Crónicas
Iron Maiden + The Raven Age: De la luz a la oscuridad
«Nada pudo empañar un concierto para fans y menos fans, en el que se demostró, una vez más, que Iron Maiden no tienen absolutamente ningún "año desperdiciado" en su trayectoria»
20 julio 2023
Estadio Enrique Roca, Murcia
Texto: Andrés Brotons. Fotos: José Luis Montón
Impresionante descarga de Iron Maiden ayer, 20 de julio, en Murcia, con una banda que siempre ha sido muy querida en tierras murcianas, pues a lo largo de su historia han sido ya varias veces las que han pasado por estos lares. La primera vez fue en el “X Factor Tour”, con Blaze Bailey como vocalista y Helloween de teloneros, en Los Alcázares, en 1996; más tarde regresaron al mismo lugar con Bruce Dickinson a principios del milenio con su disco de regreso, 'Brave New World'; y la última hasta la fecha había sido en el Lorca Rock 2005, en una gira conmemorativa de los cuatro primeros álbumes, donde estuvimos todos en una olla a presión (algo que muchos volvieron a sufrir anoche).
Así, el concepto de esta nueva gira, “The Future Past Tour”, podía ser emocionante y emotivo para los fans de toda la vida y, quizás, algo decepcionante para los seguidores ocasionales que esperaban sólo un “Greatest Hits”, algo que no se cumpliría en esta ocasión. Pero, por lo que pude contrastar, hasta aquellos que no los habían visto nunca salieron más que satisfechos de este concierto en el que el presente y el pasado se entremezclaron con un repertorio atípico, donde hubo dos álbumes que marcaban el grosor del show: el mítico sexto disco, ‘Somewhere In Time’, de 1986; del que sonaron cinco temas, y su decimoséptima y última doble obra hasta la fecha, ‘Senjutsu’, del que desgranaron también cinco piezas.
Antes de Iron Maiden, llegarían los teloneros, los jovencísimos The Raven Age. Grupo británico que algunos tildaban de enchufados en la gira, pues uno de sus guitarristas, George Harris, es hijo del bajista Steve Harris. Sin dejarse condicionar por eso, lo cierto es que la banda tuvo una buena aceptación y contaron con una gran cantidad de público viéndolos, disfrutando de su corta pero intensa descarga, pues poco a poco la afluencia de gente en el estadio era más y más intensa.
Vinieron a presentarnos su reciente nuevo álbum, ‘Blood Omen’, basando su descarga principalmente en este plástico y tocando la mayoría de los temas que lo integran. De este modo, tras la intro “Changing Of The Road”, la banda completada con el recién incorporado guitarrista Tommy Gentry, el bajista Matt Coxx, el batería Jai Patel y el ecléctico vocalista Matt James (que mezclaba con tino tonos melódicos y guturales) descargó con fuerza y rabia canciones como “Parasite”, “Nostradamus” y “Forgive & Forget”.
Su propuesta es mucho más moderna y alternativa que la de la banda por la que han sido invitados, pero, no obstante, tienen la suficiente energía como para no dejar indiferente a nadie.
Tras la más melodiosa “Tears of Stone”, llega el recuerdo a su segundo disco, ‘Conspiracy’, con el single “Seventh Heaven”. No faltó tampoco el guiño a su primer álbum con “Angel In Disgrace”, de ‘Darkness Will Rise’, finalizando su concierto con el triplete formado por “Grave Of The Fireflies”, “Serpents Tongue” y “Fleur de Lis”.
El quinteto se despidió haciéndose un selfie final, y es que estos dulces momentos que están viviendo gracias a telonear a uno de los grandes (algo que ya hicieron hace años, en la presentación del anterior disco de Maiden), seguro que quedan inmortalizados en sus retinas para siempre.
Llegaba el turno de Iron Maiden, que con puntualidad británica, un poco antes de las nueve de la noche ya tenían sonando el tema bandera de UFO, “Doctor Doctor”, que predice desde hace décadas que el concierto va a comenzar.
