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Ozzy Osbourne hubiera cumplido hoy 77 años: Las historias detrás de sus 10 canciones más famosas con Black Sabbath y en solitario

El señor John Michael Osbourne, “Ozzy” para los amigos seguidores y el mundo en general, nos dejaba el 22 de julio. Murió en paz, y con la satisfacción del deber cumplido, tan solo 17 días después del gran concierto de despedida, suyo y de Black Sabbath, en su Birmingham natal y bajo el nombre ya inmortal de “Back To the Beginning”. Pero hoy hubiera cumplido 77 años, y teníamos que celebrarlo y seguir recordando al maestro y loco maravilloso.

No vamos a contar de nuevo el origen del icónico apelativo, no tan cariñoso al principio, ni a volver a hacer repaso de su carrera e historia personal, como ya hicimos en tantos artículos, en revista y web, programas de radio conmemorativos y demás en los últimos meses. Tampoco vamos a escribir un artículo lacrimógeno ni triste ni de que cualquier tiempo pasado fuera mejor, sino recordar con cariño sus 10 canciones más famosas, inolvidables y populares, literalmente.

Y no lo decimos nosotros, sino que son las propias plataformas las que arrojan las cifras irrefutables de sus 10 temas con más reproducciones y visualizaciones, al menos en Spotify y YouTube, como las plataformas de streaming con más tirón y difusión a nivel de escuchar música hoy. El mundo digital nos da los datos y David Esquitino cuenta las historias de esas canciones interplanetarias y ya eternas.

10 – “Dreamer” (Ozzy Osbourne, ‘Down to Earth’ - 2001)

Alguien tan soñador y romántico como un servidor, se identifica con Ozzy en el sentido de dejarte la vida por tu pasión. Por eso queríamos tanto a este tipo tan particular, que nos representaba al 100% en su época más clásica y locuela pero también en sus años menos populares. Sus discos de los 2000 no son ni los más representativos ni de lejos los mejores de su trayectoria profesional, pero en EEUU (sobre todo) era toda una celebrity y alguien realmente conocido. Esto empuja su popularidad y el que varios temas de esta época, a todas luces menor de su carrera musical, aparezcan aquí representados.

Siendo justos, salvamos cosas de entonces, y por supuesto “Dreamer” es quizás la canción más popular de Ozzy en solitario en estos años. No es casualidad que el tema esté compuesto por dos tipos de primera línea como Martí Frederiksen (autor profesional) y Mick Jones (de Foreigner), y que nuestro héroe, sin ser el mejor letrista del mundo, nos conquistara aquí con ese texto que apela a soñar con un mundo mejor, como ya lo hizo su querido y admirado John Lennon tantos años antes en “Imagine”.

Él mismo hace el guiño indisimulado al respecto, que todos sabemos que los Beatles (y sus miembros) son la mayor influencia del no tan loco Ozzy. En la propia canción, él mira desde una ventana (ficticia) y no le gusta lo que ve, mientras sueña con un mundo en paz y fuera de estupideces religiosas, raciales o territoriales. Como curiosidad extra, Zakk Wylde toca el piano en el tema.

9 – “Children of the Grave” (Black Sabbath, ‘Master of Reality’ - 1971)

Uno de los temas más duros de Black Sabbath y uno de los verdaderos embriones de la banda como precursores del metal pesado en general. Aparte de la buena versión moderna de White Zombie de la época (1994, me refiero), la original es una de esas canciones que más ha influido a las generaciones duras posteriores. Curiosamente, y pese a las referencias metafóricas del título y la propia letra, esto no va nada de satanismo ni de muerte ni siquiera de zombies, como he leído alguna vez.

Es más, los niños de la tumba a los que se refiere tienen que ver con los muertos que van a producir las guerras nucleares, los experimentos de las grandes corporaciones y los ejércitos. En realidad, habla sobre todo de la incertidumbre de los jóvenes en una Inglaterra bastante empobrecida, y en una Birmingham en concreto totalmente industrial y con poco futuro para las nuevas generaciones más allá de las fábricas de siderurgia y metalurgia que poblaban la región (y donde trabajaban varios de los propios miembros del grupo al principio).

