M.C.D.: “¡ENSEÑARÍAMOS NUESTRAS TRIPAS PARA PROVOCAR!”

Fieles a esa tradición de títulos concisos que no dejan margen para la ambigüedad, estos históricos punkis formados en 1979 han editado recientemente ‘Con un par’, un disco doble con temas inéditos y otros registrados en directo en la sala Santana de Bilbao. ALFREDO VILLAESCUSA, acompañado de la fotógrafa MARINA ROUAN, pasa un buen rato de agradable charleta con estas leyendas locales que viven una segunda juventud desde que ficharan a la voz  a Iñigo de Txapelpunk.

Foto: Marina Rouan

¿Por qué elegisteis ese formato que combina la novedad con los clásicos?

(Joakin, guitarra) “En principio pensamos grabar una especie de grandes éxitos con gente del mundillo musical, colaboraciones y demás, pero vimos que tal vez era demasiado jaleo, contactar con un montón de personas, etc… así que nos decantamos por un directo. No nos apetecía volver con lo mismo de siempre, nos daba un poco de cosa, por lo que decidimos incluir también canciones nuevas para que se viera cómo sonamos actualmente… y al final, en vista de que las ofertas que nos llegaban desde las discográficas no nos convencían, optamos por sacarlo nosotros mismos”.

¿Y el título ‘Con un par’? ¿Es  una manera de reivindicar vuestra trayectoria?

(Neil, bajo) “¡Eso es! ¡Tenemos un par!”.

(Jon Andoni, batería) “Es una de esas típicas chorradas de bar, pones unas cervezas y enseguida empiezan a salir cosas.”

(Joakin) “Sigue un poco esa línea directa y provocadora de títulos como ‘Jódete’, ‘De ningún sitio a ninguna parte’, etc.”.

Hablando del disco, “Un minuto” tiene ese aire nostálgico de antiguos himnos tipo “Barrenkalle”, ¿a ciertas edades es inevitable la nostalgia?

(Iñigo, cantante) “Sí, en el fondo somos unos sentimentales”.

(J) “Bueno, tampoco es exactamente nostalgia, experiencia más bien…cómo hacíamos antes determinadas cosas que ya no hacemos, corregir errores…es un poco todo eso”.

¿Echáis de menos ese periodo entre finales de los ochenta y primeros de los noventa cuando el grupo estaba en su punto álgido?

(J) “Bueno, la verdad es que te enteras de que M.C.D. eran algo cuando pasan veinte años, en aquel momento estábamos ahí y tampoco puede decirse que nos valoraran demasiado…”.

(N) “Yo cuando entré a finales de los ochenta el autobús ya estaba en marcha, era impresionante la gente, los conciertos…”.

(J) “Muchas veces cuando estás en el meollo o en el núcleo de algo no te enteras de lo que pasa alrededor, ya te pueden contar lo que sea que es como si oyes llover”.

Un momento que seguro no habéis olvidado es cuando apareció el tema “No hay sitio para ti” en la BSO de ‘Historias del Kronen’ de Montxo Armendáriz…

(N) “Bufff, hicimos varias versiones de la canción para la película y al final eligieron la peor…”.

(J) “Eso es verdad, la que cogieron es bastante acelerada y la canto yo, lo cierto es que pasé un poco de vergüenza en el cine escuchándome a mí mismo con voz de pitufo (risas)”.

¿No os gustó entonces?

(J) “Sin más, ni frío ni calor, por lo nerviosos que estábamos tampoco prestamos demasiada atención a la película en sí, todo el tiempo pensando “a ver cuándo sale, a ver cuándo sale…”.

¿Cómo surgió la posibilidad de que Iñigo se incorporara al grupo? ¿Influyó de alguna manera su trayectoria previa en Txapelpunk?

(J) “Recuerdo que la primera vez que hablé con él fue cuando me llamó por teléfono para preguntarme si podía hacer una versión de “Barrenkalle” para un proyecto…”.

(I) “Y en esto que estábamos grabando volví a llamar a Joakin y le dije: “oye, vente al estudio a meter el solo, que nadie lo va a hacer mejor que tú”. A partir de entonces, hubo bastante sintonía y pensamos en hacer bolos conjuntos de M.C.D. y Txapelpunk”.

(J) “A mí la verdad es que siempre me ha gustado su timbre de voz y estaba seguro de que encajaría bastante bien en el grupo, de hecho, muchas veces cantó con nosotros “Pánico en las calles””.

(I) “Yo era consciente desde el primer momento dónde me metía, así que he intentado hacerlo lo más parecido posible a Rockan, esa era mi referencia”.

¿Y por qué salieron del grupo Koldo y Jimmy?

(N) “¿Lo cuentas tú o lo digo yo? (mirando de reojo a Joakin)”.

(J)”Bueno, digamos que nosotros queríamos grabar y pasaba una cosa, que Koldo estaba ronco, eso es algo físico que no me he inventado yo, y claro, él no quería ir a grabar…Teníamos unas cuantas canciones por probar, pero nada, estábamos paralizados totalmente. En cuanto a Jimmy, es un amigo de la infancia de Koldo, pero claro, en un grupo de música tampoco puedes andar así, hay que cantar, etc. Y por lo que te he comentado, nos costaba horrores organizar una grabación, por lo que decidimos cambiar de cantante, Jimmy se fue con él y nos dijo que lo dejaba, pero luego nos enteramos de que intentó hacer una especie de M.C.D. paralelos”.

Justo te iba a preguntar ahora por eso mismo, ¿qué pasó exactamente?

(J) “Pues lo que te he dicho, yo intenté hablar con Jimmy, pero no había nada que hacer, me decía que estaba muy liado en ese momento de su vida, nos dijo que siguiéramos nosotros…nos dejó un tanto tirados, a mí su actitud me sorprendió, porque me mintió, a pesar de que yo como un bendito le dije: “oye, cuando quieras, vuelve, que esta es tu banda…”. Luego también me enteré de que nos puso a parir por Internet, algo muy feo, pega una llamada, hombre… la verdad es que nos ha hecho mucho daño”.

(N) “Mira, la historia se resume así, Koldo en realidad era un tío de puta madre y era consciente de que cantaba mal, lo cual a veces puede ser molesto para los otros. Pero cuando eres muy colega de alguien, pues le puedes decir cosas como esas con total franqueza y a Jimmy le pilló la situación entre la espalda y la pared, quería quedarse, pero tenía que irse”.

Yo siempre os vi más macarras o callejeros que punkis, ¿estáis de acuerdo?

(J) “Bueno, en esa época cada uno era de una madre, Cicatriz era de una forma, Eskorbuto de otra…Y a todos ellos les llamaban “rock radical vasco”, ahí se incluía también a Barricada y a otros que no eran punkis, pero es curioso porque luego les preguntabas a ellos si formaban parte de aquello y unos decían “nosotros, no”, “nosotros, tampoco” (risas)”.

Siempre habéis jugado con la transgresión, ¿seguís conservando ese espíritu irreverente?

(J) “Sí, claro, eso es parte de la esencia de M.C.D.”.

(N) “¡Enseñaríamos nuestras tripas para provocar!”.

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