La Polla Records + El Drogas: Ni lentos ni jubilados

En Catalunya, y especialmente en Barcelona, también llevamos dos semanas revueltas, de hecho esa misma noche volvieron a sucederse altercados con las fuerzas del orden público. Movilizaciones que llevaron incluso a aplazar el denominado “Clásico del futbol estatal”, el Barça vs. Real Madrid. No fue el caso de los conciertos programados en la ciudad, que se han venido celebrando con total normalidad, a excepción de algunos suspendidos de forma solidaria durante la huelga general del pasado viernes 18 de octubre.

El Drogas. Foto: José Manuel Codón Blanco

Llegar con el tiempo de pasada tiene como consecuencia encontrarte con una fila larguísima del control de seguridad y otra de control de tickets para entrar al recinto, aunque por lo que escuchábamos desde el exterior Enrique Villarreal, más conocido como El Drogas, realizó un directo bastante similar al que ha venido haciendo en fechas anteriores, abriendo con “Okupación” y “En la silla eléctrica”. Llegué a entrar finalmente durante otro de la banda pamplonica, el que dio título a su segundo disco, ‘Barrio Conflictivo’ (1985). Nuevamente, la mayoría de cortes que interpretaron correspondieron a los de la Txantrea, a excepción de un par de la época en la que lideró Txarrena, cuatro de la formación actual de la que destacó “Peineta y Mantilla”, dedicada a una exministra popular de cuyo nombre no me quiero ni acordar, y un par de versiones, la ya habitual “Frio” de Alarma, y la de los chicos de Vitoria-Gasteiz, Cicatriz, y su “Aprieta el gatillo”, también conocida como “Enemigo público”.

Durante los clásicos de Barricada, Enrique le cedió el testigo a las miles de voces que casi llenaban el Sant Jordi en varias ocasiones. En “Todos mirando”, “No hay tregua”, “Oveja negra”, o al final, con pogo incluido de buena parte de la pista, con “En blanco y negro”. El Drogas y compañía se despidieron agradeciendo a los Pollos, y a los allí presentes por poder acompañar a los alaveses durante esta gira memorable.

El intermedio entre grupo y grupo estuvo caracterizado por los diversos intentos de avalancha de los situados en la grada, que preferían gozar del concierto desde la pista. Los de seguridad tuvieron verdaderos problemas para contenerlos, de hecho un miembro de la organización insinuó la posible suspensión del concierto si seguía intentando acceder a la parte baja del pabellón. Creo que se podía haber limitado a pedir tranquilidad, y permanecer en sus localidades, en lugar de entrar amenazando de cancelarlo. No quiero ni pensar qué hubiera ocurrido en ese caso.

La Polla Records, los de Agurain abrieron con la típica pregunta de Evaristo, si estamos todas, y ‘Salve’, su primer álbum, editado en 1984, y del cual dieron buena cuenta con un total de siete piezas. Siguieron con “Memoria de muerte”, “Así es la vida”, “Lucky Man for You”, pasaron por “Nuestra alegre juventud”, y así siguieron dejando caer temas empalmados, haciendo un pequeño descanso para echar un trago, de tanto en tanto, el primero antes de versar sobre la “Delincuencia”, durante la cual Evaristo colocó a los pies de la batería una bandera chilena.

El líder de Gatillazo, que lucía una camiseta con el lema “Obrero de derechas, tonto seguro”, no paró de saltar, de hacer sus habituales gesticulaciones y, a pesar del embarullado sonido, tener a casi todo el aforo en pie, durante los algo más de cien minutos de metraje. Aunque hablando de aforo, hay que decir que buena parte del graderío estaba vacío, en parte, supongo, por los que saltaron a la pista de baile que sí estaba prácticamente llena.

Con una celebradísima “Txus”, tras la que el vocalista soltó un eructo, y un “Viva México”, llegábamos al ecuador del espectáculo. Un pequeño receso amenizado por una composición de los sesenta, “Stupid Cupid”, interpretada por Connie Francis. Vuelta al ruedo con la vieja “Europa”, y “Mundo cabrón”.

Durante “Nos somos nada”, y “Socios a la fuerza” aparecen diversas ikurriñas y estelades, y tras “La solución final”, otro descansito durante el cual suena de fondo “El conjunto”, un divertido tema de aire folk del disco ‘Los Jubilados’. Llegamos al primer pack de bises entre las que destacan “Ivan”, “Carne pa la picadora”, o “Cara al culo”, tras la cual Evaristo colocó una bandera de “Llibertat Presos Polítics” sobre uno de los altavoces.

Con “Toda la puta vida igual”, y el comentario de que aquí sí que os dejan fumar, no como en la discoteque, llegaba otra paradita para cerrar con “La venganza”, “Johnny”, “La llorona”, y “Odio a los partidos”. Odio las banderas, pero en el escenario seguía la de Chile, y estelades e ikurriñas ondeaban en la sala.

Cuarenta y cuatro temas interpretados a toda velocidad, aunque podían haber sido otros cuarenta y cuatro, y es que trece álbumes, a unos veinte temas por disco, pues hagan cuentas. Entre las que eché en falta, alguna de plena actualidad como “Tan sometido”, “Era un hombre”, “Todo por la patria”, “Demócrata y cristiano”, o “Herpes, talco y tecno pop”, “Muy punk”, “Progreso y ciencia”, y como no, “Críticos”, tuyo es el poder, tuyo es el espacio en el papel. Sublime. Habrá que ver como continua el próximo año esta reunión por América, y si tendrá continuación a su vuelta.

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