Por si alguien aún no lo sabe, la mayoría de las letras de Sabbath, y de alguna época puntual de Ozzy Osbourne, son de Geezer Butler, todo un maestro al respecto, además de un genio al enfatizar la profundidad y rotundidad de estos textos con el sonido pesadísimo, grave y realmente duro de su bajo. Mézclalo con la intensidad incontestable de los riffs de Iommi, la batería rítmica, pero a la vez tan dinámica de Bill Ward, y la voz más lastimera y expresiva de Ozzy, y tienes una de las canciones más alucinantes y perfectas de la historia.

8 – “N.I.B.” (Black Sabbath, ‘Black Sabbath’ - 1969)

Lo puede parecer, pero no son las siglas de “Nativity in Black”, aunque fuera el nombre de aquellos dos discos tributo a Black Sabbath que cimentaron la primera reunión del grupo allá por el 95 / 96, y que el guiño o juego de palabras sea evidente. Recordemos que la primera parte salió en 1994, y el segundo volumen en 2000, con la participación de las bandas de metal más en boga entonces, como Pantera, Sepultura, Type O Negative, Megadeth, Therapy?, Machine Head o Slayer.

Es más, el propio Dio presentaba el tema como tal cuando lo tocaban en su época con Sabbath en los primeros 80, pero no, “N.I.B” no significa eso, ni tampoco “Name in Blood” como se ha rumoreado otras veces, sino que juega con el concepto de “nib”, que en inglés (y más o menos en jerga) sería ese tipo de barba de punta que podría llevar el diablo, o un noble elegante y poderoso, y que a su vez era el estilo facial que llevaba Bill Ward en esos años, que lo usaron como “modelo”. Lo pusieron como siglas como para darle más misterio y enjundia al título, pero en realidad no tenía un trasfondo profundo.

Aceptando esto como real, tiene aún más sentido cuando la canción no es necesariamente demoníaca, oscura ni de terror, sino que más bien es una historia de amor, en primera persona, en la que Lucifer se enamora de una mujer normal y se vuelve “bueno”. Y es que, como tantas veces han desmentido Black Sabbath, ellos no eran ni satánicos ni malévolos ni siquiera tenían excesivo gusto por el mundo ocultista, fuera de labrarse una imagen de tipos duros más que otra cosa. Y en “N.I.B.” en concreto, como en otras canciones posteriores, la metáfora es sobre abandonar la oscuridad y la maldad, no al revés. Eso no quita que ellos jueguen deliberadamente con el concepto y la imaginería oscura en su carrera, una cosa no quita la otra.

7 - “Bark at The Moon” (Ozzy Osbourne, ‘Bark at The Moon’ - 1983)

Podemos hablar por igual de la canción, impresionante, como del propio vídeo, de los más alucinantes no solo de Ozzy sino de la historia del heavy metal, ¡y de la música en general! Toda una superproducción, rodada por un reputado directos como Mike Mansfield, con gran presupuesto, gasto casi ilimitado de cocaína en el rodaje incluido, y una de las imágenes más conocidas de nuestro protagonista, caracterizado de científico loco pero que se convierte rápido en bestia. Es muy conocida también la historia del Ozzy borrachín que se iba al bar disfrazado para asustar a los parroquianos, sin perder el tiempo desmaquillándose antes de tomarse unas pintas extras.

¿De la canción? Pues era la que daba título y abría el que fue el primer disco de Ozzy Osbourne tras el tristemente famoso accidente de avioneta que acabó con Randy Rhoads. Tras algunas fechas de gira con Brad Gillis, (y antes de tentar a súper guitarristas como Gary Moore o Michael Schenker para el puesto), finalmente fue un desconocido Jake E. Lee, de ascendencia oriental, el que se haría con el puesto. Y el riff inicial del tema o el solo final nos hace arrodillarnos y pensar que fue la mejor elección entonces. En fin, posiblemente la canción más heavy, del disco más heavy (y ochentero) de Ozzy, y la que marca totalmente la personalidad del grupo en esos tiempos.

