Entrevistas |Jürgen Engler (Die Krupps)
«Inventamos al metal industrial porque en artistas como Kraftwerk echábamos en falta las guitarras»
Por: Yorgos Goumas
Si os gusta el metal industrial, indudablemente conoceréis a este combo originario de Düsseldorf, que se le considera como los pioneros no solamente de este género sino de la música industrial en general. Lo que leeréis a continuación es la parte de la entrevista con su fundador, Jürgen Engler, que se quedó fuera del número 432 de La Heavy por razones de espacio, pero la rescatamos por el interés general que seguramente suscitará entre los melómanos.
El disco de versiones fue inspirado tanto por la alerta sanitaria mundial actual como por una alerta interior que tuviste en 2019, algo que te decía que algo grande iba a pasar. ¿Presientes que esta situación se va a acabar pronto?
“Desgraciadamente, presiento que el efecto Covid no se va a ir tan pronto y ya les dije a los de mi agencia de contratación que no se podrá ir de gira este verano. Les dije que los artistas volverían a la carretera, como muy temprano, en el verano del 2022. Obviamente, los de mi agencia se llevan las manos a la cabeza y piensan que estoy loco pero este presentimiento no me suelta así que, desgraciadamente, creo que no veremos festivales ni giras hasta dentro de un año desde ahora”.
¿Siempre has tenido este tipo de presentimientos?
“Sí, los he tenido desde siempre. Algunos lo llamarán instinto, otros como sexto sentido, otros como voz interior… llámalo como quieras. Lo que sí he aprendido a lo largo de los años es que si ignoro estos presentimientos o si no hago caso a mi instinto, entonces me meto en problemas”. (risas)
Supongo que este don también te hizo visionar géneros musicales futuros ya que se te considera como uno de los pioneros de la música industrial, el metal industrial, etc.
“Cuando sacamos a nuestro debut, ‘Stahlwerksynfonie’ (1981), aún no existía este termino de manera oficial (NdR: Bandas como Throbbing Gristle o Cabaret Voltaire sí que habían sacado discos anteriormente que encajaban dentro de la definición del genero ‘industrial’). No estábamos conscientes entonces de los nuevos caminos artísticos que estábamos abriendo, simplemente seguíamos a nuestros instintos. Me acuerdo cuando salió el debut de Devo, ‘Q. Are We Not Men? A: We Are Devo!’ (1978), el vinilo era de color gris y cuando se lo contaba a mis amigos, les decía que el disco de Devo venía en ‘gris industrial’. No sé porqué usaba aquel termino pero supongo que mi instinto ya me advertía sobre el sendero musical que iba a seguir en breve”.
Una de las señas de identidad de vuestro sonido es el vibráfono pero hecho a lo bestia, con tubos de acero, (él mismo lo llama stylophone) y que encierra algo de la esencia del sonido industrial (uno de los conceptos originales de la música industrial fue precisamente el uso de herramientas y objetos industriales para crear sonidos estridentes e inquietantes). ¿Cómo surgió?
“La idea de usar objetos metálicos para crear música surgió primero del disco de Lou Reed, ‘Metal Machine Music’ (1975), simplemente por el titulo ya que Reed obviamente sólo usa sonidos electrónicos distorsionados. Me había parecido entonces una idea genial y me llevaba conmigo hasta que me topé con la banda de post punk Pere Ubu, cuyo frontman, David Thomas, le daba con un martillo a un yunque sobre el escenario como parte de su performance y como complemento de su sonido y justo ahí supe que podría hacer algo más con eso, así que para nuestro debut, dispuse de toda clase de objetos industriales para crear sonidos. Lo que pasa es que cuando nos ofrecieron irnos de gira, sabía que tener todo tipo de tubos metálicos esparcidos sobre un escenario conllevaría problemas y no sabía qué hacer hasta que vi en la tele a un vibrafonista de jazz llamado Lionel Hampton y allí surgió la idea de componer a los tubos metálicos en una especie de vibráfono. Tardé algo para poder sacar el sonido que buscaba y el propio vibráfono pasó por varias fases de evolución. Ahora mismo tengo uno para las giras por EE.UU. y otro para las giras europeas. Forma una parte inseparable del sonido de la banda y me encanta crear sonidos industriales infernales con el. Se han hecho medidas y hemos alcanzado un nivel de 116 decibelios en directo”.
Tienes experiencia con las versiones e incluso editasteis un EP con versiones de Metallica en 1992, lo cual os abrió las puertas en EE.UU….
