Las 10 mejores contribuciones de Cliff Burton a Metallica

Se cumplen 30 años desde que aquel formidable bajista que tocaba thrash con los dedos le ganara a las cartas a Kirk Hammett su litera en el autobús de gira. Algo antes de las 7:00 AM, cerca de Ljungby (Suecia), el vehículo se salió de la carretera y debido al frenazo Cliff atravesó uno de los cristales, con la mala suerte añadida de que la mole cayó sobre él, provocándole la muerte.

En aquellos meses Metallica estaba despegando comercialmente con ‘Master of Puppets’, así que aquel larguirucho con pinta de hippie ni siquiera llegó a saborear un éxito al que también contribuyó, tanto por su buen hacer a las cuatro cuerdas, como por sus aportaciones compositivas; éstas fueron solo 10, pero le convirtieron en leyenda:

10. The Call of Ktulu

Con ‘Ride The Lightning’ el grupo demostró que era algo más que una máquina de hacer ruido, y uno de los más claros ejemplos de la musicalidad que atesoraba Metallica son los casi nueve minutos que dura esta composición instrumental en la que él metió mano. Delicada al comienzo, amenazante en casi todo su desarrollo, pone los pelos como escarpias ese épico cierre del álbum con todos los músicos aporreando sus instrumentos.

9. Fight Fire With Fire

El sutil arpegio inicial de guitarra nos evoca una soleada tarde de verano en el medievo, pero pronto llega la tempestad y con ella una de las composiciones más bestias de Metallica. 30 años después, cuando el nivel técnico de los intérpretes del metal es muy superior al de por aquel entonces, sigue sorprendiendo que pudiera tocar a esa velocidad sin la ayuda de una púa.

8. Ride The Lightning

Y junto a la tormenta llegan los rayos, con el bombo de Larsy el bajo de Cliff marcando apabullantemente al principio. El tempo es más comedido que el su predecesora, campo allanado para Hetfield, el amo del riff. También Hammett pone toda la carne en el asador en su faceta de solista. Justo cuando parece que esto se ha transformado en otra vertiginosa carrera, el tema vuelve a la estructura inicial, con un Burton aún más presente si cabe.

7. Damage, Inc

 Parece que los propios hados del metal que nos lo arrebataron hubieran querido que se tributara a sí mismo antes de morir. La última canción del último disco que grabó y es él quien crea la bella intro, donde gracias a lo que parece un pedal de volumen el sonido de su bajo se asemeja al de un chelo (¿tomaría de ahí la idea Apocalyptica?).

6. Fade To Black

No era del todo una balada, solo parcialmente, pero desde luego fue la canción que constató que no se conformarían con ser los reyes en las catacumbas del thrash. Ellos, que con ‘Kill ’Em All’ se habían convertido en punta de lanza del género, tardaron tan solo un año en renegar de la ortodoxia. Hay quien dice que con el fallecimiento de Cliff murió también el espíritu original de Metallica, pero lo cierto es que el bajista era antes fan de Lynyrd Skynyrd que de Venom, y de hecho la estructura de “Fade To Black” se parece más a la de “Free Bird” que a la de “Black Metal”.

5. Creeping Death

 El faraónico ‘Ride The Lightning’ tiene en “Creeping Death” uno de sus puntos álgidos, además de ser también una de las piezas clave en los conciertos del grupo, con ese clímax tras el solo de guitarra en el que las multitudes a lo largo y ancho del mundo gritan “Die” con rabia. Vale, al contrario que Newsted y Trujillo, Cliff no alimentaba mucho el coro desde el micro, pero ¿Quién fue quien grabó el tema?

4. Master of Puppets

La quintaesencia del sonido de Metallica en su primera etapa, con desarrollos de fábula y rebuscados giros rítmicos que hasta entonces rara vez se escuchaban más allá del metal progresivo; eso unido al exquisito gusto en las partes melódicas los posicionaron como uno de los grupos más interesantes del momento. Y lo que te rondarían, morena…

3. Orion

Es una pena que se tiraran 20 años sin grabar instrumentales (los que transcurrieron entre "To Live Is To Die" y "Suicide & Redemption"), porque en los 80 cada uno de ellos es una obra de arte. Si entra en el podio particular de Burton no es tanto porque la comience él -junto a Ulrich- en otro grato ejemplo de su dominio de los pedales de efectos, sino porque el bello arpegio de bajo en el fragmento más calmado de la canción es, para el que suscribe, uno de los hitos de toda la discografía de Metallica (con la inestimable ayuda de las armonías guitarreras de Hetfield y Hammett, claro está).

2. For Whom the Bell Tolls

Es por el por quien dobla la campana, y más aún en el aniversario de su muerte. Burton toma la batuta al inicio del tema, primero con el incisivo “tino-nino” y después anticipando el riff que, cuatro compases después, harán todos a una. Sencillo pero efectivo, de ritmo lento aunque sumamente contundente, “For Whom The Bell Tolls” figura entre sus grandes clásicos pretéritos.

1. (Anesthesia) – Pulling Teeth

“¿Un solo de bajo de más de cuatro minutos en un debut discográfico? ¡Qué osadía!”, pensaríamos todos si nos lo cuentan de un nuevo instrumentista. Pero es que Cliff era mucho Cliff, tanto plasmando influencias de la música clásica en el primer tramo, como desbocándose en el segundo, ya acompañado de Lars. Distorsión y wah-wah a raudales que eran el preludio perfecto para “Whiplash”, pero esa ya es otra historia…

Juan Destroyer
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