37º aniversario del ‘Back In Black’ de AC/DC: El luto convertido en megaéxito

Nadie apostaba por ellos cuando se anunció el fallecimiento de Scott, cantante con una personalidad arrebatadora para el que iba a ser difícil, si no imposible, encontrar sustituto. Pero lo hicieron. Consiguieron no solo llenar el hueco dejado por Bon Scott, sino incluso superar, según algunos, el resultado artístico de ‘Highway to Hell’. Repasamos el lanzamiento en siete anécdotas.

La búsqueda de un nuevo cantante: sucesos paranormales

La muerte de Bon Scott llegó cuando AC/DC estaba listo para dar el salto a la fama; es decir, sin ánimo de sonar morboso, su adiós no pudo haber ocurrido en peor momento. Les faltaba la pieza fundamental y, algunos de los miembros de AC/DC, se plantearon la posibilidad de dejarlo todo, disolver el grupo y dedicarse a otras cosas. Pero fue el padre de Bon el que les dio el empuje necesario para que no se rindieran; les instó a seguir adelante con otro vocalista. “Es lo que Bon hubiera deseado”, se dice que le comentó a Angus Young.

Se presentaron bastantes candidatos y finalmente optaron por Brian Johnson, un inglés que trabajaba de mecánico y que había sido vocalista de la banda Geordie, acostumbrado a imitar el numerito de ponerse al guitarrista a hombros, como ya hiciera en muchas ocasiones Bon Scott con Angus Young.

El grupo optó por irse a las Bahamas, a los estudios Compass Point de Chris Blackwell, fundador del sello Island y descubridor de Bob Marley. Durante las primeras semanas, la banda tuvo problemas para acoplarse. Se habían ido muy lejos para huir del ambiente que les recordaba la desgraciada muerte de Scott, pero ahora se enfrentaban a otro problema: Brian estaba demasiado nervioso para dar lo mejor de sí, y eso a pesar de que su estilo vocal era muy parecido al de Bon Scott. Finalmente, una noche, cuenta la leyenda, algo extraño sucedió: el espíritu de Bon se le apareció en sueños a Brian Johnson para concederle su beneplácito como su sustituto. Preguntado años después al respecto, Brian Johnson no ha desmentido la historia: “No sé qué fue, pero algo sucedió, algo sucedió”, es lo que declaró a la prensa cuando se le interrogó acerca de este supuesto hecho paranormal.

El disco más heavy metal hecho por los que pasaban del metal

El disco apareció en 1980, justo en plena vorágine de la música pop y tecno pop. No hay que decir que ‘Back in Black’ no tiene nada de pop y mucho menos de tecno. De hecho, muestra un escoramiento hacia el heavy metal que entonces empezaba a despegar. No queremos decir que el sonido de la banda tenga algo que ver con lo que hacían por entonces, digamos, Judas Priest, sino que el grupo endureció las pistas de guitarra y batería, aceleró algunos de los  temas y, con la voz de Brian Johnson al frente, ofreció al público el disco más heavy metal que había hecho hasta entonces. Esa tendencia se cimentó en el futuro en discos como ‘Fly on the Wall’ o ‘Flick of the Switch’, pero es en ‘Back in Black’ donde AC/DC parecen darse cuenta, antes que nadie, de que el metal se iba a poner de moda en los años ochenta.

A pesar de ello, el grupo ha mostrado siempre una especie de desprecio por la música metálica. Es de recordar una anécdota protagonizada por Angus Young cuando le preguntaron qué opinaba sobre el thrash metal. “¿Qué es eso? ―dijo― ¿Una enfermedad?”.

Sobrados de canciones

Del trabajo se extrajeron tres singles: “Back in Black” (de la que se comenta que es la primera canción que mezcla el hip hop con el metal; si os fijáis, Brian parece rapear en algunas estrofas), “Rock and Roll Ain’t Noise Pollution” y “You Shook Me All Night Long”, de la que se dice que es la canción para iniciarse en la discografía de AC/DC. Se da la curiosidad de que el tema emblemático del trabajo, “Hells Bells”, con el que abren el LP en su cara A, aparece como cara B del single “Rock and Roll Ain’t Noise Pollution”, cuando en realidad es un tema que podría haber sido single perfectamente. Hay que decir, además, que “Hells Bells” se muestra como el homenaje dentro del homenaje. Si ya el disco es una “vuelta de luto”, las “Campanas del infierno” van dirigidas exactamente a la memoria de Bon Scott, y para darse cuenta de ello no hay que oír más que dos de las primeras líneas vocales: “Eres demasiado joven pero vas a morir”, algo que ponía los pelos de punta a los fans de la banda y que algunos criticaron, pero que casi todos entendieron como un mero tributo que al hombre que había capitaneado AC/DC mientras estos eran solamente una banda de clubs y pabellones de mediano aforo.

Visto así, resulta quizá lógico que los australianos no quisieran sobreexplotar una canción como esa haciéndola aparecer de cara A en un single y sí, en cambio, relegándola a una cara B que seguro muchos disfrutarían. No era cuestión de hacer dinero con la muerte de Bon Scott: el disco debía defenderse por sí mismo y por sus tremendas composiciones. La carroña había que dejarla aparte. No en vano, Angus Young defendió la memoria de su antiguo camarada a capa y espada, negando acusaciones de la prensa acerca de que Bon podría haber muerto por la ingestión de drogas.

