Crónicas

Amorphis + Soilwork + Jinjer + Nailed To Obscurity: Sabrosos gruñidos

«El que avisa no es traidor, llega a tiempo para los espectáculos de Barcelona y Madrid, los dos primeros conjuntos son para chuparse los dedos.»

Sala Trix, Amberes (Bélgica)

Texto y fotos: Hughes Van Houcke

Para hacer un buen uso de estos principios de febrero, se nos presentaba una interesante alineación el primer domingo del mes en la sala Trix de Amberes, un cartel con cuatro bandas de las regiones más altas de Europa, concretamente Nailed To Obscurity (Norte de Alemania), Jinjer (Ucrania), Soilwork (Suecia) y Amorphis (Finlandia). Las dos últimas bandas dando su set como cabeza de cartel.

Antes de ver el cartel del evento, el nombre Nailed To Obscurity me decía poco o nada. Después de algunas investigaciones, inmediatamente vi que el cuarteto de Frisia Oriental recientemente firmó un contrato con el poderoso sello alemán Nuclear Blast, lo cual, en mi humilde opinión, no es una mala señal.

Son apenas las 6:10 de la tarde cuando los alemanes suben al escenario para dar un set de media hora. Durante su directo no te atrapan por la garganta desde el principio con su death/black/doom melódico y atmosférico, pero conforme el set avanza van dejando en claro que lo que traen los chicos es al menos bastante interesante. A principios de enero, lanzaron ‘Black Frost’, un imponente álbum del cual traen cuatro excelentes temas de mediana duración, con influencias de Katatonia, Opeth o Paradise Lost, canciones atmosféricas que van acompañadas de melancolía y, en algunos momentos, de la nada, unos gruñidos que te provocan escalofríos.

Para terminar de la mejor manera tuvimos una canción del anterior álbum de la banda, ‘King Desolution’, del 2017, "Desolate Ruin". Me quito el sombrero para Nail To Obscurity y espero verlos a lo largo del año con su propia gira.

No esperaba especialmente ansioso por Jinjer, a pesar de su nombre y fama adquirida en el mundo del metal, ya que tuve la oportunidad de verlos varias veces el año pasado. Pronto resultaría que esto fue un error. Lo que sí me interesaba era cómo sonarían los nuevos temas en vivo, nuevas canciones que se pueden encontrar en ‘Micro’, un EP con cinco temas que lanzaron a principios de año.

El set, relativamente corto, comienza con “Words of Wisdom”, un tema de ‘King of Everything’, del 2016, que es seguido inmediatamente por “Ape”, el último single de la banda. El escenario es bastante sobrio, con solo dos fondos detrás del guitarrista Roman Ibramkhalilov y el bajista Eugene Kostyuk. La carismática frontwoman Tatiana Shmailyuk, deslumbrante una y otra vez, esta vez con el cabello suelto y camiseta de Monuments, como siempre llena de energía combinando gruñidos con voces limpias.

Regularmente se alterna entre ‘King of Everything’ y ‘Micro’, los dos últimos álbumes de Jinjer si tenemos en cuenta que ‘Cloud Factory’ del año pasado es una reedición de 2014.
De ‘Micro’ trajeron cuatro de sus cinco canciones esta noche. La asistencia, luciendo camisetas de Soilwork o Amorphis, disfruta del enérgico set de los ucranianos. Al final conseguimos el primer moshpit de la velada. Los franceses suelen decir "Les absents ont toujours tort" (Los ausentes siempre están equivocados), un dicho que se aplica muy bien hoy. El que avisa no es traidor, llega a tiempo para los espectáculos de Barcelona y Madrid, los dos primeros conjuntos son para chuparse los dedos.

Para Soilwork se limpia y se organiza todo el escenario como para un cabeza de cartel, o en este caso, un co-cabeza de cartel. Soilwork es una máquina fuerte y muy bien engrasada, que sube al escenario a las 8:15 PM, y, a pesar de algunos problemas de voz, Björn "Speed" Strid está impresionante desde el principio. Lo que se nota inmediatamente es que el médico y uno de los cerebros creativos detrás de la banda, David Andersson, no está en el escenario y es reemplazado por un melenudo sustituto.

Al igual que las dos bandas anteriores, lanzaron un nuevo álbum hace ni un mes, en el caso de Soilwork, el álbum número 11 en su larga trayectoria de más de 20 años. ‘Verkligheten’ es un pedazo de álbum y el primero con el nuevo batería, Bastian Thusgaard, que reemplaza a Dirk Verbeuren después de que ya forme parte de los thrashers estadounidenses Megadeth.

