Crónicas

Uriah Heep + Monterrey: Medio siglo de esplendor

«Uno de sus grandes aciertos como grupo es saber configurar un repertorio que compacta a la perfección con sus grandes clásicos»

Sala Mon, Madrid

Texto y fotos: José Luis Martín

Los británicos Uriah Heep volvían a la capital, y lejos de centrarse en los fastos de su cincuenta aniversario, lo hacían con su nueva propuesta musical, el maravilloso 'Living the Dream', transmitiendo el mensaje de ser una formación que no utiliza el recurso fácil de vivir de los réditos del pasado, que apuesta siempre por las nuevas composiciones que, dada su gran calidad, encajan a la perfección con su colección de canciones que son himnos imperecederos de la historia del rock.

Qué gran acierto además, que para abrir su concierto se recurriera a la formación madrileña Monterrey. Aunque su trayectoria es de apenas cinco años, sus componentes poseen un lustroso y completo expediente académico en bandas muy representativas de la historia del rock de nuestro país como Ñu, Sobredosis, Atlas, Niagara, Ars Amandi, Arwen, etc.

Desde el hard rock clásico en sus inicios, han dado un pequeño giro hacia el rock sureño, con un sonido que podemos emparentar con los primeros M-Clan o con la banda de Tarque en solitario, dando un tratamiento exquisito a los coros y las melodías, con canciones que tienen el suficiente gancho para llegar a públicos mayoritarios, siempre que tengan la vía para ello.

Dispusieron de cuarenta y cinco minutos para enseñarnos su propuesta musical, donde recurrieron a tres de los cortes que aparecen en su único trabajo hasta la fecha, su EP de título homónimo, como "Encadenado a tu piel", "Perro fiel" o "Me olvidé de ti".

Su vocalista Julio Dávila mostró la calidez de sus registros y el feeling a la hora de transmitirnos sus líricas, muy bien apoyado por las guitarras de José de Benito y Manolo Arias, contando con una base rítmica muy competente con Julio Gutiérrez al bajo y Nacho Arriaga a la batería.

El resto de su repertorio fueron los nuevos temas que irán en su larga duración, que ya está grabado y terminado, y que saldrá en breve. Canciones como "Viejos tiempos", "Me hace sentir bien", "No necesito más", "Lo veo en tus ojos" o "Al final del camino", nos muestran los nuevos derroteros por los que transita Monterrey, con gancho y estribillos de los que se te quedan, apeteciéndote acompañarles en directo y participar junto a ellos. Si una parte de la audiencia los descubrió esta noche, y viendo la atención que mostró el público y lo repleto de la sala durante su actuación, así nos lo pareció, creo que su participación mereció mucho la pena.

Tras media hora para el cambio de backline y sin muchos prolegómenos, teníamos al quinteto londinense en escena. Un gran juego de luces y un buen despliegue de amplificadores detrás, junto a un espléndido sonido, nos introducían con el fantástico "Grazed  by Heaven" en la música de Uriah Heep, desde su perspectiva más actual.

Como viene siendo habitual, y eso les honra y les define como grupo solvente y trabajador, sus nuevas canciones iban a tener un gran peso dentro de su repertorio.

Uno de sus grandes aciertos como grupo, además de su gran compenetración y su puesta en escena, es saber configurar un repertorio, donde su nuevo disco tiene un gran peso, que compacta a la perfección con sus grandes clásicos, y todo ello sin hacer que decaiga para nada en el ritmo de la actuación.

Sus canciones más clásicas como "Return to Fantasy" o "Rainbow Demon" convivieron a la perfección con las recientes "Living the Dream", que da título al nuevo álbum, "Take Away My Soul", "Knockin At My Door" o "Water Flowing".