“Cuando recibí la llamada de su management, al principio creía que era para decirme que me iban a denunciar o algo. (risas) Pues, tanto Lars (Ulrich) como Kirk (Hammet) les habían dicho que les gustaría ver al EP llegar a ser editado en EE.UU., así que nos ayudaron a cerrar un trato con Hollywood Records”.
¿Es por eso porqué te mudaste ahí?
“No. Siempre quise vivir ahí porque me sentía asfixiado en Alemania. Sentía que no había demasiada gente con la mente abierta a mi alrededor y desde pequeño me producía rechazo la mentalidad alemana de siempre seguir las reglas de manera estricta”.
Vives en Austin, Texas y Texas no es famoso precisamente por ser un estado liberal o progresista…
“Verás, el director de varios de nuestros video clips en los ’90 es de Houston y como los rodábamos ahí, llegué a conocer a mi esposa que es oriunda de Austin. Además el abogado que cerró el trato con Hollywood Records para el EP de Metallica era también de Austin y también me recomendó la ciudad. Resulta que por entonces (1993) yo vivía en Nueva York y mi guitarrista de entonces, Lee Altus (actualmente en Exodus) vivía en San Francisco así que decidimos mezclar al disco ‘II - The Final Option’ en Austin ya que está en medio. Aquel fue mi primer contacto con la ciudad y enseguida supe que por fin había encontrado mi lugar. Sabes, Austin es como un oasis en medio de tanto paleto tejano y siempre ha sido un bastión del Partido de los Demócratas rodeado por los Republicanos. Somos como el pueblo de Asterix”. (risas)
Curiosamente, un ex miembro de tu banda, Rudi Esch, editó un libro acerca de la escena musical de Düsseldorf (‘Electri_city – Elektronische Musik aus Düsseldorf’, 2014) donde despliega ante nosotros a una ciudad vanguardista y casi a la altura de Berlín, así que me extraña cuando dices que te sentías “asfixiado” en tu ciudad natal.
“Eso es verdad y no se puede negar pero a la vez el conservadurismo y las mentes cuadradas siguen imperando ahí. Yo de adolescente tuve que vérmelas muchas veces con grupos de neonazis por mi estética punk: “Hitler te habría gaseado” solían gritarme; eran épocas difíciles para los metaleros y los punkis. Pero no era sólo eso: como te dije la mentalidad alemana es rígida, llena de reglas que hay que seguir y lo que más me repatea es la falsa moralidad y la hipocresía y hay mucha mugre por debajo de esta falsa fachada. Personalmente, nunca tuve problemas aquí en EE.UU. y la gente siempre me ha tratado bien. Bueno, vivo en una ciudad así que la gente suele ser más abierta de mente y claro, como decimos aquí: ‘small town, small minds’. La ciudades grandes de Texas están gobernadas por los Demócratas pero el Gobernador de Texas es Republicando, precisamente porque le votan las ciudades más pequeñas. Creo que no hay tanta división entre la población urbana y la rural como la hay en el estado de Texas”.
¿Cómo viviste tú la escena artística de tu ciudad?
“Supongo que conocerás a los Die Toten Hosen. Pues, dos de sus miembros fundadores provenían de una banda que se llamaba ZK y esta banda fueron varias veces los teloneros de mi banda anterior, Male, con la cual tocaba punk. De hecho, ellos eran fans de Male y por eso se metieron en la música punk. Por otra parte, solía coincidir mucho con los miembros de Kraftwerk por la noche en los clubs y llegué a conocer a Ralf (Hutter). De hecho sigo siendo amigos con Wolfgang (Flür) y Karl (Bartos). Tengo que admitir que por entonces no me gustaba mucho su música simplemente porque me parecía floja; me faltaban las guitarras. Cuando salió el disco ‘Autobahn’, por ejemplo, en 1974, yo escuchaba a Hawkwind, ¿qué más quieres que te diga? (risas) Sólo años después llegué a apreciar más lo que hicieron y en cierto modo puede que me influenciaran de manera inconsciente en el sentido que quería complementar la música electrónica con guitarras, algo que me llevó a crear el metal industrial”.
Todos tenemos una imagen de los Kraftwerk como muy rígidos, robóticos, fríos, como su música, vamos. No me los imagino bailando en un club.
“Efectivamente. Eran así, no bailaban sino que se quedaban al fondo del club rodeados de gente que quería hablar con ellos o estaban rodeados de otros artistas, arquitectos… en definitiva, la elite cultural de la ciudad… y también estaban rodeados de chicas”. (risas)
¿Cómo empezó a interesarte la música electrónica, siendo un adolescente punkara/metalero?
