Zenobia + Kilmara + Knights of Blood: Metal de la vieja escuela

Zenobia

Tras su concierto el pasado año en la sala Hysteria en plena pandemia, con el público sentado y con mascarillas, por fin podíamos ver a la formación riojana en un escenario acorde a su capacidad de congregación y en el que pudiera desplegar su puesta en escena, para presentar como es debido su último trabajo, ‘VI’, que data ya de 2020, cuando empezaba esta pesadilla pandémica.

En primer lugar queremos disculparnos con la banda Knights of Blood, a la que no pudimos llegar a ver, a pesar de las ganas que teníamos y creo que no soy dudoso de mi apoyo a las formaciones emergentes, puesto que inició su actuación casi a la vez que el horario en el que se anunciaba la apertura de puertas. Al no disponer de un horario de referencia para ver el comienzo de cada banda, dimos por supuesto lo normal en la mayoría de salas, que es el inicio a los cuarenta y cinco minutos o incluso una hora desde que se abren las puertas.

Mireia Fontarrosa (Knights of Blood) con Jorge Beceo (Zenobia)

Los barceloneses Kilmara eran los siguientes invitados en aparecer, en su cuarto y último acompañamiento en esta gira de Zenobia, y los vimos en un gran estado de forma, contando con la complicidad del público, aunque el sonido no fue todo lo bueno que nos hubiera gustado.

Tras la intro de 'Gladiator', comenzaron su show con la potente “The Break Up”, único corte de su álbum de 2014 ‘Love Songs and Other Nightmares’, y último con su cantante original, Christian Kohl, a las voces. Un disco que se ha convertido en la pieza más complicada y buscada por los coleccionistas, al encontrarse totalmente agotado.

Kilmara

Su actuación se basó principalmente en su último trabajo de estudio, ‘Across the Real of Time', entendemos que además de apostar por las nuevas composiciones, también son con las que ha debutado discográficamente su actual vocalista, Dani Ponce, que se encontró muy a gusto sobre las tablas y supo transmitirlo. De dicho álbum sonaron  canciones como “The End of the World”, “My Haven”, “Principles of Hatred”, “Purging Flames”, la maravillosa “Disciples”, que es una de nuestras favoritas, o “Out from the Darkness”, con la que se despidieron ante una gran ovación.

La banda comandada por el guitarra y luchador John Portillo, único miembro original que queda, ha incorporado recientemente a otro guitarra como Carles Salse, que compagina su labor con los pamploneses Xtasy, y que ha otorgado gran consistencia al combo. El ritmo lo marcaron el enérgico Didac Plà al bajo y toda una máquina de percutir sobre los parches como Eric Killer, que engrandecen a una banda de metal.

No se olvidaron de ‘Fear the Wolf’, del que recuperaron un precioso medio tiempo como “Blindfold” y nos regalaron un adelanto de lo que será su nuevo disco. ‘Journey to the Sun’, como “Power of the Mind”, del que deseamos que vea pronto la luz y sitúe a la banda en el lugar que se merecen, después de seguir adelante sin tirar la toalla.

Zenobia

El recibimiento a Zenobia, que arrancó con “Sin perder la pasión”, el primero de los temas de ‘VI’ que iban a caer, fue con grandes muestras de cariño por un gran número de seguidores que tenían ganas del reencuentro con los de Lardero.

Bárbara Black con Zenobia

“La fiebre del oro”, con ese estribillo y esas melodías marca de la casa, engancharon enseguida a un público muy entregado y participativo, una bendición para la supervivencia del género. Cuando a Zenobia se les critica desde el lado más true del metal, se deberían preguntar por qué su música llega a un mayor público del que solemos ver habitualmente en las salas, cuando hablamos de grupos de heavy o power metal.

Como siempre, la figura del vocalista Jorge Berceo llenaba todo el escenario, pero hay que decir que la banda que le acompaña es de máximo nivel, con la presencia del que fuera vocalista de los añorados Red Wine, Mario Suárez, ahora como guitarrista, y de Marcos Lorente a la otra guitarra, últimas incorporaciones, con el teclista Ernesto Arranz, y una sólida base rítmica con el exbajista de Ethos, Héctor Hernáez, y el veterano Javi Herrero a los parches, que es toda una garantía y que firma casi tres lustros en el grupo.

Dani Ponce (Kilmara) con Zenobia

Zenobia también tiene ese lado intimista, que sirve para poner un poco de calma en su enérgico repertorio, y para ello, dos de sus grandes baladas como “Vuelve” o “Ante sus ojos”, que fueron muy bien acompañadas por el público, no faltaron esta noche.

Con “Militiaest vita”, “El sueño de un loco”, de actualidad por la repudia a los regímenes totalitaristas; “Ícaro” o “El último bastión”, sobre la batalla de las Termópilas, nos mostraron su lado más épico y potente, donde las guitarras afiladas y el doble bombo tomaban protagonismo, ante la narración de episodios de la historia.

Para este concierto de reencuentro la banda no escatimó en invitados, y el primero en salir fue el siempre dispuesto cantante madrileño Isaac Palón, al que también vimos colaborar recientemente con Coz en “Tu amistad”. Los siguientes vocalistas en subir al escenario fueron Dani Ponce de Kilmara en “No me dejes caer”, Mireia Fontarrosa de los granadinos Knights of Blood en “La danza del diablo”, Rubén Kelsen de los rebautizados Debler Eternia en “Corazón de hielo”, y Bárbara Black en “El laberinto”, dando colorido y animación a la banda.

Con la intensa “Borraré tu nombre” y la poderosa “Jamás” encaminaron la recta final que concluyó con dos auténticos himnos como “La tormenta” y el esperado y deseado “Lo llevo en la sangre”, que nos dejó a todos más que satisfechos por la entrega, el buen hacer y las ganas con las que Zenobia enfocan siempre sus conciertos.

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