Crónicas
Slavedown + Cryptyco: La solvencia del underground
«Nos quedamos con ganas de más y eso dice mucho de ellos. ¡Si todavía no los has visto, no te los pierdas!»
Sala Barracudas, Madrid
Texto y fotos: José Luis Martín
El primer concierto al que asistíamos en esta mítica sala situada cerca de la plaza de toros de Las Ventas desde que comenzó esta interminable pandemia fue para ver a dos bandas que nos apetecían mucho presentando sus nuevas composiciones. Ambas tenían en común pertenecer al mismo sello discográfico, La Familia Revolución, que desde el sacrificado y poco valorado underground realiza un trabajo encomiable con las bandas, y factura discos de gran calidad musical y artística.
Los madrileños Cryptyco, que jugaban en casa, abrieron la velada y salieron acompañados de un gran número de seguidores y amigos que abarrotaron la sala y cantaron de principio a fin cada tema de forma entusiasta y eufórica.
Durante cuarenta y cinco minutos de actuación se despacharon cinco de los temas que irán en su primer trabajo, que saldrá en el primer trimestre de 2022, como la inicial “Desde el abismo” o el primer single que nos mostraron por las redes en forma de videoclip, “Vendimos nuestro alma al rock n roll”. Su estilo se mueve entre el rock and roll, el hard rock y el rock urbano con muy buen resultado. La voz cantante y la guitarra la llevaba José de la Rosa, Pablo Mantiñán se encargaba de la guitarra solista, Antonio Gallardo del bajo, e Isma Orozco de la batería.
Entre medias intercalaron alguna versión de grandes clásicos del rock como “Noche de rock and roll” de Barricada, “Detroit Rock City” de Kiss, o “Burn” de Deep Purple, con la que se sintieron muy a gusto, y no es para menos, sobre todo sabiendo que originalmente comenzaron como una banda tributo a la formación de hard rock británica.
“Estoy jodido”, fue uno de los temas con más gancho, con el que se llevaron al público de calle con su líricas dirigidas a la corrupción política, permitiéndose rapear unas estrofas a mitad de la canción. Con “Rockero”, una canción con un toque canalla y chulesco, que podrían haber hecho suya Tequila o Rigor Mortis en los ochenta, Cryptyco nos pusieron a rockanrollear de forma acelerada. Para el final se dejaron “La balada”, que para nada es una canción pausada y sí con mucho ritmo, que fue la elegida para despedirse de nosotros.
Su concierto fue intenso, participativo y muy festivo, con un repertorio de canciones hechas para el directo, con tintes reivindicativos, una pizca de carga social y sensaciones personales y, como dirían algunos veteranos: “como las de antes”.
Como desgraciadamente suele ocurrir cuando un grupo se presenta con un gran número de incondicionales, estos abandonaban la sala al término de su actuación, sin dar el beneficio de la duda a la banda que saldría a continuación, algo posiblemente lamentarán si leen estas palabras.
Los gerundenses Slavedown actuaban por primera vez en la capital para presentar su flamante segundo trabajo, ‘The Enemy Inside’, elegido por un servidor como uno de los mejores álbumes de este año, dentro de la lista que elaboramos para esta casa. La edición en vinilo es una auténtica delicia y ha sido muy bien valorada por los que somos coleccionistas.
Para el que no los conozca a estas alturas, podemos decir que estamos ante una banda que combina de una forma muy acertada el metal, el rock alternativo, el hard rock y el stoner, tremendamente sólida y compacta, con músicos curtidos a través del tiempo y de los escenarios, y con una dilatada experiencia que reflejan muy bien sobre las tablas.
Con Marc “Corso” (ex-Rockzilla, ex-Sangtraït, ex-Aspid, ex-Kirlian) al frente de las tareas vocales, Andreu Runo (Gaby y los Gatos Salvajes), Erio como bajista (Shot by Bertha, ex-Far ‘n’ Hate) como guitar hero, Sue Gere (Gaby y los Gatos Salvajes, ex-Warrior Soul, ex-Rockzilla, ex-Derrota) al bajo, y Jordi Vila “Big Villano” (Silverflame, ex-La Banda del Yuyu) a los parches, se completaba una alineación muy solvente y sin fisuras, que supo transmitirnos su universo sonoro .
Tras una pequeña intro arrancaban con “S.I.R. (Slave I Remain)”, el corte que abre su segundo disco, que nos anticipaba lo que nos iban a ofrecer los catalanes durante toda la noche. Con “You Can’t Have It Anymore” vimos la capacidad vocal de Marc y su dominio del escenario, muy bien flanqueado por un gran hacha como Andreu, que a pecho descubierto y luciendo un cuerpo tonificado y tatuado mostraba su destreza a las seis cuerdas. La base rítmica desarrolló un impecable trabajo con un Sue Gere que domina el bajo como pocos, y con la pegada de Jordi, que completaban una poderosa y consistente formación.
“One Step Down” y “Look Into the Sun” nos trasladaban a tiempos pretéritos, a su álbum debut de título homónimo, mejorándolas con su sonido actual. Tras un arrollador “Deliver Us From Evil”, llegó para mí su tema franquicia y mi favorito, como es el cautivador “Come and See the Monster”, que desde las primeras notas te introduce en una atmósfera inquietante e hipnótica. ¡Que temazo!
No iban a darnos tregua, y mientras caían un enérgico “Poison as Cure”, “Not Fall Back Again”, con un ritmo muy panteriano, un inquietante “Sharing the Cross” y un creciente “Forgiveness”, el público se iba enganchando a su propuesta, incluidos unos jóvenes seguidores que, cuernos en alto, seguían el ritmo de las canciones con el beneplácito de la persona mayor que les acompañaba.
Vuelta a sus inicios con “Behindthe Wheel”, y el recuerdo a los míticos Doors con “Not to Fall Back Again”, versión que aparece como bonus en la cara B de su single y que llevan muy bien a su terreno, y el broche final con “Freedom Should Never Taste Like This”.
Nos quedamos con ganas de más y eso dice mucho de ellos, aunque posiblemente volvamos a verlos por estas tierras el año que viene abriendo para una formación internacional. ¡Si todavía no los has visto, no te los pierdas!
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1 comentario
Muy buena crónica del gran concierto que se marcarón tanto CRYPTYCO como SLAVEDOWN en la barracuda madrileña presentando cada cual su nuevo álbum de estudio.