvo presente en el escenario el Coro El Batallón de Mordor. “El mordisco de la serpiente” fue el inicio. Elisabeth Amoedo, con su espectacular vestido rojo, salía a escena para demostrar una vez más su rango vocal, moviéndose entre guturales y melódicos. Después, siguieron con “El Principito”: durante estos dos primeros temas, también disfrutamos del coro de niños sobre el escenario. De nuevo, la profecía de “Nostradamus” fue interpretada con intensidad. La canción destacó con la presencia de Ramón Lage, Isra Ramos y Elizabeth, que acompañaron a Saurom y al coro sobre el escenario. Cada uno aportó su propio registro vocal, enriqueciendo el tema y envolviendo al público en un ambiente solemne y épico completado con llamaradas de fuego que emergían al ritmo de la música, convirtiendo esta interpretación en uno de los momentos más impactantes de la noche.
En el bloque II disfrutamos de temas como “Baobabs” o “La leyenda de Gambrinus” con Isra Ramos. La siguiente, “La batalla de los cueros de vino”, inspirada en el Quijote, aterrizó su carácter narrativo y épico, haciendo viajar a los presentes a la Mancha cervantina. Recordando la locura y la grandeza del caballero inmortalizado por Cervantes, contaron con el guitarrista Jesús.
Después, en “No seré yo”, con Isra Ramos y Ramón Lage, la participación del grupo teatral Apatazanca volvió a marcar la diferencia. Después, con su escenificación en “Músico de la calle” y “El hada y la luna”, lograron que las canciones cobraran vida más allá de la música.
En los bloques III y IV llegaron los momentos más emotivos de la noche. “Mejor sin ti” nos recordó la importancia de valorarnos y luchar por uno mismo a modo también de crítica social: “Tienes mucho por vivir, pega un salto del sillón, tu barco está esperando, solo dale una ocasión”. “Reina de mis sueños” volvió a contar con Elisabeth y después sonó “3, 2, 1… ¡La Tierra!”. Narci se detuvo para hablar del milagro que es un nacimiento, dedicando la canción a sus ahijados, que se encontraban entre el público. Las emotivas “Soñando Contigo” y “Cuando nadie nos ve” cerraron el bloque III.
En “El pájaro fantasma”, Elisabeth y el coro El Batallón de Mordor dieron al tema un aire poderoso. “El Farolero” tiene una de esas letras que calan, y con la que en algún momento te has sentido identificado: esos momentos cuando alguien te juzga sin saber las batallas que has librado para llegar a dónde estás, y ese deseo de querer mejorar siempre. Narci compartió con los allí presentes que escribió el tema en un momento muy duro por el que pasó su familia y lo dedicó también. Combinando nostalgia y esperanza llegó “Todo en mi vida”, en donde un ambiente íntimo creó una complicidad especial entre el cantante, el grupo y sus fans.
El bloque V arrancó con “Mil estrellas”, uno de los temas que más han gustado de su último trabajo, y que bien podría ser una especie de resumen de El Principito: el viaje del protagonista por distintos mundos, el aviador, la amistad con el zorro, el Rey sin poderes… No faltaron tampoco su versión de “La Llorona”, que han sabido llevarla e interpretarla dotándola del sello tan característico de los de San Fernando. Otro de los temas que gusta mucho en directo es “Lazarillo de Tormes”: solo ellos son capaces de poner a cantar a cientos y miles de personas clásicos de la literatura, aquí contando de nuevo con Isra Ramos. “La Musa y El Espíritu” es de los que también todo fan de Saurom se sabe y espera en sus conciertos.
El concierto llegaba a su fin, pero aún quedaban muchas sorpresas. De nuevo, El Batallón de Mordor se colocaba en el escenario, y con “El Carnaval del Diablo” junto a Apatazanca una vez más comenzaba la fiesta final: “El Rey que no sabía mandar” y uno de los momentos más esperados, “El círculo del juglar”, donde todos los músicos invitados volvieron al escenario.
Abandonaron el escenario unos segundos, apagando las luces, mientras colocaban un dragón animatrónico que los acompañaría durante todos los bises. “Fuego” terminó de subir la temperatura. Aquí las llamaradas que emanaban del escenario se hicieron más intensas, acordes a la canción. “Noche de Halloween” y “La taberna”, en donde de nuevo todos los invitados salieron al escenario, fueron el broche final a un concierto de tres horas.
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Un comentario
Cojonudo resumen hacia el gran concierto que se curraron los gaditanos SAUROM presentando su nuevo álbum junto a sus temas más conocidos en tan conocido recinto ante sus paisanos.