Scorpions: 40 años de "Blackout", el disco que rompió todas las barreras

29 marzo, 2022 11:01 am Publicado por  6 Comentarios

Noviembre de 1981, los chicos de Hannover entran al estudio para grabar lo que sería su octavo disco de estudio, ‘Blackout’. Sin embargo, serios problemas con las cuerdas vocales obligan a Klaus Meine, cantante de la banda, a abandonar las sesiones y buscar ayuda médica. Tras una frustrante primera opinión, en la que el facultativo le recomendó cambiar de profesión cuando se enteró que era cantante, Meine encuentra la solución en Austria. Dos cirugías en sus cuerdas vocales y un intenso posoperatorio después, Klaus regresa a las sesiones con un registro vocal más amplio, pero con cierta pérdida de parte de sus tonos agudos.

En el entretanto, por motivos contractuales, el resto de la banda se vio obligada a grabar una serie de demos con un amigo como cantante, hablamos de Don Dokken. Estas grabaciones, según se cuenta, lejos de ser desestimadas tras el regreso de Meine, fueron empleadas en el disco como coros, pero es falso que Dokken esté acreditado por ello. Al menos en las ediciones originales del 82 no, en remasterizaciones y ediciones posteriores no lo sé, pero en mi cinta de casete no se mencionaba al bueno de Don.

Portada del disco de Scorpions: 'Blackout'El disco, cómo no, fue grabado en los estudios Dierks de Dieter Dierks en Colonia, con el dueño a cargo de la producción. Lo llevó a cabo la formación clásica de la segunda época, esto es: Rudolph Schenker a la guitarra rítmica, Matthias Jabs a la guitarra solista, Francis Buchholz al bajo y Herman Rarebell a la batería, además del citado Klaus Meine. Respecto a la portada, mundialmente conocida, aparece supuestamente Rudolph con unos tenedores en los ojos y la cabeza vendada, pero nada más lejos de la realidad, ya que pese al parecido se trata de un autorretrato del artista visual austriaco Gottfried Helnwein.

La cara A empezaba con “Blackout”, para qué nos vamos a andar con tonterías. Uno de los innumerables clásicos de la banda que este disco alberga. Siempre se ha dicho que la letra versa sobre estar bajo los efectos de las drogas, pero ninguno de los autores de la letra, Meine, Rarebell o Sonja Kittelsen, que yo me haya enterado, han confirmado nunca este punto. Es un tema marcado por su gran riff de guitarra, hasta el punto de que empieza directamente con él. Además, asistimos a una nueva exhibición de la sección rítmica del legendario ‘Tokyo Tapes’, que levanta un muro de sonido sobre el que Meine canta, Jabs puntea… lo que haga falta. Finalmente, el tema termina con el sonido de una rotura de cristales al hilo del dibujo de la portada.

Le seguía otro temazo, “Can’t Live Without You”, con otro pedazo de arranque marca de la casa. Las guitarras rugen, Klaus da la salida, y el riff estalla. Menos famosa que otras canciones del disco, pero deliciosa. Klaus para variar canta como los ángeles, subiendo a tonos que no deben ser nada fáciles para alguien operado hace no mucho. Buen estribillo, teóricamente homenajeando a los fans, sin los cuales “no pueden vivir”, y meritorio solo de Matthias, a quien siempre acompaña la sombra de sus predecesores, Michael Schenker y Uli Jon Roth.

Y Llegamos a “No One Like You”. Una obra maestra del género, presa toda la santa vida del debate: “es una balada/no es una balada”. Yo no lo sé, pero si hacemos caso a la RAE, pues entonces no, ya que de lenta tiene poco, vamos, que no es “Still Loving You”. De hecho, es una alternancia de tramos duros y suaves, empezando por los primeros en un buen estallido de guitarras. Luego la cosa se suaviza con las primeras frases de Klaus, pero incluso ahí la cosa ya va subiendo y subiendo, hasta que llegamos a ese estribillo maravilloso, que sin duda alguna se ha ganado en el transcurso de los años los títulos de eterno y universal. Y no puedo pasar sin elogiar la guitarra rítmica de Rudolph que en este tema, desde mi punto de vista, tiene más protagonismo que la solista de Matthias, pese a que este último nos regala uno de sus mejores solos.

Continuamos con “You Give Me All I Need”, otro buen tema. Destaca sobre todo su pegadizo estribillo. Empieza lenta, pero enseguida entran las guitarras para darle un empuje, otro tramo lento y llegamos al estribillo, para mayor gloria de Klaus, que canta a un gran nivel todo el tema. La letra, obra de Herman Rarebell, seguía la línea clásica de este que, como reconoció en 2015 en una entrevista en Cryptic Rock magazine: “Mis letras eran en su mayoría muy sexuales y roqueras, porque viví esa vida en ese momento”.