Coreadísimo desde el público, era impresionante ver desde las gradas a las 25.000 personas cantando al unísono la mítica canción, al tiempo que la audiencia calentaba también la voz para lo que se venía encima. Acaba este tema enlatado y suena otra intro, esta vez la de los créditos finales de la clásica película de Ridley Scott protagonizada por Harrison Ford, “Blade Runner”, melodía que además en nuestro país se popularizó en TVE desde los años 80 como sintonía del mítico programa “En portada”; una jugada nostálgica acertada, pues ya a muchos nos rememoró esa época de niños.
Acto seguido, empieza a sonar la intro de “Somewhere In Time” y la audiencia recibe al combo con un griterío atronador. Bruce Dickinson, ataviado con gafas de sol negras, pelo largo recogido y una larga chaqueta nos vuelve a demostrar que los años no pasan por él. ¡Menudo vozarrón y menuda energía sigue teniendo a sus casi 65 castañas! ¡Ya la quisieran muchos!
No hay que olvidar que es un regalo escuchar este tema que difícilmente podremos volver a oír en los tours que le quedan a la banda, pues no se interpretaba en vivo desde 1987. Lo mismo ocurre con la siguiente, la melódica “Stranger in Strange Land”, otro corte mítico que hacía más de veintitrés años que no sonaba en los escenarios y que nos supo a gloria, mientras un primer Eddie toma de forma algo breve el escenario.
Había escuchado que el batería NickoMcBrain no estaba a muy buen nivel en este tour, pero, en mi modesta opinión, no deslució para nada el concierto, pues llevó con dignidad sus redobles tanto en los clásicos como en las canciones de nueva hornada.
El bajista y líder, Steve Harris, a quien pudimos ver el día anterior con British Lion, estuvo como siempre a un nivel maestro, marcando con sus potentes líneas de bajo cada uno de los himnos que iban sonando. Respecto al trío guitarrístico de hachas, ¿qué podemos decir que no se haya dicho ya? Que entre los tres forman un puzle perfecto tocando con garra, fuerza y melodía. Además, la simpatía de Dave Murray sigue latente, el cachondo Janick Gers continúa girando cada dos por tres su guitarra constantemente como si fuera un hula hoop, mientras que Adrian Smith sigue siendo mi favorito de los tres con sus míticas armonías.
Dickinson nos comenta que hace tres años le parecía imposible estar aquí de nuevo por todo lo que sucedió, al tiempo que suena “The Writing On The Wall”, single que ya se ha convertido en un clásico más desde el mismo día en el que se editó: menudo temazo y como sonó en directo. Lo mismo podemos decir de otros dos nuevos cortes estrenados en este tour: el magnífico y más corto y contundente “Days Of Future Past” y la más épica “The Time Machine”.
Llega otra esperada sorpresa de la noche y único recuerdo a su fabuloso tercer álbum, ‘The Number Of The Beast', con la legendaria “The Prisoner”, aunque esta fue rescatada también en su tour del 2014. El tema, basado en una mítica serie británica del mismo nombre de finales de los 60, comenzó además con el mítico diálogo pregrabado extraído de la misma: “We want information, information…” que desató la locura ante la que se vino encima, con toda la audiencia coreando su estribillo.
Llegaba la extensísima y también estrenada dentro esta gira “Death of the Celts”, con sus más de diez minutos y cambios de tiempo, otra novedad que ha sido aplaudida en este “The Future Past Tour”. Era el turno de dos clasicazos como fueron los coreadísimos singles “Can I Play With Madness?”, introduciéndola Dickinson como una canción de una persona que tiene que luchar contra sus temores y superarlos; y el hímnico “Heaven Can Wait” del ’86, donde otro futurista y enorme Eddie se bate a disparos con el veterano vocalista.
Es un pasote ver cómo una gema que ha estado en el cajón durante tanto tiempo sin ser interpretada en vivo, ni siquiera en la etapa en la que se concibió, “Alexander The Great”, pueda generar el entusiasmo que tuvo, sonando de maravilla, y es que se nota que este clásico maldito estaba deseando ser devorado por los maideniacos.
