Crítica de Gizëh: Gizëh

Tras la disolución de la banda gaditana Sphinx, sale a luz el nuevo proyecto cargado de ilusión de Manuel Rodríguez, el que fuera líder y principal compositor de dicha banda junto con el guitarrista Alex Sánchez.

Esta nueva aventura surge de la idea del propio Manuel de hacer un proyecto en solitario donde recuperar el estilo de los primeros discos de su anterior formación, donde la contundencia y los riff más cañeros pensados para el directo se entrelazaban con partes con un tono más melódico que componían la esencia y el sello de aquella época. La idea principal era que fuese paralelo, pero dada la separación se centró en exclusiva en este nuevo proyecto. Dado que este está inspirado en un alto porcentaje en Sphinx y sobretodo en su forma de hacer música, deciden bautizarlo con el nombre de Gizëh.

La portada del disco, realizada por el diseñador Jordi Varas, es ya toda una declaración de intenciones, con pinceladas que recuerdan y hacen un guiño a la portada del primero de Sphinx. Es una firme candidata a convertirse en una de las mejores portadas del 2016 del metal nacional.

El álbum se abre con la intimista y rompedora "Amor imposible", que sirve de nexo de unión con esta nueva etapa, ya que la letra del tema gira entorno a la disolución mencionada. Con un riff pegadizo que define por sí solo el estilo de la banda empieza "Confesiones", cuya letra complementa a la anterior canción. Forjada entre la tranquilidad de la preciosa melodía del inicio y su cambio al más puro y contundente power metal nos encontramos "Nuevo Amanecer", con el mensaje más positivo del trabajo. En "Volver" tenemos una estructura más melódica con un solo de guitarra perfectamente ligado al pegadizo estribillo. La voz de Manuel brilla especialmente en "Carretera sin final", de corte más clásico y con unas potentes guitarras.

En el ecuador nos topamos con la cautivadora "Cleopatra", que con una letra impregnada de historia y épica es uno de los temas más ambiciosos. Unos orquestales teclados seguidos de unos acordes acústicos dan pie a "Silencio", que se arriesga con una elevación progresiva de intensidad que hasta acabar de manera apoteósica.

Un elegante teclado inicia "Plaga infernal" que seguro consiguiría destrozar nuestros cuellos y gargantas en directo con una rítmica cañera y un juego de guitarras espectacular, conseguirá destrozar nuestros. Hacia el final se sitúa "Sueños del ayer", que roza el estilo hard rock cargado de buen rollo. Le sigue la versión de "Resistiré" del Dúo Dinámico, con una sorprendente buena adaptación con un tempo más rápido y metalero y que podría dar bastante juego en los directos.

Incluye además una re-grabación completa de "Momentos de lucidez", del álbum  'Mar de dioses' de Sphinx, con un sonido más limpio en las guitarras. El broche final lo pone la rompedora instrumental "Sonidos nocturnos", que destaca por sus melodías de teclados.

En definitiva, toda una alegría recuperar a una de las grandes voces del metal nacional en esta nueva banda que entusiasmará tanto a los que vivieron la época más gloriosa de Sphinx como a los que se adentren por primera vez en la forma tan especial que Manuel Rodríguez tiene de componer.

David Valle

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