Crónica de Judith Mateo: El rock es su vida

7 junio, 2016 12:15 pm Publicado por  Deja tus comentarios
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José Carlos Molina de Ñu se subió con Judith Mateo al escenario

Sala Joy Eslava, Madrid

La violinista conquense presentó de manera oficial en la capital su segundo disco de versiones de rock, ‘Rock Is My Life’, pasados por su filtro particular de folk y música celta, y avalada tanto por el éxito del álbum anterior, ‘Celebration Days’ (2014), el cual obtuvo más de un millón de escuchas en Spotify, como por su gira por Japón.

Aunque había una amplia oferta de conciertos el pasado viernes 3 de junio (Haken, Leo Jimenez, Saurom, etc.), Judith consiguió convocar un amplio número de fans, encandilados por su maestría a la hora de llevar temas clásicos del rock a su terreno.

Desde su arranque con el tema de los Rolling Stones “Sympathy for the Devil”, la violinista nos imbuyó con el espíritu rockero y nos indicó el camino para el resto de la jornada.

Sin embargo, hubo una pequeña chinita en el camino en forma de una cuerda de su violín que se rompió hacia el final del tema, lo cual la hizo que se retirara entre bambalinas para cambiarla. Afortunadamente, ella está arropada por buenos músicos, quienes han militado en bandas como Savia y Asfalto, y su vocalista, el zaragozano Chuse Joven, quienes enseguida llenaron el hueco tocando y cantando el tema de Boston, “More Than a Feeling” (posteriormente también se rompería la cuerda de una de las guitarras en plena actuación. Todo eso fue debido, aparentemente, al cambio de temperaturas entre Cuenca, donde habían tocado la noche anterior, y Madrid).

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Mariskal Romero, su amiga Rafi y Mariano Muniesa presentaron la velada

El tema más épico de aquella noche fue “Kashmir” de Led Zeppelin, y uno de los más coreados por todos fue el siguiente, “Smoke On the Water” de Deep Purple, interpretado con la ayuda de Chuse.  El folk irlandés tampoco podía faltar de aquella noche, una parte inseparable de la identidad musical de Judith (vivió unos 3 años en la Isla Esmeralda investigando la rica tradición musical irlandesa), en la forma del jig (ritmo tradicional y también forma de bailar) “The Lark in the Morning”, tema que hizo que el respetable botara sin parar (sólo nos faltaba una pinta de Guiness en mano). “Bring Me to Life” de Evanescence y “Thunderstruck” de AC/DC precedieron a un tema cuyos arreglos me gustan mucho: “Nothing Else Matters”, la cual contiene una parte final que es muy emotiva y diferente a la original.

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Judith Mateo y Chuse Joven rindieron a un gran nivel durante toda la noche

“Dust In the Wind” de Kansas cantado por Chuse Joven fue otro momento emocionante, pero enseguida se nos fue la melancolía con otro jig animadito, “The Irish Washerwoman”. Para la parte media del bolo, Judith invitó que saliera a tocar con ella José Carlos Molina, el mítico líder de Ñu (les une una amistad de años y un mes antes, fue ella la invitada en su sold out en esa misma sala), con quien tocaron “X-Sto”, una composición de rock celta propia de Judith, y dos temas de Ñu: “De Fiestas” y “El Flautista”… y nosotros, igual que los niños de la ciudad de Hamelin, nos quedamos encandilados por la fuerza escénica y la compenetración de estos dos músicos.

“Basket Case” de los Green Day” y “Sweet Child of Mine” de G’nR son otros dos temas que nos hicieron botar pero, curiosamente, fue un tema tradicional de country, “Cotton Eye Joe”, el que casi trae la sala abajo. Para rematar la faena y servir como despedida, otro tema de los australianos más míticos, “Highway to Hell”. Sin embargo, faltaba tocar el primer single del disco, “Rock Is My Life”, un tema de Bachman Turner Overdrive con la letra adaptada al castellano por Chuse, cuya reivindicación al rock como modo de vida sirvió para que cayera el telón (en aquel momento, Judith bajó del escenario y tocó entre el respetable) dejándonos satisfechos por ver a una artista totalmente entregada en su oficio (algunas expresiones faciales suyas cuando toca dicen más que mil palabras) además de haber gozado con un sonido excelente. Una vez más, Judith nos mostró de la mejor manera posible que vive para tocar sobre unas tablas y no solamente el rock, sino la música en general. Es su vida, su todo.

Texto: Yorgos Goumas
Fotos: Cristina Mosquera

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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