Llegaba la infaltable “Fear of the Dark”, y un mar de luces de los teléfonos móviles (o celulares, como dicen por Latinoamérica inunda el estadio. Es el tema del que todo mundo quiere tener un cachito, y eso que cuando el álbum de título homónimo fue editado en 1992 las críticas de algunos fueron poco generosas… Pues ahí lo tenemos, treinta años después, siendo uno de los bastiones en vivo de la banda, mientras Dickinson nos dice otra vez más el “You…!” para que lo sigamos al unísono en su famoso estribillo.
El único recuerdo a su primerísima etapa con Paul Di’Anno (al que tendremos dentro de poco en el Leyendas del Rock), fue el corte que dio nombre a la banda, incluido en su ópera prima, “Iron Maiden”, gritándonos Dickinson con rabia su lema adaptado a esta ciudad: “Scream for me, Murcia!”, con ese Eddie con el que Janick Gers siempre juega y pasa por debajo tal y como ha quedado reflejado en numerosos vídeos de conciertos.
Este himno homónimo cerraría falsamente el concierto con los componentes despidiéndose, al tiempo que Nicko lanzaba entonces sus baquetas al público. Pero todos sabíamos que era imposible que nos dejaran con la miel en los labios, pues aún faltaban los bises.
Espectaculares efectos de llamaradas (que hacen que el acalorado público cercano al foso lo pase algo mal), que ya habían aparecido en el presuntamente último tema, introducen e ilustran entonces la composición más larga de la noche, “Hell on Earth”; una apuesta muy arriesgada para ser bis de la que, sin embargo, la banda salió airosa. Y es que su apuesta visual también fue importante en esta aceptación, así como la de su frontman, que como Moisés, consiguió en el principio y final de esta canción que un mar de público le siguieran al unísono de un lado a otro al compás de sus brazos levantados.
La euforia se desata cuando por fin, en la pantalla central, en la que han ilustrado con videos, animaciones e ilustraciones cada tema del concierto, aparece el mítico Eddie portando la bandera para “The Trooper”, quizás su himno más infaltable en vivo, coreado a pleno pulmón por las 25.000 personas del Estadio Enrique Roca.
El cierre definitivo es para la no menos mítica “Wasted Years”, otro emblema de La Doncella grabado a fuego en la memoria colectiva de cada fan veterano y más joven (era un orgullo ver que al lado tenía un grupo de chavalines disfrutando y bailando cada tema del concierto), y con la que Iron Maiden se despediría con una gran suerte.
Y digo suerte porque, nada más acabarlo, fallarían los focos principales quedándose el escenario completamente a oscuras, y despidiéndose la banda con una linterna mientras Dickinson jugueteaba con la misma al tiempo que nos decía “¡fear of the dark!”, bromeando con que llevásemos cuidado al regresar y que no nos tropezáramos…
Un final un tanto surrealista, que confundió al público al pensar que habría algún bis más al no encenderse las luces al instante, además de que tardó varios minutos en arrancar por los altavoces esa divertida y habitual outro final con la música de “Always Look on the Bright Side of Life” de los Monty Python, de la película “La vida de Bryan”.
Pero ni siquiera ese nimio detalle, en el que parte del público bromeaba diciendo que el Real Murcia C.F. no había pagado la factura de la luz, pudo empañar un concierto para fans y menos fans, en el que se demostró, una vez más, que Iron Maiden no tienen absolutamente ningún "año desperdiciado" en su trayectoria.
Hasta la próxima, y Up The Irons!
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3 comentarios
Estuvimos allí! Brutal! Lo de Bruce es de otro mundo. Más seguro y elegante que nunca. La banda muy compacta y el ambiente de 10! Lo de esta gente no es normal despues de 40 años!
Ha sido un puto placer haberme leído este extenso resumen hacia el gran concierto que se marcaron los históricos IRON MAIDEN en la capital murciana presentando su último álbum que junto a sus clásicos de siempre y algún que otro tema que llevaban varios años sin tocar caso de uno de mis favoritos como es The Prisioner lo bordaron. Digna actuación la de los teloneros THE RAVEN AGE sin duda.
En la grada las primeras canciones sonaron un tanto distorsionadas, fue mejorando con el paso de los temas. Es de agradecer que después de haber pasado casi 20 años desde la última vez que los escuché siguen en forma.