Javier Sólo
Un buzo en América
Autoeditado (2022)
Por: Mariano Muniesa
7.5
Javier Sólo es un músico que podrá gustar más o menos, pero al que creo que nadie puede negarle una cualidad que, para mi gusto, es su seña más acusada de identidad, y la que yo quiero poner, comentando este disco, más en valor: su originalidad y su capacidad de sorprender.
Acumula ya una larga carrera a sus espaldas y ha formado parte de numerosos proyectos, lo cual le ha proporcionado un bagaje que, unido a su creatividad y a su visión radicalmente desprejuiciada de su música, convierte cada nuevo proyecto que nos presenta en una siempre agradable caja de sorpresas.
Es además, un artista sumamente prolífico. En enero de 2020, antes de la pandemia, editó el EP ‘Un buzo en el espacio’, y posteriormente, por un lado, el CD 'Cuando mi alma es un cancionero, tu cara es un poema’, que venía acompañado de un libro autobiográfico; y por otro, un nuevo EP titulado ‘La revolución de los corazones sin planchar’, antes de que, casi tres años después, el buzo-astronauta haya regresado al planeta Tierra y haya aterrizado en América.
Indudablemente, el título del disco hace clara referencia al hecho de que gran parte de este disco se ha grabado en México, y ello es un dato que no nos puede pasar en modo alguno inadvertido. La mayor parte de sus canciones están agradablemente contaminadas de ritmos, matices y sonoridades latinoamericanas, a las que no son ajenas alguna de las numerosas colaboraciones que habitan en las canciones de este álbum. El mejor ejemplo lo encontramos en ese rock a medio tiempo con aire latino de “La madre que la trajo”, que incorpora a Jenny & The Mexicats con su sección de viento y sus guitarras aflamencadas, sin desmerecer “Noche de cumbia y rock”, todo un cruce entre el rock, el reggae y la cumbia, en la que la colaboración de Casa Valdés deja esa pincelada de fusión que le proporciona esa personalidad tan peculiar.
No olvidemos en cualquier caso que ‘Un buzo en América’, a pesar de su eclecticismo, es esencialmente un álbum de rock, de rock clásico, aunque desde la producción llevada a cabo por Calos Narea ese rock esté más matizado y ponga más el acento en las melodías, la voz de Javier más en primer plano, y quizá no tanto en las guitarras. La prueba la tenemos en la pieza que abre el álbum, “Romperlo todo”, y muy especialmente en canciones como “Campo de minas” y “Héroes y villanos”, ambas con la colaboración de Los Daniels y ambas también mostrando la cara más reivindicativa y rebelde de Javier como letrista, denunciando el belicismo y la violencia en la primera, y la crítica al genocidio español en América durante el “descubrimiento” en la segunda.
Otra de las canciones más crudas en su letra, “Lunáticos en Marte”, cuenta con otra colaboración de relieve: Reincidentes. Sigue el rock, aunque en este caso desde otra temática y un sonido más setentero, más retro, en “Mis maneras de ser”, con la aportación de Miguel Ángel Escrivá, conocido por su trabajo en La Pulquería y Santero y Los Muchachos, y en “Corazones sin planchar”, en la que sí sube la distorsión y el volumen de las guitarras, y la base de ritmo es más sólida, más dura.
Se deja llevar más por ese espíritu de fusión, aunque sin abandonar en modo alguna su impronta rockera, en “Calores”, que empieza como si fuera una pieza de flamenco; “Disturbios en el corazón”, a la que presta su voz Rebeca Jiménez; y “Amores en la cola del paro”, un medio tiempo baladístico muy sugerente.
‘Un buzo en América’ es un disco lleno de riqueza musical, sonidos variados pero muy bien integrados en un estilo de rock sumamente personal, cuyas posibilidades de evolución son tan amplias que a mí os aseguro que me ha dejado con muchas ganas de escuchar pronto nuevas canciones, nuevo material de Javier Sólo, que estoy seguro ya tendrá en mente o incluso en maquetas.
Escucha 'Un buzo en América' en Spotify:
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1 comentario
Muy buenos ambos temas para este nuevo álbum de el gran JAVIER SOLO.