Ha pasado una eternidad desde que lanzasteis material bajo el nombre de Possessed. ¿Cómo vives el lanzamiento, por fin, de ‘Revelations Of Oblivion’?
“Han sido muchos años de trabajo, buscando miembros para la banda y trabajando en un material que, ahora, por fin, ve la luz. No tengo ninguna presión. Si a la gente le gusta este disco estaré encantado, pero si la respuesta no es positiva me dará igual. Los artistas hacemos música, en este caso, y estamos expuestos a cualquier tipo de opiniones. Con este disco hemos querido adaptarnos a los gustos tanto de los nuevos como de los viejos fans, y en ese punto intermedio puede que no convenzamos a algunos. Pero, de veras, siento que estoy regalando algo a toda esa gente. Espero que lo valoren como tal”.

Han pasado algo más de diez años desde que volviste a los escenarios con Possessed. ¿Cómo ha sido el proceso hasta este punto?
“Nada ha sido fácil en mi vida, pero creo que esa es una de las características de nuestra existencia. Hay que ser un poco pesado, no tirar la toalla y buscar sin parar aquello que se quiere en la vida. En 2007 hemos vuelto con Possessed y hemos reformado la banda. Ahora, por fin, tenemos la oportunidad de sacar un nuevo disco de la mano de Nuclear Blast… eso hace que las cosas, hasta cierto punto, sean un poco más sencillas”.

Al final, eso sí, parece evidente que aún sois muy relevantes para una gran parte del público, aún estando alejados de los lanzamientos discográficos durante tanto tiempo…
“Bueno, creo que nunca me he acabado de ir del todo. Siempre he estado metido en pequeños proyectos, desarrollando mi creatividad y estando en contacto con la escena. Pero es evidente que volver a Possessed requirió de un esfuerzo extra. Mi alma estaba destrozada cuando dejamos la banda, no tenía tiempo como para componer canciones para el grupo. Es por eso que se ha tardado tanto, porque no podía”.

Hay muchos artistas que basan muchas de sus composiciones en el sufrimiento que han padecido. Parece que tu caso es el contrario.
“Creo se puede tomar inspiración de muchas formas, y el dolor puede ser un recurso evidente, pero también creo que para hacer buen arte tienes que tener la cabeza amueblada, con las ideas claras. A mí me ha costado lo suyo, no te voy a mentir, pero estoy muy orgulloso de haberlo conseguido y de estar ahora hablando contigo sobre un nuevo disco de Possessed. Por suerte dejé las drogas, y acepté el destino de mi vida, de ir en silla de ruedas por lo que me queda de existencia”.

En varias ocasiones has apuntado que, para este disco, querías modernizar el sonido de Possessed. Al final, la banda ya estaba avanzada a su tiempo en los ochenta…
“Intento ser yo mismo en todo momento, tanto en la música como en las letras. Hemos estado girando desde 2007, eso son muchas experiencias distintas y ha habido tiempo de sobra para que todos los miembros de la banda entiendan qué es lo que significa Possessed. Al final todo hace click de alguna forma. Creo que este disco es más Possessed que nunca, incluso que los dos primeros discos de los ochenta. Hemos estado tocando en directo durante más tiempo y de forma constante. Valoro mucho lo que hicimos, pero no hay que tener miedo a la hora de dar un paso adelante. Algunos en la banda no lo tenían del todo claro a la hora de componer un nuevo disco. Creo que el tiempo me está dando la razón”.

Existe cierto debate en el metal extremo sobre cómo debe sonar un disco. ¿Cómo trataste el sonido de ‘Revelations of Oblivion’?
“Desde mi punto de vista hay cierta confusión en ese sentido. Las bandas de los ochenta no teníamos tanta tecnología a nuestro alcance, por lo que es evidente que nuestros discos no sonaban tan depurados como los de las bandas actuales. A nosotros nos gusta sonar bien, y creo que con Peter (productor, guitarrista y vocalista de Hypocrisy) hemos logrado un sonido muy bueno. Nos gustan las guitarras altas, las baterías altas… una barrera de sonido. Si tenemos las herramientas a nuestro alcance, ¿por qué no hacerlo lo mejor que podamos? Tuvimos que elegir entre más de 20 mezclas distintas una vez tuvimos el disco grabado, de hecho, ese proceso nos costó más que la propia grabación. ¡Imagínate lo que nos importa sonar bien!”

Supongo que hay poca gente tan acreditada como tú para hablar del death metal. ¿Cómo recuerdas los ochenta y la creación de ese sonido?
“Lo recuerdo como algo revolucionario. Las bandas tenían una especie de competición para ver quién sonaba más brutal, con miembros muy jóvenes y con una energía imparable. El problema es que el thrash metal ejercía de barrera para que la gente no se atreviera a hacer ciertas cosas. Nosotros lo mandamos todo a la mierda y decidimos ser lo más extremos y blasfemos posible, algo que creo que aún intentamos a día de hoy. El death metal es lo más agresivo que te puedas echar en la cara. No queremos ser satánicos, pero queremos ser oscuros. Hay que mantenerlo todo lo más pesado posible, y eso creo que es lo que nos diferenció del resto de bandas”.

¿De veras no se trata de ser satánico?
“Bueno, creo que Satán existe, pero estoy siempre en la búsqueda de cualquier pensamiento. Busco la verdad cada día, tanto en la realidad como en la ficción. No soy creyente, pero tampoco soy ateo. Al menos no quemamos iglesias (risas). Pero es evidente que en ‘Seven Churches’ estábamos hablando sobre la biblia, ofendíamos a la gente con nuestras letras. Con el tiempo, no he parado de leer sobre ocultismo y sobre teorías de este tipo. Mientras la gente temía al diablo, nosotros, hasta cierto punto, lo adorábamos”.

Estaréis dentro de muy poco en España presentando este nuevo disco, tanto en Barcelona como en Madrid. ¿Qué me puedes contar de esos conciertos? ¿Cómo ves la expectación que habéis generado entre la audiencia?
“Siempre que vamos a Europa nos lo pasamos genial, y España es un país que nos encanta, tanto por su cultura como por sus fiestas. ¡España es un país fabuloso! Quizás me encanta porque soy mexicano, quién sabe (risas). Cada sitio tiene sus características y su gente, pero Barcelona y Madrid son algunos de nuestros sitios favoritos para tocar, estamos seguros de que serán grandes conciertos”.

Seguro que es una pregunta que te habrán hecho muchísimas veces, pero no por eso debo dejar de hacerla. ¿Cómo se afronta una gira de estas características yendo en silla de ruedas?
“A mí eso me da igual. Estoy haciendo lo mismo que todos mis compañeros, solo que sentado. Actualmente casi todas las salas tienen rampas o ascensores que me facilitan muchísimo la vida, si hay mala suerte siempre puedo tirar de colegas que me pueden echar una mano para subir al escenario. Me siento fantásticamente bien encima del escenario. He pasado más tiempo sentado que de pie en mi vida. Es parte de mi existencia, me he acostumbrado, así que la energía que intento transmitir en directo es máxima. ¡Si venís al concierto podréis comprobarlo!

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