Cerraba la cara A “Now” el tema más corto del disco. Rápido, cañero y directo al cerebro. Exhibición de Meine en un tema difícil y gran profusión de guitarras de esas con instinto asesino que tan bien se le dan a la factoría Scorpions. Y es que con esa sección rítmica es muy, pero que muy fácil trabajar.

La cara B comenzaba con “Dynamite”, el título lo dice todo. Un bombazo de tema para el directo, todavía recuerdo el vídeo de su actuación en 1983 en el US Festival, celebrado en San Bernardino en California, ante más de 300.000 personas, con un Klaus absolutamente reventado, mientras Rudolph desatado seguía haciendo el loco con la guitarra ante el griterío del público y la mirada impasible de Francis Buchholz. De nuevo entrada rápida de guitarra, con Matthias punteando sobre el riff de Rudolph, hasta que entra Klaus, que canta sobre fondo de batería adornado con algún rasgueo de guitarra. Estribillo pegadizo y cantarín, embrollo de guitarras y mucha contundencia. Un tema que he echado de menos las últimas veces que los he visto.

Otro buen guitarreo nos introduce a “Arizona”, otro buen tema aunque no de los más conocidos. La predominancia de las guitarras sólo es discutida ocasionalmente por Klaus, estando la mayor parte del tema plagado de adornos, punteos, fraseos y cualquier cosa que se pueda hacer con una guitarra. Y el solo, aunque no es deslumbrante, es de los mejores del disco. Con un estribillo mejor, les habría salido un tema que creo que hubiera perdurado más en el set list del grupo.

“China White” el tema más largo del disco con diferencia, es el típico tema de riff lento y pesado que la banda solía incluir en casi todos sus discos. Ya desde el principio, marcado por bajo y batería hasta la entrada de la guitarra rítmica, queda claro que estamos ante un tema de corte sombrío. Cuando Klaus entra, llevamos ya más de un minuto de tema, y lo hace de forma breve y en la línea oscura de la canción. No está mal, pero a mi juicio lo extienden demasiado.

El disco cerraba con, esta vez sí, la balada de turno “When the Smoke Is Going Down”. En la línea de las baladas de la segunda época de Scorpions, muy diferentes a las de la primera, es una balada demoledora con un gran estribillo, como todas las de los chicos de Hannover, sean de la época que sean. La cosa empieza tierna ya desde las guitarras iniciales, y cuando entra Klaus se convierte en una delicia. Vamos, la típica canción con la que te quedabas sin mechero en la época heroica.

‘Blackout’ tuvo una gran acogida tanto por parte de la crítica especializada de la época como por parte del público. Prueba de ello son las certificaciones de platino conseguidas en EE.UU. y Canadá, o las de Oro en Francia y México. En lo referente a las listas, alcanzó un meritorio puesto número 10 en el Billboard 200 y fue número 1 en Francia. Los sencillos editados corrieron suerte dispar, mientras que “No One Like You” logró un impresionante número 1 en el Hot Mainstream Rock Tracks y el 65 en el Billboard Hot 100, “Can’t Live Without You” se tuvo que conformar con aparecer sólo en la primera lista en el puesto número 47. Además, la gira mundial de presentación del disco les permitió por primera vez girar por los EE. UU. como cabezas de cartel, con un éxito más que reseñable que los llevó a ser uno de los grupos no americanos del género que más cobertura recibían por parte de la MTV, situación que perduró durante buena parte de la década.

En definitiva, un disco imprescindible dentro del género. Para muchos el mejor de la banda y, para el resto, de los mejores, que supuso la llegada a la cima para Rudolph y compañía, y que hoy 29 de marzo de 2022 cumple la friolera de 40 años. ¡Felicidades!

F.J. Villasante

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Esta entrada fue escrita por Redacción

6 comentarios

  • Juandie dice:

    Extenso e interesante resumen hacia el 40 aniversario de uno de los mejores álbumes de los históricos SCORPIONS como es Blackout. Un honor tener desde hace muchisimos años este discazo y un puto placer disfrutar de los videoclips más destacados de dicho álbum como de su actuación en el programa de nuestro pais como era el TOCATA interpretando dicho clásico los de Hannover. Feliz 40 aniversario.

  • David dice:

    Sin duda alguna, el mejor o uno de los mejores discos de Scorpions. La energía que transmite ese disco es brutal, sin duda alguna fruto de tener 40 años menos.
    Discazo historico

  • ignacio dice:

    yo tengo ese vinilo todavía y joder como suena

  • Nikaguti dice:

    Gran disco,gran artículo!!
    Up The Scorpions Forever!!
    Imprescindible disco para tod@s los oyentes de Rock.
    Saludos.

  • Oscar dice:

    Aún suena brutal!!!!

  • Alberto dice:

    Y menudo directo se hicieron en Madrid... Increible.

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