Crónicas

Kee Marcello + Hora Límite: sobredosis de feeling

«El guitarrista Kee Marcello hipnotiza Madrid con los clásicos de Europe»

3 abril 2019

Sala Silikona, Madrid

Texto: Nacho de Carlos. Fotos: José Luis Martín

La Sala Silikona de Madrid acogió una noche de emociones fuertes gracias a Kee Marcello y su interpretación magistral de grandes clásicos de Europe. El aperitivo al guitarrista lo puso el magnífico concierto de Hora Límite, una banda que apunta muy alto.

El grupo de Alcorcón Hora Límite fue el encargado de abrir el concierto de Kee Marcello el pasado miércoles 3 de abril en la sala Silikona del madrileño barrio de Moratalaz, presentando su primer disco 'Resultado de un error'. A las guitarras estaban Fran Macías y Jesús Troitiño, al bajo Raúl Martos, a la batería David Cortés y a la voz Sara Sánchez. El estilo que practican es un hard rock melódico. La idea la tienen clarísima y no se apartan de esa línea en ningún momento, ¡me alegro!

El tema con el que abrieron fue “Todo lo que pierdo”. Perdonad si me equivoco, pero creo que éste no forma parte del disco. Bueno, el caso es que es un buen tema para abrir sus conciertos, cañerete y con esos estribillos que enganchan. Siguieron con “Luna de abril”y “Dos historias”. Estas sí puedo asegurar que forman parte de su disco, al igual que “Princesas” que habla sobre el maltrato que sufren muchas mujeres. Siguieron con “Lárgate” y para el tema “Ladrón de sueños” (algo más lento) tomó la iniciativa Fran, explicando que la letra habla sobre el cáncer, con cara de dolor. Imagino que en su cabeza tenía el recuerdo de alguien importante para él…igual que nos pasó a todos los que allí estábamos. El estribillo lo dice todo: "¡Madito seas! ¡Para siempre!" ¿A alguien se le ocurre algo mejor para referirse a esta enfermedad? A mí, no.

Sara Sánchez de Hora Límite

En el concierto fueron sonando los temas de su disco y creo que de alguna de sus anteriores maquetas, y me gustaría comentar lo siguiente: sonaron muy compactos, todo en su sitio. Entre tema y tema no hubo tiempos muertos, de esos que hacen que no sepas a dónde mirar. Vamos, que están muy bien ensayados, ¡se agradece!

Escuchándolos me agradó mucho un dato: no hay nada que sobre en sus canciones. Esto no es ninguna tontería. Muchas veces, los grupos se empeñan en sobrecargar las canciones con ideas que no aportan nada. En este caso, todo está en su sitio y en su justa medida. Y otra cosa: la manera de componer de la banda da pie a mucho, se puede sacar petróleo de sus ideas, no sé si me explico. A ver… toda persona que se haga llamar productor musical o arreglista, disfrutaría de lo lindo aportando ideas en las canciones de esta gente.

Creo que comentaron algo sobre esto, no pude enterarme bien, pues en ese momento tenía a dos individuos delante de mí, que no paraban de hablar de cosas que nada tenían que ver con el concierto, se les oía más que a la banda (la típica interferencia que se crea en casi todos los conciertos). Pero algo pude captar, sobre la ayuda recibida por un amigo músico que les retocó los temas y el sonido. Pues eso, se nota que los temas estaban muy bien tratados. ¡Enhorabuena por el trabajo de arreglos!

El concierto seguía con esta tónica. Buen sonido, buenas canciones, buena ejecución... En fin, un lujazo de banda. Y ahora es cuando el cronista tiene la necesidad de dar algún consejo al grupo novel, ¿no? Pues no, ¿para qué? Se nota que están muy bien aconsejados. En esta vida, todos tenemos que mejorar, por supuesto, y ante lo visto en el concierto de la Silikona, esta gente no va a ir hacia atrás. En unos años pueden ponerse muy arriba.

Perdón, sí que voy a dar un consejo: no discutáis y llevaos bien. El producto es bueno.

“Cuerdo o no”, “Matar lo muerto” y el último tema “Todo lo hago por ti”, que realmente fue el penúltimo, pues la gente pidió otra y otra y, sin previo aviso, se arrancaron con el “Días de escuela” de los Asfalto, que les sonó genial y que no aparecía en el setlist.

Muy buen concierto, muy buenos temas y buen feeling.

Y si ya la sala contase con una iluminación correcta, todo habría sido mejor. Pero bueno, desgraciadamente, es algo que sucede en el 100% de las salas de pequeño y mediano aforo de Madrid. Parece que ya nos hemos acostumbrado a ver los conciertos entre penumbras y ya nadie se queja. A mí es algo que me molesta mucho, pues el espectáculo es audiovisual, se suele comentar mucho sobre el buen o mal sonido, pero sobre la iluminación soy el único que da la brasa.

No me enrollo más. Llega el turno de Kee Marcello... ¡y ya seguiré con mi “cruzada por la luz”!

El guitarrista sustituyó a John Norum en Europe poco después de la salida del disco 'The Final Countdown' y participó en dos discos de la banda: 'Out Of This World' y 'Prisoners InParadise'.

Kee Marcello

Su carrera en solitario recoge los discos Shine On (1995), Melon Demon Divine (2003) éste como Kee Macello’s K2, y más recientemente Scaling Up (2016). Colaboró en más proyectos, pero básicamente estos son los más notables, sin contar los Easy Action, de los que no tocó nada esta noche.

