Crónicas

Bocanada + Cobardes: Rubor cauterizado

«Una aldea poblada por irreductibles navarros resiste ahora y siempre a las idas y venidas de lo manistream»

6 marzo 2020

Sala Copérnico, Madrid

Texto y fotos: Álvaro González

Arrancaba en Madrid la gira de presentación de ‘Ahora que los leones duermen’, quinto esfuerzo discográfico de los de Berriozar que recorrerá la principal geografía del estado con un total de 17 fechas en dos tramos (desde marzo a junio y retomando la actividad en octubre) que desde ya se anticipan emocionantes sabedores de lo que el cuarteto ha logrado en el debut de este tour.

Cobardes

Pero antes, los encargados de caldear el ambiente fueron unos notables Cobardes que no hicieron honor a su nombre y se metieron en el bolsillo a una Copérnico sorprendentemente llena para las horas en las que nos manejábamos aún. Los paisanos de Martín Romero y su séquito dejaron claro desde el principio que la cosa iba a ir “a escopeta”, ya que el tiempo del que disponían era limitado. Pese a no andarse con más artificios de la cuenta, los pamplonicas lograron entusiasmar con un estilo que, lejos de sentar las bases de nada nuevo, recoge el testigo del rock primigenio navarro explotando la crudeza de su sonido y combinándola con composiciones verdaderamente destacables como “Perdimos contacto”, “Rodeada de idiotas” o “Rozando la locura”.

A pesar de contar en su haber con tan solo uno trabajo hasta la fecha (de nombre ‘Ceniza y viento’, el cual precisamente era presentado en esta velada), Cobardes demostró no sólo gozar de una madurez en lo musical y sobre el escenario con la que muchos conjuntos más experimentados aún sueñan, sino también hacernos ver que esta banda se encuentra en condiciones de protagonizar noches más concurridas y de ser uno de los nombres de referencia en el rock patrio de los próximos años. Nota negativa en esta ocasión al público, sobre el que los sentidos temas que se despedían desde el escenario parecían no permear (llegando hasta el bochornoso punto de oírse más el gentío que los momentos acústicos del conjunto). Demos tiempo y confianza a un proyecto que apunta maneras.

Bocanada

Muchas veces se ha entrado a discutir si el precio de las entradas es o no legítimo por el espectáculo ofrecido o por la extensión del mismo. Pero nunca nadie había abanderado la sinceridad tan descaradamente como Bocanada lo hizo esta noche. Al poco de aparecer entre vítores y descargar los primeros minutos de música, Martín comenzó a ganarse al público con su labia envidiable y una cercanía que quedó patente en cuanto explicó sin reparo alguno que el set iba a constar de 36 canciones, saliendo cada una de ellas a un coste de 20 céntimos en relación a lo que el público había pagado por su ticket.

Con semejante puesta en escena, los navarros se dispusieron a derrumbar la sala a costa de la salud de nuestros tímpanos sobrepasados (exceso que se vio solventado al cabo de unos pocos minutos) combinando los 10 temas que componen el tracklist de su recién estrenado álbum con buena parte de su repertorio anterior (de hecho, el propio vocalista llegó a hacer la cuenta de cabeza en el último tercio del concierto, dando como resultado un concierto en el que disfrutamos de la mitad de todos sus temas hasta la fecha aproximadamente, la cual alcanza ya los para nada desdeñables cinco plásticos.

Bocanada

El barbudo frontman demuestra cargar con el peso del grupo, pero semejante mochila no parece pesarle lo más mínimo, pues el mero hecho de fotografiarle resulta un ejercicio hercúleo. El escenario de Copérnico se le quedaba pequeño constantemente, llegando a pasearse por los pasamanos de los laterales de la sala esquivando los altavoces con la cabeza y visitando repetidamente la pista y a los que la concurrían, con quien llegó a cantar algunos temas.

Todo un profesional, que rechazó los pitillos que se le ofrecían desde las primeras líneas (“¿Queréis que me echen de aquí, cabrones?”, bromeaba) que supo leer el show y sus distintos tramos a la perfección y que se rasgó las vestiduras (de manera literal, rompiendo su camiseta a lo Hulk Hogan al poco de empezar). Algunos de los allí presentes seguían como si aquello no fuera con ellos, sin atender debidamente a un show como el que se nos presentaba. Pero Romero, con más tablas que Cobardes, no dudó en hacer callar a la grada en los momentos en los que se desprendía de su faceta de showman para dirigirse a la audiencia con motivo de los agradecimientos al equipo que acompaña a la banda o para felicitar al bajista, , en el que era su 42º cumpleaños, tarta incluida (y en una sorpresa que el propio público pisó inintencionadamente cuando se empezó a cantar el “Cumpleaños feliz”).

Después de más de dos horas de espectáculo en las que el grupo no se dejó nada en el tintero y en las que fuimos testigos del buen estado de salud del que la banda disfruta,  Bocanada dejó claro que del mismo modo que se vanaglorian estilos tan asociados a determinadas regiones de la península como el flamenco, una aldea poblada por irreductibles navarros resiste ahora y siempre a las idas y venidas de lo manistream sabiendo redescubrirse sin pecar en lo repetitivo.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

3 comentarios

  • Juandie dice:

    Dos horas en escena da para mucho y en dicho aspecto los navarros BOCANADA dieron un gran recital presentando su nuevo trabajo de estudio el cual tiene que merecer la pena pegarle una escucha. También estuvieron a la altura los teloneros COBARDES cosa que no hay que olvidar.

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