Crónicas

Voivod + Nightrage: En otra dimensión

«Pioneros del thrash progresivo, pero hambrientos y con mucha vida y música por delante»

24 septiembre 2018

Sala Bóveda, Barcelona

Texto: Jordi Campàs. Fotos: Markceröck

Diría que no visitaba esta sala desde el estreno de Nervosa en la capital catalana, hará un par de años. Conocida por su discutible calidad sonora, lo que sí que tiene este antiguo taller o almacén es el metro y medio de altura a los que están situados los tableros del escenario, lo que permite una visión perfecta desde cualquier punto del local.

Pero vamos con la banda que está acompañando a los canadienses en su gira de treinta y cinco aniversario, Nightrage, formación de death metal melódico fundada en el 2000 por los guitarristas griegos Marios Illiopoulos, y Gus G (Firewind, Ozzy, etc), el cual abandono el grupo en 2006. Junto a Marios, único miembro original, la formación cuenta con el rudo vocalista sueco Ronnie Nyman al frente, lugar ocupado en épocas anteriores por nombres ilustres de la escena death nórdica como los vocalistas Tomas Lindberg (At The Gates), o Jimmy Strimel (Dead by April). En un escenario más que reducido, con la batería de Lawrence situada a la derecha, el quinteto abrió con “Being Nothing” de su disco del 2005 'Descent into Chaos', seguida por la primera de las tres que caerían de su nuevo álbum 'The Venomous', “In Abhorrence”. Tras la cual, el bajista, Anders Hammer, soltó un "Bona nit Barcelona" y más tarde diría palabras de agradecimiento en un perfecto castellano. Continuaron con “From Ashes into Stone”, “Scathing”, “The Venomous”, “Insidious”, “Affliction”, y la enérgica “Wearing a Martyr’s Crow”, en la que Marios hace segundas voces. Terminaron su  primera visita por estos lares con “Spiral”, con Ronnie dejándose la voz, cantando a grito pelado, y con “The Tremor”, de su disco debut 'Sweet Vengance'. Dejaron buena impresión, en especial por su entrega y su buena compenetración, destacando en especial el vigor y la pasión que transmite su frontman, que acabó bailando junto a los headbangers de primera fila tras deshacerse del micro.

Segunda vez como cabeza de cartel de los chicos de Voivod,  y en la misma sala, la primera sería en el 2011 cuando esta se llamaba Mephisto, el resto de ocasiones, siete creo recordar, han llegado como teloneros de lujo, o participando en el festival Primavera Sound 2015. Aunque el cartel de la gira reza en titulares como la gira del trigésimo quinto aniversario, los de Jonquière, Quebec acaban de lanzar al mercado su decimocuarto trabajo en estudio, 'The Wake', y dieron buena cuenta de él. La formación original se encuentra al cincuenta por ciento, con su catártico vocalista Snake, y Away a la batería, mientras que el guitarra, Chewy, está desde 2008, tras el fallecimiento por cáncer de Piggy en 2005, y la disputada plaza de bajo ahora la ocupa Dominique Laroche, alias Rocky, desde la segunda deserción de Blacky en 2014. Recordemos que primero Eric Forrest, y luego Jason Newsted ya le sustituyeron entre el 94 y el 2008.

Había gran expectación entre los ultra fans del cuarteto, que apareció con calma, saludando amigablemente a los aproximadamente trescientos asistentes, y, como si nada, pasaron del cero a cien de forma inusitada con el tema que da título al EP 'Post Society' (2016). Tuvieron lugar los primeros pogos y los consiguientes problemas para los fotógrafos, que sufrieron lo suyo para realizar su trabajo, al no haber separación entre el público y el escenario, dada su altura. Hubo gritos de Voivod, Voivod, hecho que se repetiría entre canción y canción durante todo el show. Snake nos invitó a celebrar su 35º aniversario junto a ellos con el tema “Ravenous Medicine”, primera de las tres que caerían de su 'Killing Technology' (1987), al igual que del 'The Wake', “Obsolete Things” es una de las tres de su nuevo disco que Snake anuncia con especial cariño, esperando y deseando que nos guste. Y parece que así es, ya que la recepción de este, y del resto de cortes nuevos serían tan celebrados como el resto del repertorio, como la enloquecedora “Technocrators Manipulators” de su emblemático 'Dimension Hatröss' (1988). Tiempo para "Nothingface” (1989) con la intrincada y ambivalente “Into My Hypercube”, antes de presentar otro tema nuevo, la maquinal “Iconspiracy”, Snake nos dijo que éramos, por mucho, el público más ruidoso. A pesar de que el escenario es bastante limitado, el ascenso y caída de fans durante el bolo fue una constante, siendo recogidos, acogidos y aerotransportados por la hermandad metalera arriba y abajo.

Hubo momentos de guasa con riffs de Maiden y Kiss, mientras Snake imitaba a Elvis antes de entrar en estado de euforia con “The Prow”. Al terminarla, Snake dijo que vernos disfrutar así es como mejor pagado se siente. Otro gran momento llegó con “Order of the Blackguards” en la que Chewy y Rocky se dedicaron a moverse sin parar, agitando las guitarras y moviendo sus largas melenas al unísono y de forma coordinada. Antes de entrar con “Fall”, del mismo EP con el que empezaron, es hora de corear el nombre de Away, el único que ha permanecido en la formación desde el 83 hasta ahora. Tocaba otro corte de su bebé, como a Snake le gusta llamar al nuevo álbum, una sinfonía llamada “Always Moving”. Tras “The Lost Machine” de su 'The Outer Limits' (1993) fue momento de presentar a los componentes de la banda, hasta llegar a su vocalista al que denominan como reptil del espacio, y más viejo que Yoda (Star Wars). Tras este divertido impasse, se sucedió el ataque final, con el tema de su disco debut del 84 'War and Pain' que da nombre a la banda, con el que se despiden antes de volver tras una insistente demanda para terminar definitivamente con “Overreaction”, y de este modo llegar a los noventa minutos de rigor. Geniales como siempre, adorados e incomprendidos desde sus inicios, son una rara avis dentro del escenario del metal, pioneros del thrash progresivo, pero hambrientos y con mucha vida y música por delante.

Redacción
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1 comentario

  • Juandie dice:

    Quizás sean incomprendidos para mucha gente pero para mí es una bandaza a la altura de las más grandes del Thrash Metal y esa noche en Barcelona dieron otro recital demostrando lo que son. Larga vida a VOIVOD.

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