Crónicas

Dirkschneider + Raven: Nunca defrauda

«Aceptamos Dirkschneider como "revival" perfecto e inmejorable de Accept»

Sala La Riviera, Madrid.

Texto: David Esteban. Fotos (BCN): Pablo Gándara

Mientras que Wolf Hoffmann y Peter Baltes hacen lo propio bajo el nombre original de la banda, el bueno de Udo Dirkschneider, desde hace ya un par de años, está revitalizando los temas que, junto a los nombrados anteriormente, le llevaron a la fama y al éxito internacional. Tras la sentencia de que jamás volvería a tocar temas de Accept, ni corto ni perezoso, el pequeño vocalista alemán se ha embarcado en la segunda parte de su anterior y exitoso tour titulado esta vez "Back to the Roots Tour pt. II". Si en la primavera de 2016 la banda de Udo nos sorprendió con un atroz e inconmensurable setlist basado en todos y cada uno de los hits de la banda, en esta ocasión el elenco se centró en la época postrera, es decir, entre 1989 y 1996. Menos brillante y conocida, no exenta de grandes piezas.

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Raven

Con una sala vacía (no recuerdo haber visto La Riviera tan escasa de público) comenzaban nada más y nada menos que Raven, invitados de lujo y auténticos clásicos atemporales de la célebre NWOBHM. Lástima que gran parte del respetable se perdiera el inicio del show de los británicos, pues desde la primera nota desprendieron una energía, una intensidad y una entrega al alcance de pocos. Pese al paso de los años, los hermanos Gallagher no pararon de moverse por lo largo y ancho del escenario arrasando a la audiencia con su heavy metal clásico de corte anglosajón, desprendiendo simpatía, buen hacer y un auténtico sonidazo. Temas de su último trabajo ‘ExtermiNation’ (recomendadísimo, por cierto) e, intercalando, clásicos imperecederos como "Rock Until You Drop", "Hell Patrol", "Faster than the Speed of Light" y algún que otro extracto extraído del "Rock Bottom" de UFO y posterior guiño al "Sympton of the Universe" de Black Sabbath. Raven convirtieron su escasa hora de show en una inmejorable experiencia de heavy metal clásico, rebosante de calidad y entretenimiento por doquier. Imposible perdérselos en su próxima visita.

Poco tiempo de espera y una sala a medio gas daba la bienvenida al bueno de Udo Dirkschneider, enfundado en sus habituales ropas militares y rodeado por una producción proporcionalmente superior al precio de la entrada, lo cual es de agradecer. El primer tema de la noche, "The Beast Inside", dejó a la audiencia algo fría al esperar ésta un clásico más rompedor y no un tema algo anodino perteneciente al álbum ‘Death Row’ de 1994. Ciertamente no era buena época para el heavy metal. "Aiming High" levantó los ánimos del personal gracias a lo pegadizo de su estribillo seguido de "Bulletproof" y "Slaves to Metal". Con la contundencia de "Another Second to Be" la cosa se fue animando, quizás más concretamente por la entrega de los músicos sobre el escenario y la producción del mismo que por el propio setlist. Puede que el listado de canciones, de inicio, no fuera el esperado por la mayoría del respetable, no obstante, creo personalmente que es de valorar el atrevimiento y el arrojo de un Udo que, con esta confección de títulos a interpretar, deja patente su entrega de todas y cada una de sus etapas pasadas. Por otro lado, tampoco tendría mucho sentido el haber llevado a cabo un calco de la anterior gira del mismo nombre que pasó por nuestro país hace poco más de año.

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(Udo) Dirkschneider

"Fight It Back", del exitoso ‘Balls to the Wall’, elevó el nivel de excitación general, si bien es cierto que no llega a ser un tema de la talla de sus grandes hits. Una mirada más al pasado y "Can't Stand the Night", de su lejano ‘Breaker’ de 1981, nos demostró, una vez más, la capacidad que tiene la voz de Udo para transmitir y emocionar. Aprovecho para indicar el buen estado vocal del alemán pese a que, durante todo el concierto, la voz estuvo algo más baja que el resto de instrumentos, los cuales sonaron con una calidad y una nitidez asombrosa. Si todo ello lo acompañas de un atractivo juego de luces y una cuidada escenografía, obtienes un espectáculo general de lo más vistoso. La siguiente, "Amamos la Vida", no dejó de ser lo que es, un medio tiempo con un estribillo eternamente "horterilla" que pasó por el escenario sin pena ni gloria. Para restablecer las consecuencias infligidas por tan insulsa pieza, la contundente "Stone Evil" y la "acedeciana" "Hard Attack" resultaron ser el mejor remedio para todos. Tras los obligados solos por parte de los jóvenes guitarristas, los cuales vinieron a demostrar los grandes músicos que son, en especial el ruso Andrey Smirnov, "Love Child" sorprendió a propios y a extraños al caer de golpe entre tanta pieza de los noventa. La sala entregada y el bueno de Sven Dirkschneider, hijo del jefe, repartiendo cera con sus baquetas tras su imponente set de platillos y timbales.

La triada confeccionada por "Objection Overruled", "X-T-C" y "Russian Roulette" fueron la antesala a la apoteósica y catártica recta final. Tras una demostración de temas mayormente compuestos a finales de los ochenta y mediados de los noventa, la mayoría de la gente esperaba ansiosa la descarga de los clásicos inmortales. Esos que al fin y al cabo quieres ver y disfrutar en todo concierto. "Princess of the Dawn", "Fast as a Shark", "Metal Heart" y "Balls to the Wall" dieron fin a un concierto en términos generales notable. Buen sonido, buena producción, enorme entrega y excelente ejecución por parte de la banda cuyo setlist sorprendió a aquellos que esperaban un concierto "greatest hits", pero que agradecimos todos aquellos que estuvimos hace más de un año en la primera parte del tour. Al igual que Maiden, Saxon o Priest, Udo nunca defrauda.

Texto: David Esteban
Fotos (BCN): Pablo Gándara

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