Como curiosidades extra, además de ser de las favoritas de los seguidores más clásicos, es el tema con el que abrían los conciertos de la banda en los últimos años. Además, aunque la letra es muy de la época, y habla de resurrección, venganza e incluso tiene cierto toque místico y hasta religioso, en realidad surge casi de una broma y un refrán muy inglés, que dice algo así como “cuando te sientas mal, cómete la mierda y ladra a la luna”. Eso sí, es el primer tema que compusieron juntos Jake E. Lee y Ozzy, aunque luego la letra es del bajista Bob Daisley (ex Rainbow, Uriah Heep y Gary Moore entre otros), y obviamente el resultado es uno de los himnos (y vídeos) más importantes del heavy metal. ¿Aullamos juntos?, ¡Auuuuu!

6 – “Mama, I´m Coming Home” (Ozzy Osbourne, ‘No More Tears’ - 1991)

Lo que comenzó como una sencilla balada o medio tiempo de amor a su mujer para decirle que la echaba de menos y que volvía a casa, se ha convertido en uno de los himnos de despedida a Ozzy. De hecho sonó en el propio funeral, además de en el propio concierto de despedida, y se quedará para siempre como una de las canciones más icónicas y populares del artista. Parece ser que, aparte del propio sentido de volver a casa tras estar de gira, tenía mucho que ver con la vuelta tras pasar por rehabilitación de sus adicciones varias, y después de haberse separado realmente de Sharon hasta que “volviera al redil”, que es de lo que en el fondo habla el tema a poco que rasquemos en la superficie.

Sin sonar almibarada o “moñas”, en realidad hablamos de una canción preciosa y de un Ozzy que transmite sentimientos de nostalgia, melancolía y amor a través de una expresividad de la que siempre fue el gran maestro. Impresionante también el trabajo de Zakk Wylde con la guitarra, dotando al tema de una fuerza y feeling increíble. Además, lo que mucha gente no sabe es que la mayor parte de la composición es de Lemmy, de Motörhead, otro maestro con las power ballads y las letras de sentimientos (aunque no lo parezca), y que en esos años compuso bastante para Ozzy.

Eso sí, reconozco que a mí la versión del tema que siempre más me gustó fue la del directo ‘Live & Loud’ del 93:

5 - “No More tears” (Ozzy Osbourne, ‘No More Tears’ - 1991)

Seguimos en el mismo LP, en el mismo momento, y en tal vez el último gran disco (con el permiso de soslayo de ‘Ozzmosis’ del 95) y en realidad el último clásico de Ozzy Osbourne. Un LP multivendedor, que en esa época se lo comió todo y que metió a Ozzy en los 90 como con ningún otro artista clásico funcionó entonces. Cierto que el trabajo era soberbio, y estaba cimentado por el tema título, single principal y una de las canciones más importantes del rock de los 90, y por ende de la carrera completa de Ozzy.

Pasando al tema en sí, aparte del hipnotizante ritmo de bajo inicial, seguido del teclado y esa guitarra maravillosa (y luego la batería tremebunda del fallecido Randy Castillo), de nuevo mentamos la importancia del vídeo, en los años dorados de la MTV, y convirtiéndose en todo un icono del rock y del metal de entonces. La canción en principio habla de la historia de un asesino en serie y de una de sus víctimas que no dejaba de llorar esperando el fatídico desenlace, pero a la vez parece ser que habla de la culpa, la autodeterminación de conseguir un objetivo (en este caso, una vez más, salir de las drogas y la mala vida) y dejar de llorar, redimirse y coger el toro por los cuernos, por decirlo así.

Desde entonces siempre fue habitual en los conciertos de Ozzy, y el solo de Zakk Wylde sigue embobando como el primer día, al igual que volver a ver este vídeo que tanto nos marcó:

4 – “War pigs” (Black Sabbath, ‘Paranoid’ - 1970)

Estamos hablando de una de las canciones y composiciones más poderosas y estratosféricas de la historia de la música. A la vez, es uno de los alegatos antibelicistas más rotundos que se han escrito nunca, compuesta en plena guerra de Vietnam, por si alguien quiere más referencias.

“Los cerdos de la guerra” son los políticos que juegan con nuestras vidas y nuestro destino a su antojo. La letra de Geezer Butler, puro “working class” y escupiendo asco, denunciando injusticias y pidiendo sentido común y libertad, es legendaria. De hecho, se convirtió desde el primer momento en uno de esos temas inmortales que serán para siempre historia de la música y ejemplo de compromiso social. No a la corrupción, no al negocio de las armas, no a los “políticos que se esconden”, no a los hechiceros que construyen la muerte y nos lavan el cerebro con sus mentiras y falsas promesas. Y no lo digo yo, sino bien clarito la letra de la canción.

