Crónicas

La Comanche en Madrid: Lijando moldes

«Esta es la crónica del preludio de un año clave para una banda de rock urbano que ha puesto toda la carne en el asador para abrirse un importante hueco en el panorama»

El Pez Gato, Madrid

Texto y fotos: Marta G. Paniego

La Comanche, capitaneado por Quique Palacios (SR. Desguace, Muerte dulce), ofreció hace varias semanas un magnifico concierto acústico en la capital para presentar su nuevo trabajo, ‘Eviterna’, como antesala a una prometedora gira que los mantendrá activos durante todo 2023. Esta es la crónica del preludio de un año clave para una banda de rock urbano que ha puesto toda la carne en el asador para abrirse un importante hueco en un panorama en el que se desenvuelven como peces en el agua.

Tuve la suerte de hablar con Quique antes de que empezara el acústico. Me comentó que era la primera vez que iban a tocar en acústico de esta manera tan cercana al público y que la idea les había surgido de la presentación del disco para los medios. También hablamos de lo importante que es para las bandas ir ampliando el aforo según vaya calando el proyecto y captando público.

“Somos La Comanche y somos de otro planeta, hemos aparcado el OVNI en segunda fila y vamos a cantar rapidito por si molesta”. Así de divertidos tomaban posiciones en el escenario, además de presentarse como “La Comache Music”, para un grupo de Universitarios en el que se encontraban unos chavales de Erasmus.

Con poesía a ritmo de rock, letras de conciencia, nos hicieron disfrutar de temas de su anterior EP como “Vagabundo” o “Quisiera”, buscando el conectar con el respetable. Bromearon con que habían presentado el disco en el Wizink Center, pero que, dado el frío que hacía y buscando el estar más calentitos, se habían decantado por un sitio más acogedor como El Pez Gato. Tras tocar tres temas, volvieron a hacer gala de su sentido del humor, esta vez con que era el final del concierto y que por tres canciones iban a cobrar tres mil pavos, pero ahí no acabaron las bromas. Quique presentó “Mentira amarga” dictándonos el enlace del videoclip que se encuentra en YouTube y del que os recomiendo que le echéis un vistazo.

Cuando llegó el turno de “Amor de clausura”, se había creado una atmosfera muy cercana entre grupo y respetable. Aprovechándose de ello, el cantante lo animó a cantar el estribillo de “Crece la estampida”. Me gustó especialmente “Lijando moldes”; me pasé varios días después escuchándola sin parar.

El acústico llegaba a su fin, pero no sin antes hablar del suicidio, concretamente del suicidio joven y de lo difícil que era abordar este tema sin caer en la frivolidad. Así nos presentaron “Un paso y fin”, para después cerrar con “La tierra está en coma”. Sin duda un final de concierto para concienciarnos.

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Esta entrada fue escrita por Marta G. Paniego

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