Topo: Patrimonio nacional

Y a la tercera fue la vencida, tras aplazarse la primera fecha del concierto por el Covid, y la segunda por coincidir con la final de la Champions League de fútbol, que paralizó la capital… lo que muchos seguidores merengues agradecimos.

Desde la inicial “Batalla naval”, perteneciente a su nuevo trabajo creado en plena pandemia ‘Duros y dulces sueños’, que se presentaba esta noche, la banda se encontró con un público muy entregado a la causa y dispuesto a dar el calor necesario para que se sintieran muy a gusto.

Sonaban después y entrelazadas “Los chicos están bien” y “Marea negra”, pertenecientes al magnífico disco al que da título esta última canción, y que sigue siendo el armazón de su repertorio, pues incluyeron hasta seis cortes del mismo.

La formación creada en 1978 y comandada por los miembros originales José Luis Jiménez (a la voz y el bajo) y Lele Laina (guitarra rítmica, voces y coros) tras su escisión de Asfalto, cuenta con el guitarra solista Luis Cruz desde 1986 y con el batería Jesús Sánchez Almodóvar “Almo”, que se incorporó en 2014, siendo este puesto el más itinerante y por el que han pasado ilustres músicos, como el añorado “Terry” Barrios, Cacho Casal, Miguel Bullido o José Martos, entre otros.

Con apenas pausa entre canción y canción, fueron cayendo “La bruja del rock”, dedicada a Tina Turner, la nostálgica “Días de cine”, “Guerra fría”, transformada ahora en palabras de José Luis en “Guerra caliente”, y “Maldito dinero”, primer tema que nos adelantaron de su nuevo álbum y que es tratado como una fábula sobre el vil metal, donde el zorro, el lobo y la serpiente son los jefes y los que manejan el poder, y los corderos somos el resto.

Tras preguntarnos José Luis si nos gustaba el blues, llegaba “Blues del Dandy”, el relato de un trepa y vividor, que ganaba muchos enteros con los teclados de la versión original, y que aunque aquí no los teníamos en directo, siempre es de agradecer. La imprescindible y estremecedora “Ser urbano” y la premonitoria “Pinta en espadas”, que tiene un adictivo riff inicial y que va para clásico, pudiendo ser renombrada como “Pinta en bastos” por la situación actual en el mundo, mantenían un ritmo muy elevado.

El sonido durante toda la noche fue impecable, no pudiendo decir lo mismo de las luces, que apenas iluminaban a los músicos y que no entendemos qué se gana con ello, puesto que en contadas ocasiones se utilizaban casi al completo. Hay que decir que Topo es una banda todoterreno, pero a la que hay que ver de vez en cuando en el calor de una sala por lo que transmiten con su cercanía y por el clima que son capaces de crear.

Uno de sus temas más emblemáticos como “Vallecas 1996”, sobre el famoso barrio madrileño, elevó la temperatura de la sala y Luis se lució con un extraordinario solo. Nos recordaron épocas pretéritas, cuando se acercaban al Manzanares, presentándonos una de las nuevas canciones como “Pequeño y sucio río”, que ponía un poco de pausa antes del arreón final.

Exclamaba José Luis: "¡Que paliza!", y no era para menos en boca de un músico que en noviembre cumple 74 tacos, tras el esfuerzo de un concierto muy exigente, donde no hubo momentos de relax ni de solos aburridos y de relleno, era el tiempo de “Colores”, una de las más bellas composiciones que Topo nos ha regalado en su carrera.

El trío final antes de los bises era un homenaje a la música, a la vida, a los sentimientos, a los recuerdos y todo un ejercicio de clarividencia musical, como lo es toda su obra. Hay poco que añadir ante clásicos del calibre de “Rocinante”, “Ciudad de músicos” y su canción más emblemática, “Días de escuela”, con su reconocible riff inicial de bajo, que fueron recibidos con alborozo y regocijo por un público muy participativo, que arropó con los coros y las palmas casi toda la actuación.

En los bises salió Lele en solitario para interpretar con la guitarra acústica y la armónica “El emigrante”, aquella canción que cerraba el homónimo primer disco de Asfalto en 1978. El resto se incorporó con el blues de “Trae a casa tu amor”, de aquel fallido ‘Pret a porter’, que contenía un maravilloso homenaje a la radio como “Radio 10”, y que hace tiempo que salió de su setlist. La excelente “Cantante urbano”, también de ‘Marea negra’, y la festiva y extra larga en esta ocasión “Mis amigos dónde estarán”, fueron el perfecto colofón, con una sala volcada con la formación y sus himnos, en una noche inolvidable para todos los que allí acudimos.

Nadie sabe cuánto durará la aventura musical de Topo, pero viendo el extraordinario momento de forma en el que están, su delicioso repertorio y la complicidad que muestran en directo sus componentes… ¡disfrutemos de ellos, amigos!

Setlist de Topo en Madrid:

Batalla naval
Los chicos están mal
Marea negra
La bruja del rock
Días de cine
Guerra fría
Maldito dinero
Blues del Dandy
Ser urbano
Pinta en espadas
Vallecas 1996
Pequeño y sucio río
Colores
Rocinante
Ciudad de músicos
Días de escuela
El emigrante
Trae a casa tu amor
Cantante urbano
Mis amigos dónde estarán

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