BURNING: UN CABALLO GANADOR

17 marzo, 2014 2:20 pm Publicado por  3 Comentarios

Kafe Antzokia, Bilbao

En esta vida en todo hay clases. Y si no las hay, debería haberlas. No es lo mismo el borracho de bar que se cae por las esquinas y va dando la barrila al personal que el caballero que guarda la compostura y trata de evitar situaciones indecorosas. De igual forma, tampoco merecería compararse la jovenzuela con exigua minifalda por la que asoma sin pudor su ropa interior que una auténtica fémina con clase, de las que son capaces de perturbarte sin enseñar nada y con la única arma de la conversación, aunque estas últimas se antojen fenómenos tan sobrenaturales como los eclipses solares o las apariciones marianas.

En este aspecto las leyendas Burning siempre tuvieron una manera especial de acercarse al universo femenino que en ocasiones no concordaba con las cabezas de los bien pensantes de la época que veían sus letras como algo retrógrado y denigrante para la mujer, cuando precisamente se trata de todo lo contrario. Porque pocas veces se ha hablado con tanta sensibilidad y con una veneración tal que raya el homenaje sin paliativos, una actitud sincera que trasciende incluso al ámbito personal y en la que no desentona dedicar un “cuídate mucho” a una chica que se acaba de conocer.

Fieles a la tradición, los de La Elipa volvieron casi un año después al Kafe Antzokia bilbaíno para comprobar que su poder de convocatoria no ha disminuido lo más mínimo y que en cuanto a tirón tienen el futuro asegurado. Con el reciente ‘Pura Sangre’ bajo el brazo certifican además su vocación de no vivir exclusivamente de las rentas del pasado, a día de hoy son una banda en movimiento que mira hacia el futuro, pero sin perder ese poso nostálgico que caracteriza gran parte de sus composiciones.

Tras un ligero retraso que no hizo sino acrecentar los ánimos de la concurrencia, Burning iniciaron una descarga que se preveía antológica con “Tú Te Lo Llevas Todo”, ya mencionando de primeras a las hembras de rompe y rasga, y luego continuando el rollo de macarra romántico con “Demasiado Sucio”, con cierto deje de country crepuscular y un punteo alucinante del maestro Edu Pinilla. Desde luego hay que tener unos cuantos años y decepciones en el cuerpo para pillarles el punto.

Siguieron el repaso a ‘Pura Sangre’ con “Corre Conmigo” y “La Bestia Azul”, que presentaron como una historia sobre “un no colega que venía por el Coconut” y que resaltó la faceta más honky tonk de su sonido. Si su marcada autenticidad viene de antemano garantizada por unas piezas que rezuman ambiente de garito, cigarrillos, alcohol, madrugada y corazones rotos, su estética no dista menos de ser igualmente genuina, con Johnny escondido tras sus eternas gafas de sol dirigiendo el cotarro y el tándem Edu Pinilla – Carlos Guardado comiéndose el escenario, mientras el ex Pereza Pitu insufla algo de glamour con sus poses de rock star.

Quizás dedicar gran parte del repertorio a las novedades tenga unos cuantos inconvenientes, como dejar fuera temazos del calibre de “Miéntelas” o “Ginebra Seca”, pero con un listado que supera holgadamente la centena, la selección debe resultar un trabajo de chinos. Y en esta línea, habida cuenta de que su retorno discográfico rompe una sequía de estudio de más de diez años, es totalmente comprensible que le quieran dar la cancha que merece.

Nada en absoluto empañó la trayectoria el homónimo “Pura Sangre” o “Willie Dixon”, donde cobra importancia ese saxo que le da un aire E Street Band, ni tampoco “Al Final de la Botella” y “Dolor”, acerca de “una resaca espantosa”, según explicó el propio Johnny. Y hasta aquí duró el monográfico a ‘Pura Sangre’ que se pasó en un santiamén, aunque si le hubieran dedicado algo de menos tiempo en favor de los clásicos inmortales nadie se habría quejado.

La segunda parte arrancó con altura con  “Jack Gasolina” y luego con “Desde el Pantano”, otra que se ha convertido en imprescindible en la última época. “Esta canción me produce escalofríos”, confesó Johnny antes de arremeter con la fundamental “Jim Dinamita”, y sin bajar en intensidad,  “Como un Huracán” tomó el testigo y consiguió que las gargantas reventaran por toda la sala. El recuerdo al eterno femenino volvió con “Nena”, previamente a que “Muévete en la Oscuridad” ejerciera de perfecto acompañamiento para una noche de fiesta. Y la despedida antes de los bises llegó con el tremendo “Esto es un Atraco”, con el saxo explotando a la par que se encendían los ánimos de los congregados. Si Bilbao no es una de sus plazas fuertes en cuanto a acogida sería algo digno de estudio.

Puede que esté oída hasta la saciedad, pero sigue poniendo los pelos de punta observar cómo la multitud se transforma en un instante y las voces se elevan hasta el infinito en el himno “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?”. “Podríamos hacer una timba de póker y sacar unos vasos con hielos”, propuso Johnny a la parroquia con su chulería habitual, aunque tampoco se necesitaba mucho más para recrear ese ambiente de garito de toda la vida, de los que te saludan los camareros y te invitan a chupitos.

Cada bolo de Burning es una especie de celebración en sí mismo y tal vez por eso el champán siempre llueve sobre nuestras cabezas a modo de unción rockera. La bendición se completó con un “Mueve Tus Caderas” que terminó con casi todos los componentes haciendo un paso del pato colectivo, un desparrame total.

Pasando ya las dos horas de actuación, no era cuestión de exigir, pero los madrileños todavía guardaban en la recámara un “No Es Extraño que Tú Estés Loca Por Mi” absolutamente estremecedor y que representa mejor que cualquier corte esa inefable mezcla de sensiblería y macarrismo que pocos consiguen sin caer en la vulgaridad o en el pasteleo. Nos entusiasmamos cuando el teclado amagó con lo que parecía “Las Chicas del Drugstore”, pero tampoco defraudó la nostalgia en vena de “Una Noche Sin Ti”, ideal para dejar el recinto con las emociones a flor de piel.

Decía la archiconocida rima de Bécquer aquello de que “podrá no haber poetas; pero siempre habrá poesía”. Pues bien, lo mismo podría aplicarse a los incombustibles Burning, mientras sigan dándolo todo en los escenarios, habrá en este país rock con clase en castellano para rato. Apostar por ellos es apostar a caballo ganador.

Texto: Alfredo Villaescusa

Foto: Marina Ruano

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Esta entrada fue escrita por Redacción

3 comentarios

  • juandie dice:

    Según he apreciado en dicha crónica esta mitica banda arrasó durante dos largas horas en bilbao tocandose tanto temas clásicos como de su nueva obra que por cierto ya llevaban bastantes años si sacar nada nuevo dando bastante cancha a este albúm que sonó genial.Una pena que ya no este entre nosotros el RISI y TOÑO MARTIN para seguir disfrutando de esta fiesta en escena.

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