BARÓN ROJO EN ECUADOR

6 junio, 2012 10:23 am Publicado por  3 Comentarios

LA NOCHE DE LAS EXPLOSIONES

Ágora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Quito (Ecuador)

Aunque los hermanos De Castro junto a Rafa Díaz y Gorka Alegre llegaron a Quito el jueves, 31 de mayo, el Barón Rojo nunca aterrizó en Ecuador, lo sobrevoló con maestría, en un triplano impulsado por la historia del Rock Duro. Había transcurrido más de una década de su última visita a este país sudamericano y el feroz bombardeo se anunció. Era inevitable.

En tierra, los punteos de Carlos y Armando se cruzaban ante una audiencia sorprendida, daban forma a “Barón Rojo” la poesía en honor al piloto alemán que hizo de las suyas en la Primera Guerra Mundial. Manfred Von Richthofen dejaba su estela sobre un telón blanco sostenido por vigas de acero, el techo de la Ágora en la Casa de la Cultura.

Código Rojo precedió la salida del Barón. La mitad de las tres mil personas que lo verían en pleno vuelo estaba sentada sobre la madera del graderío, incrédula, con el eco de la canción “No me hables de amor” aún en el ambiente (con este tema los capitalinos le rindieron tributo a la banda colombiana Kraken luego de tocar cuatro temas propios)

El concierto inició cuando Basca, banda de la ciudad de Cuenca, abrió el telón presentando la imagen demoníaca de su disco ‘Resucita’. Un engendro nacido del polvo del infierno, los brazos abiertos y un corazón fuera del pecho que se encendía cuando sus ojos dejaban de titilar... La ilusión se habría consumado si las manos que provocaban el movimiento de sus extremidades no se hubieran dejado ver mientras tiraban de sus cuerdas de títere invertido, pero la banda se reivindicó de su fugaz actuación junto a Ángeles del Infierno, el 24 de marzo.

Sin tiempo para asimilar las notas ecuatorianas, Carlos de Castro elevó su voz en la primera parte del concierto. Luego de la canción que lleva el nombre de la leyenda, su hermano gritó: “Buenas noches Quito, cuántos años, ¡no puede volver a pasar!” y nos lanzaban un tema de su ‘Ultimasmentes’.

“Al final, perderán” borraba de nuestros oídos cualquier resquicio de los abridores, y hasta el “Have a cigar” de Pink Floyd que Basca usa para introducirnos a su balada, “Corazón de infierno”, se esfumó entre las palmas de los asistentes que acompañaban a las guitarras de “Las Flores de mal”.

De la mano de Armando de Castro –los cinco dedos sobre las cuerdas, y un puño como el de la portada del ‘Volumen Brutal’ en alto– la canción se fundía con “Incomunicación” Carlos repetía su grito al inicio de los dos cortes antes de que arrecie su potencia sobre nuestras cabezas la fortísima “Invulnerable”

La banda, que cuenta treinta y dos años cantando Rock and Roll allende las fronteras, nos dejaba un recuerdito de su amor por América en la bellísima “Buenos Aires”. Pero no todo lo que rodea a los indomables es bueno, “El enemigo a batir” es un ‘Desafío’ implacable, el calvo guitarrista aullaba y un tema de antaño, aunque es difícil hablar de gente así, se hacía presente. “El presidente” recordaba la inspiración inglesa de la banda, NWOBHM. El escenario quedaba vació pero aún se dejaban escuchar las hélices del gran avión, su motor luchaba “Cueste lo que cueste” y se encendía un infierno. Derribaban las “Fronteras” con coros agresivos.

En la rueda de prensa previa a su actuación Gorka, el bajista, se presentó sin miramientos a su juventud. “Yo tocaba en Ñu, ¿no sé si la conocen?”, decía con un hálito de orgullo que a los seguidores de José Carlos Molina nos pareció sátira, pero el esfuerzo le ha abierto un espacio en las entrañas del Rock al remplazar al fabuloso “Sherpa” y, con influencias afines, logró seguirle el paso al aeroplano al ritmo del duck walk de Chuck Berry. Introducía la genial “Concierto para ellos” después de que la imagen de Armando de Castro en pose robótica se acuñara en la mente de los presentes al flotar bajo las nubes de tela que recubrían el recinto “Hermano del Rock & Roll”

Lo más emocionante de su visita estaba por llegar en “Siempre estás allí”. Aunque las canciones que grabara Carlos al micrófono quizá no las pueda cantar otro, algunas partes hacían extrañar los tonos cálidos de José Luis Campuzano pero magia no faltó. Una de las piezas más hermosas de nuestra música se extasiaba entre aplausos que parecían interminables.