Lo cierto es que AC/DC iban sobrados de canciones en este redondo. Por poner un ejemplo, en la gira de “Stiff Upper Lip” del año 2000, en su paso por Madrid, tocaron hasta siete temas de ‘Back in Black’. Aunque, desgraciadamente, se dejaron fuera el que es para quien esto escribe uno de los mejores cortes del álbum: “Given the Dog a Bone”.

Ventas millonarias pero pocos números uno

De ‘Back in Black’ se han despachado en todo el mundo cincuenta millones de copias, una cifra astronómica que, sin embargo, no oculta el hecho de que la banda apenas ha conseguido números uno con el disco o con sus singles. Solo en Inglaterra, la formación se situó en el primer puesto de álbumes más vendidos, pero ninguno de sus singles pudo llegar tan arriba, ni en las Islas Británicas ni en los Estados Unidos. Ello, sin duda, se debe a la regularidad con que se venden los discos de AC/DC y, concretamente, ’Back in Black’. Valga como anécdota recordar que en el año 2006 la formación vendió 440.000 copias solo en Estados Unidos, y en julio de 2007 ya habían vendido 156.000 copias de ‘Back in Black’… ¡en plena era de las descargas ilegales de Internet! Todo un logro. Vamos, más que eso: casi un milagro.

“Back in Black”, la canción en el cine: esto es versatilidad

Lo mismo vale para un roto que para un descosido el tema que nos ocupa, pues nos referimos a la canción, no al disco. Se la ha utilizado en el cine para dar vistosidad a Tony Stark en “Iron Man” y también ha aparecido en la película “Los Pitufos”.

Una balada pornográfica que les trajo problemas con los reaccionarios

‘Back in Black’ es uno de los pocos discos de AC/DC que contiene una canción lenta. Ahora mismo recordamos pocas, como “Ride On” en el ‘Dirty Deeds Done Dirt Cheap'. Se trata de “Let Me Put My Love Into You, Babe”, tema de título bastante explícito (“Déjame poner mi amor dentro de ti, cariño”), que no les trajo problemas con el PMRC porque todavía no había sido creado.

El PMRC, siglas de Parents Music Resource Center (Centro de Recursos Musicales de Padres), fue una organización creada por esposas de diputados estadounidenses (entre ellos la del buenrollista Al Gore, la señorita Tipper Gore, tan “preocupados” uno por el medio ambiente y la otra por la salud moral de los chavales) que querían velar por la salud moral de los jóvenes americanos y que obligó a que se colgara de algunos discos el cartel de “letras explícitas”. Como decimos, al menos durante un tiempo, AC/DC se libraron del sambenito, porque el PMRC se fundó en 1985, cinco años después de la aparición de ‘Back in Black”.

Pero la alegría dura poco en casa del pobre (es un decir) porque en 1985 el PMRC publicó una lista de lo que se dio en llamar “las quince asquerosas” (“Filthy Fifteen"), insultante epíteto con el que se referían a canciones de grupos de rock y metal en su mayoría y que incluía la ya mencionada de AC/DC por su contenido sexual. En la lista aparecían otros grupos de metal como Def Leppard, Megadeth, Venom, Mercyful Fate, WASP o Judas Priest. Lo cierto es que el PMRC dejó de existir hace tiempo mientras que AC/DC, mutilados, continúan dando guerra.

Un productor de lujo para un disco eterno

Para la producción de ‘Back in Black’ utilizaron los servicios de Robert John "Mutt" Lange, quien ya había trabajado con ellos en ‘Highway to Hell’, disco en el que había conseguido limar las asperezas de, por ejemplo, “Let There Be Rock”, para conseguir llegar a una mayor cantidad de público con temas radiables que sirvieran para promocionar a la banda en las emisoras de FM. A raíz del éxito de ‘Back in Black’, Def Leppard contratarían los servicios de Robert John "Mutt" Lange en la grabación de ‘High ‘n’ Dry’, su disco más heavy metal y el que más se parece, sospechosamente, al sonido de AC/DC. Por cierto, Def Leppard cosecharían su propio éxito de la mano de Lange con el sobreproducido ‘Hysteria’, disco más pop que rock. Otros que se apuntarían al carro de ser producidos por un personaje como “Mutt” Lange fueron Foreigner, con quienes grabó su multiventas ‘4’. Por su parte, AC/DC seguirían contando con los servicios de Mutt Lange durante otro trabajo más, el siguiente, y bastante más flojo, ‘For Those About To Rock We Salute You’, que también da título al tema con el que suelen terminar sus conciertos.

No existe otro disco de hard rock más influyente que ‘Back in Black’. Puede que Led Zeppelin compusieran mejores canciones; puede, también, que Deep Purple o Black Sabbath plantaran las semillas del heavy metal antes de que AC/DC existiesen; pero solo por su número de ventas, por lo actual del sonido del disco que consiguió el productor “Mutt" Lange (‘Back in Black’ bien pudo haberse grabado ayer, como quien dice), y sobre todo por la enorme colección de himnos metálicos, le pese a quien le pese, este trabajo pasará a la historia del rock inteligente, si es que tal cosa existe.

Emilio Morote Esquivel

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