Metallica

Helping Hands: Live & Acoustic at the Masonic

Virgin EMI Records (2019)

Por: Kevin Tanza

8

Las actuaciones en vivo de Metallica en este siglo han tenido muchas críticas, en especial cuando se les compara con las performances de sus mejores años, pero creo que es importante analizar este tipo de conciertos tomando la actualidad de la banda en consideración y dejando por un momento de lado la historia de un grupo tan influyente e importante en el género como Metallica, en especial porque es la primera vez que hacen un concierto netamente acústico en su trayectoria.

Uno de los aspectos más interesantes de este Helping Hands es que si bien llevan varias canciones suyas y covers al formato acústico, no es simplemente tocar las partes eléctricas con guitarras acústicas y ya, sino que ajustan los arreglos de las canciones para que funcionen de mejor manera con ese formato.

Podemos ver eso desde el principio con Disposable Heroes, la primera canción del concierto. Lo que era un corte de thrash metal enfurecido en Master of Puppets, aquí tiene un dinamismo más pausado (aunque aún movido, para los estándares de temas acústicos) y con un enfoque más rítmico, lo que permite complementar a Hetfield, quien se muestra de hecho bastante decente en este formato; ya que los acústicos le permiten no forzar tanto su registro vocal y creo que eso funciona con su actualidad como vocalista.

Debo decirlo: When a Blind Cries es una de las canciones más delicadas y sentidas que Deep Purple ha hecho en toda su extensa discografía y pienso que Metallica nunca le ha hecho suficiente justicia, especialmente en esta versión; la voz de Gillan carga el peso y sentimiento de la canción en la versión original y Hetfield no se siente tan cómodo en esas tesituras. Habiendo dicho eso, sí me gustaron los pasajes y arreglos acústicos en la canción.

Las interacciones de Hetfield con el público son divertidas y contribuyen a la dinámica más íntima del concierto. Esto se muestra antes de que comiencen a tocar The Unforgiven, una de las canciones del catálogo de la banda que se muestra más cómoda en este formato y que mejor funciona, hay que decirlo.

Los covers vuelven y esta vez nos entregan uno de Nazareth, llamado Please Don’t Judas Me. Es uno de los cortes más atmosféricos del concierto y eso me gusta en lo particular; los conciertos acústicos deben basarse más en la atmósfera y en capturar un cierto humor de la ocasión que en el exceso de energía. Aquí me gusta la actuación de Hetfield; se le escucha cómodo y los punteos de guitarra de Kirk y suyos son de lo más destacable en todo el tema.

Turn the Page es un cover más que conocido en la carrera de Metallica y hay que decir que lo hacen con la comodidad de una banda que sabe lo que está haciendo; hay que destacar que son las canciones grabadas por el grupo en su etapa moderna las que mejor funcionan en este formato y eso incluye lo que hicieron en aquel Garage, Inc. de los noventa, como ésta Turn the Page.

Otra canción que se beneficia con este formato es Bleeding Me, con un arreglo bastante bueno y que muestra una cierta flexibilidad del tema ya que fue una de las mejor paradas de aquel concierto con orquesta de Metallica en los noventa, S&M. Una que me sorprendió fue Veteran of the Physic Wars; realmente no me esperaba que tocaran un tema como éste de Blue Oyster Cult y he de decir que el resultado es bastante sólido; no es excepcional, pero se escucha placenteramente.

Como se podía imaginar desde el principio que se concibió esta idea, Nothing Else Matters es una de las canciones que mejor funciona de esta manera, fluyendo con una naturalidad notable. All Within My Hands funciona muy bien, en realidad. Fue una de las canciones que más me sorprendieron de todo el concierto y en lo personal me gustaron las melodías vocales dobles, que son tan necesarias y efectivas en un concierto de esta naturaleza.

¿Recuerdan los cambios notorios que discutimos al principio de la reseña? Bueno, Enter Sandman es una prueba de ello. Esta es una versión ralentizada, íntima y un poco lúgubre; queda bien porque se ajusta más a la velocidad actual de la banda y a lo que son capaces hoy en día.

Una canción en la que no funciona tan bien y que se oye más como una country sin personalidad es The Four Horsemen. Aquí este clásico de Metallica pierde todo el carácter y poder que tenía en su versión eléctrica, convirtiéndose en uno de los puntos débiles de todo el concierto. Terminan todo el asunto con un tema de su último álbum, Hardwired. Aquí mantienen el formato original, pero con el enfoque acústico; nunca me ha fascinado mucho el tema original, aunque he de decir que hacen una versión digna y que terminan el concierto de manera funcional y efectiva.

Como una curiosidad, como un experimento para probar algo divertido y diferente; Helping Hands funciona. Escuchar a Metallica en un formato diferente y dándoles a varios de sus clásicos una tónica distinta es siempre interesante desde un punto de vista técnico. Creo que pudo haber tenido resultados mucho más negativos, pero hay que reconocerles que este concierto es al menos una entrega positiva en lo que ha sido una carrera reciente caracterizada por los altibajos.

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