“Fue en 1977 cuando descubrí tanto al homónimo debut de los Suicide como al single de un artista llamado The Normal (NdR Norman Miller, posteriormente fundador del sello Mute) que se titulaba “Warm Leatherette” porque aunque era música electrónica tenía una actitud y unos matices bastante crudos y agresivos. Básicamente era punk hecho con sintetizadores”. (NdR: Ambos han sido mencionados como influencia por artistas como Nine Inch Nails, Ministry, Bruce Springsteen, The Sisters of Mercy, Nick Cave y muchos otros).
¿Cuándo empezaste a mezclar guitarras metaleras con música electrónica?
“A mediados de los ’80, cuando ya había irrumpido el thrash, fundé el sello Atom-H y de ahí saqué discos con bandas como Accuser, Rumble Militia o Protector las cuales hacían una mezcla entre thrash, speed y punk, el llamado crossover. Yo detestaba el hair metal de época (risas) y el thrash me recordaba mis raíces punk… pero a lo bestia. Me acuerdo trabajando con los dos guitarristas de los Accuser y eran tan precisos y estaban tan compenetrados que no solamente sonaban como una guitarra sino que me recordaban a una maquina. Entonces surgió en mi mente aquel tan denostado disco de Lou Reed, ‘Metal Machine Music’ (1975), cuyo título se había quedado forjado en mi mente, y pensé que sería perfecto mezclar las guitarras thrash con secuenciadores. En 1989 salió la primera versión del tema “Metal Machine Music” y en 1992 salió el disco ‘I’” (NdR: Poco después, aquel año también saldría otro disco-hito para el metal industrial: ‘Psalm 69’ de Ministry).
Hablando de Lou Reed, tienes que ser el único ser humano sobre la faz de la tierra que valora positivamente a su disco ‘Metal Machine Music’ (1975). No solamente titulaste un tema tuyo así sino que homenajeaste su portada en tu disco ‘The Machinists of Joy’ (2013) y al siguiente disco en 2015 le titulaste ‘V – Metal Machine Music’…
(Carcajadas) Me acuerdo cuando era adolescente escuchando el disco junto a al bajista de la banda Male y nos gustaba porque sabíamos que Lou Reed había hecho aquel disco para fastidiarles a todos: a sus fans, a su discográfica… era una actitud muy punk y nos encantaba por eso. Se te olvidó decir que nuestro debut como Die Krupps, ‘Stahlwerksynfonie’ (1981), era puro ruido industrial, precisamente porque queríamos emular al disco de Lou Reed”.
¿Es verdad que Peter Gabriel fue influenciado por Die Krupps?
“Lo que pasa es que un día estaba leyendo una revista musical británica y me topé con una entrevista suya donde promocionaba su disco ‘Security’ (1982). Cuando le preguntaron de donde provenían todos aquellos elementos electrónicos e industriales que había incorporado en su música y él dijo que había estado escuchando a nuestro debut. Muchos años después quise homenajearle haciendo una versión del tema de Genesis “The Carpet Crawlers” para nuestro disco anterior de estudio, ‘Vision 2020 Vision’ (2019)”
Ya que te gustan tanto las versiones, ¿qué otras bandas te gustaría versionear?
“Me encantaría versionear el tema “Steel Monkey” de los Jethro Tull (‘Crest of a Knave’) porque me gusta mucho su mezcla de secuenciadores con guitarras tal como lo hicieron también los ZZ Top en los’80. En este tema en particular suenan más a Front 242 que los propios Front 242 (NdR una influyente banda belga de Electronic Body Music) pero con guitarras añadidas”.
¿Qué planes futuros tienes para Sie Krupps? ¿Volverás a colaborar con Dino Casares de Fear Factory (en 2019 sacaron el disco ‘Planet Fear’ junto a Claus Larsen de Leæther Strip).
“No hay planes para un segundo disco y además Dino está ocupado con el nuevo disco de FF. Por mi parte, aparte del disco de versiones, el 6 de junio sale el CD/DVD ‘The Big Industrial Bang’ que contiene nuestro primer concierto en 1981 y más adelante, quizás en otoño, se reeditarán los discos ‘III - Odyssey of the Mind’ (1995) y ‘Paradise Now’ (1997) con temas extras, etc.”
Recuerda que el grueso de la entrevista te está esperando en el nuevo número de La Heavy, el 432, con Sôber en portada y entrevistas tan jugosas como las de Powerwolf, Rise Against o Billy F Gibbons. Corre a tu kiosco o visita nuestra tienda online para no perderte nada.
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1 comentario
Un placer disfrutar de algunos temas y videoclips de una de las bandas pioneras del Metal Industrial germano para su nueva placa de estudio.