Fue una larga espera para este undécimo álbum, pero no olvidemos que Strid lanzó dos excelentes discos con The Night Flight Orchestra durante los tres años y medio entre los dos últimos trabajos de Soilwork. Aquí y allá se escuchan voces de que ‘Verkligheten’ podría terminar muy alto en las listas de fin de año de 2019.

Después de la introducción, cae de golpe el primer sencillo de ‘Verkligheten’, “Arrival”, luego del cual seguirán varios nuevos temas entre los clásicos de la banda. Lo positivo es que el sonido es casi perfecto y compensa los problemas de voz del frontman. Entre las nuevas canciones recibimos las más populares de la banda de Helsingborg, como el excelente "Death In General" o "Stabbing The Drama". Después de unos cuantos temas, casi todo el público come de la mano de Björn Strid.

El guitarrista Sylvain Coudret muestra varias veces porqué Strid no eligió un guitarrista del rico estanque de guitarristas suecos, sino que fue a pescar al este de Francia. Los dos guitarristas y el bajista se buscan regularmente para actuar de manera exagerada, lo que no significa que no sean los tres músicos excelentes. Es una pena que no pudiéramos escuchar “Needles and Kin”, la penúltima canción de ‘Verkligheten’, en la que colaboró el líder de Amorphis, Tomi Joutsen. Los suecos concluyen el set con “Stålfågel”, que, al igual que el primer tema del set, proviene del último álbum, y que podría emanar de uno de los de The Night Flight Orchestra.

Son las 21:30 cuando Soilwork deja el escenario y los técnicos tienen media hora para preparar el escenario para Amorphis. Hora de ir al puesto de merchand de las bandas. Me sorprendió cuando descubrí que los precios de los CD eran desorbitados, no puedes encontrar nada por debajo de 20€, mientras que la semana pasada compré un CD en Santana 27 en Bilbao por 10€. La sudadera de Jinjer se vende a 50€, cuando en la web de la banda el precio es de 35€. Un requerimiento por parte del manager de gira de Amorphis, según contó uno de los músicos de las otras bandas.

Amorphis se presenta con la misma decoración que en Leyendas del Rock 2018. El setlist es un poco más largo, dos temas, ya que tocan un set completo, pero por lo demás hay poca diferencia. Lo que encuentro muy desafortunado es que los creativos micros que Tomi Joutsen usó en el pasado han sido sustituidos por uno muy sencillo.

Desde el principio la audiencia lanza los puños al aire y la gente canta los temas más famosos, la mayoría de las canciones provienen de los dos últimos álbumes de los finlandeses, con muchas canciones muy potentes. Un hit sigue al otro y pronto se crea la simbiosis entre la banda y el público. Las canciones con un toque de folk se alternan con canciones con toques más progresivos, pero desde el primero hasta el último suenan familiares.

Tomi Joutsen, y nadie más, acapara el show con su carisma, golpeándose la cabeza cuando no tiene que cantar durante dos segundos. Sabrosos gruñidos y su melancólica y profunda voz se alternan maravillosamente. Esta es la guinda del pastel de una noche fantástica con cuatro excelentes bandas.

Setlist de Amorphis:
The Bee
The Golden Elk
Sky Is Mine
Sacrifice
Message in the Amber
Silver Bride
Bad Blood
Wrong Direction
Daughter of Hate
Heart of the Giant
Hopeless Days
Black Winter Day
Death of a King
House of Sleep

 

Redacción
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Esta entrada fue escrita por Redacción

3 comentarios

  • Juandie dice:

    Con esos temazos del mejor Metal melódico es normal que arrasasen en tierras belgas sin desmerecer por supuesto al resto de bandas que a su estilo estuvieron a la misma algura que los fineses. Ójala dicha gira pasase igualmente por España.

  • ELZARRIAS dice:

    No me esperaba menos de estas bandas, qué ganas de que lleguen a Barcelona!!

  • Anónimo dice:

    Amorphis en Madrid lo ha reventado. Buenísimo o sonido, settlist y actitud de la banda. Y el público dio un montón de juego. Me lo pasé genial. Soilwork para mí una pena. Lo intentaron pero los mató el sonido. Esperaba mucho de ellos, leí muy bien de otros conciertos. Y el settlist también era bueno, pero no pudo ser.

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