Entonces, una agitación que expulsaba lágrimas de felicidad le daba la bienvenida a  un paracaidista: Jimi Hendirx se lanzaba desde el triplano piloteado por el mítico Barón. Lo acompañaba el homenaje que tejía Armando de Castro con sus cuerdas de acero y culminaba con la portentosa “Little Wing” Jimi aterrizaba en su camiseta y Quito era parte del surrealismo bluesero al convertirse en el Greenwich Village sesentero de The Experience. El cielo tocó la tierra haciéndola temblar y Hendrix se posó entre los asistentes. Barón Rojo Cabalgaba con el viento y una mujer sonreía sobre su pequeña ala.

El talk-box de Armando asombraba en “Con botas sucias” el vuelo se tornó pasivo al surcar a una pantalla de videojuegos, el avión evadía las balas de la CBS y llegaba la sentencia final con “Los rockeros van al infierno” Una explosión incontenible se hacía presente cada vez que la audiencia declaraba “mi rollo es el Rock”. En medio de un solo improvisado la canción se funde con “You've got another thing coming” de Judas Priest. El ambiente toma la apariencia ochentera del Londres y, en un giro casi imperceptible, desemboca en New York cuando Carlos empieza a cantar “Lick it up” de KISS. Se presenta la formación del Barón y, salvo el baterista, imitan de nuevo el paso de pato al retomar el solo.

Los oles recuerdan el parecido del acento quiteño al andaluz decimonónico en alabanza a los Barones. Vacían el escenario luego de tan magna obra pero, sin que las luces se enciendan, la fantástica “Se escapa el tiempo” los trae de vuelta. Carlos forza la voz en “Resistiré” y pinta un retrato de su sinceridad. La noche se extinguía con otra explosión que clamaba “¡Hijo de Caín!” El baterista se despide mostrando una bandera tricolor (amarillo, azul y rojo), quizá una indiscreción pues Armando le indica con cautela que aún falta recordar que, como ayer, “El Barón vuela sobre Inglaterra”. Impecable ejecución unida a la de “El Malo” Llega el final pero no cesa el clamor.

(La caída del héroe era inminente, le disparan desde tierra, desciende en picada desde tan alto que la atmósfera quema su rostro, deja ver su calavera bajo las gafas que lo protegían. Von Richthofen Logró aterrizar sin vida, los disparos de la infantería lo habían matado. Aunque sus hazañas pasaron al comic en papel, un final provisional para la leyenda, su espíritu no se conformó: llegó a la gran pantalla, se grabó en la banda de Rock en español más grande de todos los tiempos, y volverá al cine en un documental del grupo)

Al final, Armando de Castro tropieza con un amplificador, cae de espaldas, se despide sonriente y se va... en tu rojo avión vas a volar / sin cesar / pues así no morirás / Barón, héroe de cuento / amo de las nubes, señor del viento/ Barón...

Texto: Fernando Fonseca

Fotos: Danilo Vallejo / Damián Trujillo

Set list:

Barón Rojo

Al final, perderán

Las flores del mal

Incomunicación

Invulnerable

Buenos Aires

El Enemigo a batir

El presidente

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Cueste lo que cueste

Fronteras

Hermano del Rock and Roll

Concierto para ellos

Siempre estás allí

Solo de guitarra – Little Wing (The Jimmi Hendrix Experience)

Con botas sucias

Los rockeros van al infierno

You've got another thing coming (Judas Priest)

Lick it up (KISS)

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Se escapa el tiempo

Resistiré

Hijos de Caín

El Barón vuela sobre Inglaterra

El malo

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Esta entrada fue escrita por Redacción

3 comentarios

  • juan diego dice:

    Seguro ke haran en sudamerica grandes conciertos como aki en spain!!!!

  • jacobo dice:

    me gustaria informar ke en la localidad de cabra ( cordoba ) tendra lugar el sabado 16 de junio tocara el grupo requiem de cordoba totalmente gratis a partir de las 00.00 sala platino gracias

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