Crónicas

Dry River en Bilbao: Ganado el norte

«Tras comprobar el potencial de los castellonenses en las distancias cortas, uno entiende a la perfección que cada vez más personas digan que se trata de su grupo preferido, pues oficiar a ese increíble nivel ya tiene mérito. Esa noche desde luego habían ganado el norte.»

4 marzo 2023

Sala Stage, Bilbao

Texto y fotos: Alfredo Villaescusa

Definirse como ecléctico en ocasiones equivale a desatar la caja de los truenos. En una época marcada por la polarización excesiva y la obsesión  patológica por encontrar fascistas en cada esquina, debería romperse una lanza a favor de los que están en medio de todo. Esos que no se identifican ni con unos ni con otros, sino con una colectividad concreta. La clase obrera, ese término que los modernos nos dicen que no existe mientras se embarcan en su enésima cruzada particular con políticas identitarias que solo representan a un segmento concreto de la población.

Si existe un grupo que encarna como pocos la definición de lo ecléctico, esos son los castellonenses Dry River, que en su misma página ya destacan el término. Y no se trata de un mero postureo, puesto que entre sus influencias aparecen nombres tan dispares como Queen, Dream Theater, Pink Floyd, o ineludibles clásicos del rock español como Asfalto o Barón Rojo, entre muchos otros. Música para gente abierta de mente, algo que en realidad no predomina tanto como la mayoría imagina.

Hace unos años hicimos la crítica de ‘2038’, un disco de este interesante combo que ya entonces nos llamó la atención, por lo que quedaba como asignatura pendiente lo de verles en directo. Su bolo en la sala Stage de Bilbao se antojaba la oportunidad propicia, teniendo además en cuenta que en ese recinto habría peña de diferentes partes de la península, como constatamos en un momento del show en el que el vocalista preguntó por la procedencia de los asistentes.

Como viene siendo habitual en los conciertos de Dry River, con una sala concurrida a tope, salió para presentar al grupo un miembro adicional que hizo de maestro de ceremonias y también se encargó de alguna performance durante la noche. El comienzo resultó inapelable con “Culpable” y “Segundo intento”, las dos piezas que abrían de igual modo ‘Cuarto creciente’, su último disco hasta la fecha.

“Camino” echó por primera vez la vista atrás, hacia su álbum ‘2038’, y demostraron que los ritmos con cierta contundencia no eran para nada ajenos en su repertorio, diría incluso que este corte fue de los mejores de la velada. El entusiasmo de la afición se notó sobremanera en “La serpiente”, con muchos cantando desde el inicio la letra a pulmón. Es en ese tipo de detalles en los que se nota que un grupo ha llegado a un techo considerable.

Lo cierto es que no imaginábamos que el personal andaría con el ánimo tan elevado, pero en cierta forma era lo más normal. El sonido fue impecable de principio a fin, con una banda en estado de gracia en la que un descomunal vocalista llenaba todo y recibía ovaciones cada dos por tres después de dar buena cuenta de sus habilidades.

Ni siquiera una balada como “Si estás tú” restaba pegada a su propuesta, solo había que afinar el oído para comprobar que no caía en saco roto, pues los gritos se elevaban recitando las estrofas cual mantras. “Fundido a negro” contó con la colaboración del componente extra mencionado anteriormente ataviado con máscara de gas y con un escenario cubierto de humo. Otra oportunidad de mostrar su lado más proclive al metal.

En cambio, “Perder el norte” podría acercarles a iconos del rock sinfónico del calibre de Supertramp, pese a algunos ramalazos a los Dream Theater de la época de ‘Images and Words’. Precisamente la grandeza de este conjunto sin complejos reside en su versatilidad, en su capacidad para marcarse un corte casi de heavy metal y luego arrancarse con una pieza de carácter inequívocamente progresivo.

¡Sois los putos amos, cabrones!”, les gritaban y ellos respondían a los halagos con sonrisas de satisfacción, nada como reconocer el trabajo bien hecho. “La libertad” era otro temón en el que los guitarristas pudieron lucirse de lo lindo. De hecho, en el posterior solo creo que hasta se coló alguna referencia al celebérrimo “Shine On You Crazy Diamond” de Pink Floyd, o por lo menos así nos lo pareció.

“Calles inundadas” siguió desatando el entusiasmo de los fieles y volvieron a hacer gala de su tremenda amplitud de miras en “Capitán Veneno”, dedicada a un compositor de chirigotas de Cádiz, ahí es nada. El carismático vocalista, viendo la emoción de la parroquia, no dudó en calificar a Dry River como un grupo de levantar el puño y gritar “hey”, algo que en su opinión se estaba perdiendo entre las nuevas generaciones. Totalmente de acuerdo, y no hablemos de agitar la cabellera, un gesto que parece ya de la noche de los tiempos y que desata miradas dignas de venusianos, incluso entre gente del rollo.

El tono circense de “Funeral” se acompañó de otra performance más, con un tipo simulando tomar medidas para el ataúd a los diversos componentes. Aprovechan además dicho momento dramático de la velada para presentar a la banda, algo que siempre nos resulta un peñazo y que en esta ocasión además se vio aderezado de los gritos de “Eres el mejor, no eres el peor”. Tierra, trágame.

Para marcharse no cabía otra que recurrir a la épica desbordante de “Despedida”, pero no tardaron en regresar con “Me va a faltar el aire”, más pomposidad a borbotones. Estuvo tan bien ejecutada que nadie en su sano juicio les reprocharía el tono grandilocuente, al contrario, hubo una parte en la que la gente levantó de forma espontánea los brazos. Un auténtico himno.

El halo ochentero de “Irresistible” marcó los estertores finales con apelaciones tanto al synth pop patrio de antaño como a figuras del calibre de Tino Casal o los contemporáneos Varry Brava. Sin sectarismos.

Tras comprobar el potencial de los castellonenses en las distancias cortas, uno entiende a la perfección que cada vez más personas digan que se trata de su grupo preferido, pues oficiar a ese increíble nivel ya tiene mérito. Esa noche desde luego habían ganado el norte. Perdérselos tanto en el Z! Live como en el Leyendas del Rock sería delito.

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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

2 comentarios

  • David dice:

    Gran crónica de un gran concierto

  • Juandie dice:

    Extenso como interesante resumen hacia l gran concierto que se curraron en la Stage bilbaina los levantinos DRY RIVER presentando su último de estudio junto con sus temas más rockeros y conocidos. Les deseo las mejores de las suertes a los DRY RIVER para esos dos futuros conciertos en dos de nuestros mejores festivales como es EL LEYENDAS DEL ROCK y el Z LIVE Zamorano.

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