Crónicas

La Plata: Una arrolladora corriente de emociones

«Si por algo se caracterizan las composiciones de La Plata es por sus hipnóticos finales, donde los sentimientos estallan y se desbordan, y en los que es imposible no dejarse llevar por la potente y arrolladora corriente de la música, y de esta misma forma se sintió el concierto»

17 noviembre 2022

Sala Cool, Madrid

Texto y fotos: Julia L. Arnaiz

Humo, luces tenues y una enorme proyección de una de las últimas y esquemáticas portadas de La Plata, la expectación reinaba en la sala Cool de Madrid el pasado jueves, y al llegar las nueve de la noche, esta comenzaba a sentirse cada vez más y más tirante. Para quien no conozca a La Plata, podrían considerarse uno de los gérmenes de la eclosión de grupos “oscuros”, con gran influencia del postpunk y cierta vinculación a la música electrónica, que se ha vivido en la escena nacional en los últimos años. Así que esta era una cita ineludible.

En esta ocasión, los valencianos llegaban a la capital con la gira de su segundo álbum, 'Acción directa', en el que la banda, sin perder ni un ápice de su espíritu inicial, ha tomado rumbo hacia sonidos más experimentales y letras cada vez más abstractas… y el público no iba a perdérselo.

Entre una bruma azul y bajo un cielo rojo salieron los miembros de La Plata (Diego Escriche a la voy y la guitarra, María Gea al bajo, Salvador Frasquet a la guitarra, Miguel J. Carmona a la batería, y Patricia Ferragud al teclado) y con aplomo empezaron a tocar las primeras notas de “Enemigo”, que enseguida coge velocidad y envuelve tierna y melancólicamente los espacios y “la propia realidad” hasta el estallido final, áspero y desesperado. Se trata de una canción de su EP '01 03 2019', a caballo cronológica y musicalmente entre sus dos trabajos más largos. No se me ocurre mejor carta de presentación para La Plata.

Antes de comenzar con los temas de su último disco, calentaron al público con la animada “Incendio”, y este ya se lanzó a un primer pogo, muy suave para lo que luego se vendría.  La inauguración de su nuevo álbum llegaría de la mano de “Victoria”, el que fue precisamente su primer single y, sin duda, uno de los himnos de este LP. Esto lo tenían claro los asistentes, quienes comenzaron no solo a cantar las letras, sino a corear con "lololos" las notas y acordes en los momentos instrumentales, algo que se repetiría a lo largo de todo el concierto.

Le siguió “Aire nuevo” y la hipnótica “Hoy sale el sol”, que, acompañada de  humo y una intensa luz blanca que inundaba la sala, dejó hechizados a los presentes. Alargaron este momento con una oscura y parsimoniosa introducción a “Tu cama”, que hizo estallar en un enorme pogo al público al ser uno de sus temas más agitados, al que la banda, además, añadió unos coros mucho más hirientes y desgarrados en este directo.

Para “Arderemos” Diego Escriche deja el protagonismo a las voces femeninas de la formación. Después de “Movimiento infinito”, la faceta más melancólica de la banda llegaría a su culmen con la delicada “Entre esta luz” a la voz de Patricia Ferragud. Aceleraron el ritmo con “La luz”, evidenciando uno de los motivos recurrentes en sus letras.

Al terminar “Espejismos”, sonrientes y entre diversos agradecimientos al público, anunciaron que tenían un nuevo EP en el horno, que en breve vería la luz, sin lugar a duda, una grata sorpresa para todos los presentes.

Hubo una parada técnica tras “Hacia el vacío”, que Miguel J. Carmona amenizó con el solo de batería que tanto estaba pidiendo el público y que fue la introducción perfecta para “Volver para verte”, canción en la que el inmenso pogo terminó de extenderse por la sala.

Mantuvieron la intensidad con el recientísimo sencillo “Real”, un tema compuesto para la serie 'La ruta' de Atresmedia, sobre la Ruta del Bakalao. Es tan reciente que, según palabras de la banda, era la primera vez que lo tocaban, y Diego, despojado de su guitarra, aprovechó para saltar y bailar por el escenario agitando los lacitos de las trenzas que llevaba.

Todos supimos que el concierto rozaba el final cuando tocaron los dos grandes éxitos, “Un atasco” y “Esta ciudad”, que no solo pertenecen a su primer LP, 'Desorden', sino que fueron las canciones con las que debutó La Plata, y son por ello las grandes favoritas del público que, aunque exhausto, porque no había parado de sudar, lo dio todo en el último pogo del concierto. La banda decidió, muy oportunamente, despedirse con la emotiva “Me voy”, que nos dejó temblorosos de tantas emociones y con los ojos empañados.

Así terminaba un viaje redondo, enérgico y tremendamente conmovedor, en el que, por fin, pudimos quitarnos las ganas acumuladas de bailar los últimos temazos de la banda y darnos el gusto con aquellos más antiguos a los que el público más cariño tiene. Así terminaba un concierto de una banda que se presenta ya completamente consolidada y segura de su propuesta. Así terminaba un concierto en el que poco se quedó en el tintero.

Si por algo se caracterizan las composiciones de La Plata es por sus hipnóticos finales, donde los sentimientos estallan y se desbordan, y en los que es imposible no dejarse llevar por la potente y arrolladora corriente de la música, y de esta misma forma se sintió el concierto.

Todos los miembros de La Plata, que tan cercanos habían estado con el público, bromas incluidas, se fundieron en un emotivo abrazo final antes de despedirse, sin dar pie a ningún tipo de bis, porque ya avisaba la letra “que me voy, que no vuelvo”.

Redacción
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