El porte y dominio de la escena del vocalista Bernie Shaw, junto a la elegancia a la hora de rasgar las seis cuerdas de Mick Box, único miembro original que queda de la formación, y la destreza con los teclados y los coros del experimentado teclista Phil Lanzon, configuran la columna vertebral de la banda. Todo ello, junto a una base rítmica que se ha incorporado después, con el batería Russell Gilbrook, que posee una poderosa pegada y contaba con una preciosa y luminosa batería, en sustitución de un enfermo y añorado Lee Kerslake, y el más joven de todos, el bajista Davey Rimmer que cumple a la perfección su cometido.

Qué agradable sorpresa encontrarnos con "Too Scared to Run", una pieza rescatada de aquel maravilloso 'Abominog', que llevaban mucho tiempo sin tocar, y que pertenece a su época de primeros de los ochenta, cuando el heavy metal reinaba en Europa, y que cuenta con una de las portadas más impactantes de toda su carrera, con esa cara demoniaca y terrorífica.

Tras la magnífica "Rock in the Road", que cuenta con un espectacular sonido de teclados, vendría la crema de su prolífica y brillante carrera, con perlas como "Gipsy", que fue recibida con auténtica euforia por todos sus seguidores, así como "Look at Yourself", "July Morning", o "Lady in Black", que como nos contó el propio Mick, eran tres canciones en una y decidieron juntarlas para ver qué pasaba.

Apenas un minuto para secarse el sudor y tomar un poco de aire y salían para ofrecernos los bises, con dos auténticas joyas como "Sunrise", de aquel inolvidable 'The Magician's Bithday, y el indispensable y emblemático "Easy Living", del disco 'Demonds & Wizards', ambos con portadas del excelente artista Roger Dean, que pusieron un magnífico colofón a nuestra cita con una de las bandas referentes dentro del hard rock de todos los tiempos.

Set list Uriah Heep:
Grazed by Heaven
Return to Fantasy
Living the Dream
Too Scared to Run
Take Away My Soul
Knockin At My Door
Rainbow Demon
Waters Flowing
Rock In the Road
Gypsy
Look at Yourself
July Morning
Lady In Black
Sunrise
Easy Living

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Esta entrada fue escrita por José Luis Martín

3 comentarios

  • Juandie dice:

    Pedazo de concierto en la capital de los históricos URIAH HEEP con esos clásicos y los temas de su nueva placa de estudio que al parecer han calado muy bien entre la peña. Ojala vuelvan pronto a nuestro país porque por estos lares siempre se les han querido y apreciado.

    • Oscar68 dice:

      Estuve presente, vine desde El Puerto de Santa María y acerté. Fue apoteósica la velada. Me encantaron Monterrey con esos toques de rock sureño. Uriah Heep fue una apisonadora. Actitud, sonido, calidad de cada miembro. Un enorme disco el que presentaron y su catarata de clásicos que incendió la abarrotada sala. Por suerte asistimos a la versión larga de su repertorio (15 temas), ya que a veces tocan 13 (dejando en el tintero a Return to Fantasy y a Knocking at my flor)

  • Alberto dice:

    ¿Alguien que estuviera en el concierto que piense, como yo, que la calidad de sonido dejó mucho que desear? Por lo que aprecié del entusiasmo de la gente, creo que soy de los pocos que lo percibí, así que asumo la posibilidad de estar equivocado, pero me cuesta creer, por ejemplo, que alguien pueda afirmar que la voz se oyó bien en general, o que la batería en \"Return to fantasy\" se apreciaba debidamente. El bajo sonaba excesivamente alto para mi gusto, casi se lo comía todo y el resultado global del grupo no era todo lo nítido que cabría esperar; Monterrey sonaron claramente mejor, sin la complicación de los amplificadores individuales; hoy en día esos obstáculos tecnológicos del pasado están superados, y desde hace mucho, pero la nostalgia suele tener más peso del necesario a veces. No es de los conciertos de peor sonido que he oído en mi vida, pero si me limito a bandas de su veteranía desde luego ocupa uno de los puestos más decepcionantes que recuerdo en ese sentido. Espero no haber ofendido a nadie, sólo es una opinión (tal vez equivocada). Saludos.

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