Obús: Sangre, rock & roll y gloria

Así, y tras un exitoso arranque el día anterior en Valencia, nos acercamos a Murcia para ver con nuestros nuevos ojos la poderosa descarga de los madrileños. Con la intro pregrabada con ritmo de tambores para caldear el ambiente y una pantalla donde se proyectaba el reconocible logo del grupo cientos de veces, poco a poco van tomando posiciones todos los miembros de Obús. Abren con dos novedades, demostrando que creen y apuestan a tope en su nuevo plástico, sonando la banda bestialmente heavy; sale Fortu, y la sala se viene literalmente abajo con “Rebeldes” y “La mosca”, que, además, son coreadas por gran parte del respetable como si de clásicos de toda la vida se trataran.

“¡Cómo me gusta Murcia!” nos grita Fortu mientras se marcan un excepcional y celebradísimo “Necesito más”. Prácticamente sin darnos un respiro, la cachonda “La raya” y la velocísima “El que más” dan muestras de que, una vez más, Obús lo van a partir. Mi compañero fotógrafo Gerardo me comenta que cada vez los ve mejor, y no es para menos, Fortu mantiene un estado de forma físico y vocal envidiable, al igual que Paco Laguna, que unidos a la savia nueva del potente batería Carlos Mirat y del bajista Luisma Hernández (que sustituye desde hace pocos años a Fernando Montesinos, aunque siguen colaborando con él) hacen que esta formación esté plenamente engrasada y continúen siendo nuestros AC/DC particulares.

En “Te visitará la muerte”, Fortu se come una estrofa y repite dos veces lo de “vivo como Dios”, pero el despiste es meramente anecdótico cuando están regalándonos, y con tanta entrega, semejante conciertazo. Es el turno del trallazo con el que Obús irrumpieron en el nuevo siglo, el incontestable “Que te jodan”, que en esta ocasión contó con una larga introducción y que al ritmo de “¡esas manos!” fue coreadísima. La camaradería y el cachondeo entre los componentes del grupo es más que patente, con beso de Fortu a Paco incluido. Los chistes y detalles del vocalista son, asimismo, constantes, con menciones y agradecimientos a un amigo que le había hecho un delicioso “arroz con conejo”, o el siempre detallazo de enviarle (ya en el final del concierto) un sentido “te quiero” a su chica, Yoli, que estuvo simpatiquísima vendiendo en su currado merchandising, con el que también tuvieron un gran éxito.

“Autopista” siempre es un cañonazo recibido con el máximo fervor, con el clásico interludio de “se me pone morcillona” de Fortu y los alargados gritos en falsete en el tramo final que dieron fe de que el frontman mantiene todavía una garganta privilegiada. Fortu grita varias veces para introducir “¡Camarero…!” y el público le responde con pasión en todas con “Whisky con hielo”, y es que muchos de los singles que han ido saliendo de su nuevo LP tienen madera de convertirse en nuevos himnos de la formación; sonó acojonante. La rapidísima “Juego sucio” con cameo al “Live Wire” de los reformados Mötley Crüe incluido, dio paso a otra novedad, “No me lo digas más”. Y es que ese es otro de los grandes alicientes de este tour, la frescura que aportan los nuevos temas y lo bien que encajan con los clásicos de siempre. Llega entonces otra de las infaltables, “Dinero, dinero”, con unas guitarras afiladísimas y un público volcado al cien por cien por un corte que nunca pasa de moda, y que incluye una vez más el efectivo recurso del fragmento vocal del “Ná, na, na na ná…” tomado del incunable “Land of a Thousand Dance” popularizado por Wilson Pickett o Ted Nugent, entre otros.

El tramo final no nos deja respiro, con “Pesadilla nuclear”, “Sólo lo hago en mi moto” y el cantado a pleno pulmón por la audiencia, “Va a estallar el obús”. Fortu presenta a la banda agradecido, comenzando por el bajista Luisma, “que es cojonudo como persona y que tenemos la suerte de contar con él”; se hace incluso un divertido cameo del “Another One Bites the Dust” de Queen. Da paso entonces al portentoso batería Carlos Mirat, que realiza un espectacular solo cubriéndose con una camisa negra incluso la cabeza, bebiendo a la par que toca con una mano o aporreando una escalera plegable mientras Fortu lo releva en su batería y tocan al unísono. Saben dar espectáculo sin necesidad de llevar grandes artificios, y eso sólo lo pueden hacer ellos.

Las palabras finales del cantante son para su compañero de batallas, Paco, que estuvo inconmensurable en todo el concierto, y tampoco se olvidan de nosotros, pidiendo “un fuerte aplauso para ustedes, que son los grandes”. Llega “Vamos muy bien” y la sala se viene definitivamente abajo. Aún quedaba una sorpresa final, recordándonos Fortu que un amigo, el televisivo monologuista “El monaguillo”, le imitaría próximamente en “Tu cara me suena”, y se despedían con un tema que le había encantado al periodista Buenafuente y que recientemente les había entrevistado. Así, con el “piratero coro” tarareado por todos del trallazo “Sangre de rock & roll” que abre su ‘Con un par’, y del que se acaba de estrenar un estupendo videoclip, acababan su más que triunfante andadura murciana. No os los perdáis durante el largo tour de este año, su rock & roll impagable nos renovó a todos la sangre por una larga temporada.

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