Suicidio, resurrección, fragancia adolescente y su mayor obra: Las 10 cosas que no sabías de Kurt Cobain

 1. Enigmática despedida del mundo de los vivos

Respecto a su misteriosa nota de suicidio han corrido ríos de tinta y ha servido de inspiración a estrambóticas teorías conspirativas en las que se apunta hasta una posible autoría de la propia Courtney Love o de Michael Dewitt, el canguro de su hija Frances; los hay que incluso aseguran que podría estar vivo, claro, tomándose unos copazos con Elvis en alguna isla paradisíaca. Dicen también que existe una segunda nota de suicidio que Courtney quemó antes de que nadie pudiera leer. Lo cierto es que en la instrucción del caso hubo errores policiales, irregularidades y varias preguntas sin resolver. Por ejemplo, las huellas de Kurt en el arma con la que se disparó no aparecen por ningún lado; tampoco se antoja verosímil la posición en la que encontraron la misma en el lugar de los hechos, un tanto increíble para una persona con un nivel de heroína en la sangre de 1,5 miligramos por litro.

Lejos de alimentar semejantes vueltas de tuerca, recuperamos el final de su nota de suicidio con aquella famosa alusión al “Hey Hey My My (Into The Black)” de Neil Young y que cada cual saque sus conclusiones: “Gracias a todos desde lo más profundo de mi estómago nauseabundo por vuestras cartas y vuestro interés durante los últimos años. Soy una criatura voluble y lunática. Se me ha acabado la pasión. Y recordad que es mejor quemarse que apagarse lentamente. Paz, amor y comprensión. Kurt Cobain. 

Frances y Courtney, estaré en vuestro altar.

Por favor Courtney, sigue adelante, por Frances, por su vida, que será mucho más feliz sin mí. Los quiero. ¡Los quiero!”.

2. Resucitado y al escenario

Los coqueteos de Cobain con la parca no se limitaron al fatídico día que acabó con su vida. En 1993, antes de una presentación en el New Music Seminar de Nueva York, sufrió una sobredosis de heroína, pero Courtney, en vez de llamar a una ambulancia, le inyectó naloxona, un medicamento para tratar la adicción conseguido ilegalmente. Con esta acción pretendía sacarle del estado de inconsciencia, algo que logró tras inyectarle esta sustancia y darle unos cuantos golpes en el pecho. Mano de santo, oigan, porque Kurt resucitó y dio esa misma noche uno de los conciertos de Nirvana más memorables que se recuerdan. Como nuevo. El público, por supuesto, ni de lejos intuyó el estado en el que se encontraba pocas horas antes.

3. Los gayumbos que quiera la parienta

Ya se sabe que la influencia de Courtney en la vida de Kurt Cobain llegó a ser decisiva, hasta el punto de ejercer un papel determinante incluso en la elección de su ropa interior. De hecho, la primera vez que durmieron juntos, ella se sorprendió muchísimo al comprobar que sus calzoncillos eran de estampado de cebra. Vale, admitimos que unas bragas de Piolín, Winnie The Pooh o cualquier otro equivalente masculino quizás no sean lo más sensual para ponerse a tono en la primera cita, así que resulta comprensible que Courtney le exigiera a Kurt que utilizara boxers al formalizar la relación. Ya era hora de dejar el instituto y vestir como Dios manda. Con la parienta hemos topado.

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