Los temas que eligió fueron sobre todo de Europe y algunos de su último disco en solitario, 'Scaling Up'.

Empezó con dos temas de Europe: “Ready Or Not” y “Let the Good Times Rock”.

La banda que le acompañó estaba formada por tres italianos: Alessio Contorni a los teclados -multiinstrumentista, especializado en composición y arreglos, con varios premios a sus espaldas-, Daniele Michelacci a la batería y Marco Polizzi al bajo, que se dedicaron a acompañar al guitarrista de manera correcta, sin tomar protagonismo en ningún momento. El sonido desde mi posición era bueno, todo sonaba con claridad. Otra cosa fue la iluminación, había momentos en los que sólo se veían sombras…

El tercer tema fue “Scaling up” de su disco homónimo muy en la onda de  los antiguos Europe.

“More Than Meets The Eye" (Europe), “Fix Me” (Kee Marcello), “Don’t Miss You Much” (Kee Marcello), “Girl From Lebanon” (Europe) y la versión del “Vuelo del moscardón” de Nikolái Rimsky Kórsakov que ya la hacía en sus conciertos con Europe a modo de despliegue técnico.

La manera de tocar de Marcello hipnotiza. La melodía está siempre presente en los solos de guitarra, sean más rápidos o más lentos; el vibrato que le da a las notas tiene mucha culpa de ello. Esto es algo que en un principio no se comenta o no impresiona, pero es superimportante. Si las notas a las que caes no vibran, el solo suena muerto y falto de alma. Cuando empecé a escuchar rock, había guitarristas que, sin saber por qué, no me gustaban. Al tiempo, me di cuenta de que los que nunca me habían gustado no tenían un buen vibrato. Una de las asignaturas importantes para todo guitarrista tendría que ser esa. Schenker, Norum, Vai, Malmsteen, Friedman, etc. Todos ellos son un buen ejemplo de lo que un buen vibrato aporta a la música. El de Schenker es genial.

Pues el bueno de Kee interactuó mucho con el público, el cual estaba entregado, coreaban y disfrutaban de los temas. A él le venía muy bien ese apoyo en las voces que le hacía el público. Como cantante cumplió de sobra. Para mí, el setlist fue un acierto. Ningún tema desentonó, todo estaba superequilibrado. Buenos temas, tanto los de Europe como los de su proyecto, buenos solos, geniales estribillos y una ejecución suprema. Bueno, seguro que tuvo noches mejores, pero para las condiciones de la sala demasiado bien lo hizo (un poquito de iluminación, por favor).

“Sing Of The Times” fue seguida de “Carrie”, que prácticamente no la tuvo que cantar, pues el público le dio voz de principio a fin. Siguió con una versión instrumental del “Amazing Grace” muy sentida, ¡bendito vibrato!

Kee Marcello

Otro tema de Europe fue “Tower´s Callin’”, pero quiero aclarar una cosa: la mayoría de los temas de Europe que tocó fueron los que estaban firmados por él, salvo los típicos “Carrie” y alguno más que no podían faltar como “Just the Beginning”, también grabado por él en aquel “Out Of This World”, que sonó perfecta.

Y llegó el momento que yo esperaba: “Superstitious” -me encanta este tema-, y él solo es de lo más bonito que Marcello pudo firmar con Europe y pienso que de todo su legado personal.

¡Lagrimones! Sí, ¡así fue! La piel de gallina, empecé a levitar sin darme cuenta, ¡lloré! Volví a estar en contacto con el suelo y me volví a apoyar en la barra, pues las piernas me temblaban, habría caído desplomado al suelo de no ser por ella… Fue demasiado fuerte, una descarga emocional que hizo que las yemas de los dedos se me pusiesen en carne viva. Y esto tiene su explicación. Me teletransporté 20 años al pasado, y me vi en la habitación tocando ese solo. Lo recuerdo perfectamente. En su día, me empeñé en aprender el solo de ese tema. Y lo hice, pero no contaba con que una vez que lo saqué, no podía dejar de tocarlo, terminaba y volvía a empezar. Una fuerza extraña se apoderó de mí, fue un bucle infernal. Ese día terminé con las yemas destrozadas y las uñas separadas de la carne. Al día siguiente no podía tocar, veía las estrellas.

Y llegó el final... de la cuenta atrás: “The Final Countdown”. Como podréis imaginar, la gente cantó de principio a fin esta canción, pero yo seguía sedado, ya os digo. Lo de “Superstitious” fue una sobredosis de feeling para mí, mi organismo no estaba preparado para ello. Cuando se juntan una etapa importante de tu vida con unas melodías que conectan y te hacen vibrar, el resultado es el que comento, te marcan de por vida y años después, si se presenta la ocasión, pueden hacerte regresar a ese momento en el que todo ocurrió.

Con “The Final Countdown” terminó el bolo y ya no recuerdo nada más…

¡Viva la música!

Redacción
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Esta entrada fue escrita por Redacción

2 comentarios

  • Juandie dice:

    Otro buen concierto por parte de éste histórico hacha como es Kee Marcello interpretando con su banda esos temas inmortales de EUROPE el cual lo bordó en esa noche madrileña al igual que una buena banda como son HORA LIMITE que a su manera lo dieron todo y resultaron triunfadores.

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