Crónicas
The Quireboys en Bilbao: Supervivientes del rock n’ roll
«Por muy letales que sean los golpes, estos supervivientes del rock n’ roll se vuelven a levantar como Rocky Balboa y aguantan lo que sea menester sin plantearse arrojar la toalla. Ya lo puede hacer bien Spike por su cuenta porque sus otrora compañeros le han colocado el pabellón por las nubes en lo que respecta a los directos.»
4 diciembre 2022
Sala Azkena, Bilbao
Texto y fotos: Alfredo Villaescusa
Los cismas en el seno de las bandas pueden llegar a desembocar en situaciones realmente dantescas. Ya se ha producido ese fenómeno en alguna ocasión al otro del Atlántico entre grupos con solera como L.A. Guns o Ratt, pero por estos lares todavía nos resultaría bastante raro eso de que existan dos versiones de una misma formación. Como si se tratara de una especie de distopía musical en la que hubiera diferentes reversos de un idéntico nombre.
Con The Quireboys tal vez suceda algo así en el futuro, pues tras la marcha del carismático vocalista Spike sus antiguos compañeros decidieron seguir adelante con el guitarrista Guy Griffin asumiendo las tareas vocales mientras por el otro lado el antaño frontman anunciaba también la intención de grabar bajo el nombre de Quireboys. Vaya embrollo.
La facción de Griffin anda ya preparando su siguiente placa de estudio ‘The Band Rolls On…”, pero eso no impide para que se marquen una extensa gira peninsular en la que cuentan además con el glamuroso bajista Chip Z’ Nuff de Enuff Z’ Nuff. Tocar en Vitoria y en la capital vizcaína era una jugada de notable riesgo, por lo que se temió un fiasco en términos de asistencia, aunque al final se alcanzara una afluencia respetable.
Calentaron el ambiente los gallegos Pölisong, que le daban al hard rock potente con considerable habilidad tanto en inglés como en castellano, cuando empleaban el segundo se acercaban bastante a M Clan. No nos cambiaron la vida, pese a disponer de un catálogo de piezas realmente enérgicas y alguna que otra con importante eco setentero, caso de “Save Me”. A modo de entremés, ni tan mal.
Encontrarse en un concierto plagado de fieles que se saben los temas de principio a fin es una sensación maravillosa, a pesar de que en el recital de The Quireboys hubiera una importante colonia de cacatúas que deslució los cortes más reposados. La principal duda era saber si Griffin mantendría el tipo a la voz y lograría conectar con el respetable de la misma manera que el desaparecido Spike.
Y lo cierto es que desde “I Love This Dirty Town” el guitarrista debió sorprender a muchos de los que asistíamos a la velada con dudas en este aspecto. “Misled” sirvió para que la cosa fuera tomando forma y con “Turn Away” se consolidaron como un combo de rock n’ roll con todas las de la ley. “There She Goes Again” encendió los ánimos y prendió la mecha de lo que sería un bolo que justificaría por lo menos la existencia de esta división de The Quireboys.
“Roses & Rings” cortó un poco el rollo, pero recuperaron brío con un muy digno “Whippin’ Boy” en el que las cacatúas se hicieron fuertes y que acabó con un soberbio solo que hasta cosechó aplausos. Derrocharon mucha clase con “Mona Lisa Smiled”, un tema inspirado por el gran Salvador Dalí, según explicaron, y que fue uno de los momentos más emocionantes de la noche. Ya después de esta colosal interpretación Griffin podría tirarse para siempre a la voz. Muy guapo les quedó ese rollo stoniano decadente a lo Dogs D’Amour, uno de nuestros grupos favoritos del palo.
Miraron hacia los Diamond Dogs, o los clásicos The Faces, que viene a ser lo mismo, en “Hello” y volvieron a alcanzar otro pico de intensidad en “Stubborn Kinda Heart”, otro temón en el que volvimos a sentir el influjo del poeta borracho del rock n’ roll Tyla. Quizás aquí lo suyo hubiera sido unos tonos de estropajo aguardentoso, pero el aire que proporcionaba Griffin a lo Black Crowes tampoco estaba nada mal. El profeta Robinson era otro grande del negocio.
A modo de reivindicación, el vocalista aseguró que eran “supervivientes del rock n’ roll” y que nadie les impediría tocar ese tipo de música. Por muy aguerridos que se pusieran, no podría faltar la balada “I Don’t Love You Anymore”, más rollo stoniano en vena. La elegancia de estos tipos se notaba en la maestría para alargar canciones sin recurrir al garrulismo barato de las palmas de siempre.
La pregunta acerca de la hora en un show de The Quireboys siempre va con segundas, pues la única respuesta posible es “7 O’Clock”, otra de las inapelables. Nos extrañó que se olvidaran de “Hey You”, que en teoría era de las fundamentales en su trayectoria, aunque con un menú tan equilibrado no se podría encontrar más pegas.
Echaron el resto con el bis “Sex Party”, todo un alarde políticamente incorrecto en los represivos tiempos que corren y tal vez deberían haber aprovechado el subidón durante dos temas más, pues se había hecho corto. En cualquier caso, su intervención valió para demostrar que la banda no se haya muerta ni por asomo.
Por muy letales que sean los golpes, estos supervivientes del rock n’ roll se vuelven a levantar como Rocky Balboa y aguantan lo que sea menester sin plantearse arrojar la toalla. Ya lo puede hacer bien Spike por su cuenta porque sus otrora compañeros le han colocado el pabellón por las nubes en lo que respecta a los directos. Se han apostado las fichas restantes y van con todo. Cuidado.
- Crónica de The Godfathers + Las Furias + The Fuzzy For Her en Bilbao: Inapelable rueda vital - 20 noviembre 2024
- Crónica de Viva Belgrado + Bananas en Bilbao: Un cancionero inmenso - 19 noviembre 2024
- Crónica de Bala en Bilbao: Dúo demoledor - 18 noviembre 2024
2 comentarios
Me ha encantao leer este resumen hacia el gran concierto que se marcaron una de las bandas más históricas del Rock inglés como son THE QUIREBOYS en la rockera bilbao y con una buena banda telonera como fueron POLISONG. Recordar que THE QUIREBOYS actuaron en aquel histórico Donington 1991 al lado de bandazas como THE BLACK CROWES, MOTLEY CRUE, QUEENSRYCHE y mis adorados e históricos AC/DC.
Y los históricos METALLICA que también actuaron en Donington 91 que se me habia pasado.