Contando cosas más livianas, o no, comentar que iba a ser el título original del segundo disco de Black Sabbath, que se cambió a ‘Paranoid’ a última hora y por temor de la discográfica a las reacciones negativas del mundo más conservador por el rechazo implícito en la canción a la citada guerra de Vietnam. No es casual tampoco el juego obvio con la palabra “Walpurgis” en el título, haciendo referencia a esa noche de brujas, aquelarre y maldad manifiesta que es toda guerra: insensata, insensible y que siempre conlleva baño de sangre inocente.

Y todavía hay mucha gente que piensa que la música es solo diversión y que debería meterse menos en política y cuestiones sociales. Pues bien, los grandes maestros nos enseñaron bien desde el primer momento a denunciar las injusticias y a transmitir ideas y querer cambiar las cosas que no nos gustan a través de las canciones. Dos grandes ejemplos de esto son Black Sabbath o por supuesto Judas Priest, si me permitís el guiño y homenaje reciente.

3 - “Iron Man” (Black Sabbath, ‘Paranoid’ - 1970)

Bromas o no con que Ozzy era el verdadero “hombre de hierro”, al conseguir dar ese último concierto y despedirse con honores pocos días antes de morir, la canción podría ser del sector “ciencia ficción” dentro de las temáticas habituales de Black Sabbath. Además, y como os contamos en este post en su momento, la letra puede tener trasfondo religioso, que ya hemos comentado que los miembros de Black Sabbath eran más cristianos que satánicos y más seres de luz que demonios oscuros, si me permitís la frase.

Hay más interpretaciones, desde un básico himno de empoderamiento, sacar fuerza interior y ser de hierro ante los golpes de la vida. Por otro lado, hablamos de los 70, y no descartamos en absoluto que tuviera que ver también con ese personaje clásico de la literatura (y el cine) de “El hombre de la máscara de hierro” (aunque su popular adaptación británica para TV no se hiciera hasta 1977). Y es que, aparte de la novela base de Alejandro Dumas, la película original de 1939 (con versión previa de 1929) era muy popular entonces. Normal también que las nuevas generaciones lo confundan con el “Iron Man” actual de las películas de Marvel, pero sin ser la referencia exacta, sí podría tener esa base de los primeros comics donde aparece el personaje a finales de los 60 y primeros 70.

De la influencia musical en tantas bandas de doom, death metal y metal extremo posteriores hablamos otro día, pero la relevancia de una canción como “Iron Man” en esto, a pesar de su letra bisoña y nada oscura, se cae por su propio peso.

2 – “Crazy Train” (Ozzy Osbourne, ‘Blizzard of Ozz’, 1980)

¡Todos a bordo! de uno de esos temas que en cuanto lo escuchas una vez te engancha para siempre. El gran clásico de Ozzy, al menos de su era en solitario, y que define su trayectoria desde entonces en adelante. Aunque a veces lo pudiera parecer, en realidad su carrera no ha descarrilado nunca, y momentos puntuales aparte (como “Los Osbournes” o algunos discos menores de la última etapa), siempre ha sido un tren fuerte y poderoso, y dirigido con más cabeza y sentido de lo que a veces pueda parecer. Que Ozzy nunca fue el tonto que a veces nos han querido vender, y Sharon, feos tejemanejes incluidos, obviamente tampoco.

Divagaciones aparte, es el tema clave del primer LP en solitario, tras la locura del final de Black Sabbath y los excesos del momento. Además, pese a los cambios de nombre y la polémica alrededor previa y posterior, “Blizzard of Ozz” seguirá siendo el disco de referencia de Ozzy, y esta es la canción que mejor lo representa. Posiblemente nada de lo siguiente hubiera sido posible sin “Crazy train”, loa a Randy Rhoads mediante, y con quizás el solo más icónico de la historia del rock incluido (con el permiso del de “Mr Crowley”).

Luego la letra es más política y social de lo que parece, aludiendo a la Guerra Fría, misiles, bombas atómicas y guerra nuclear que tanto pavor daba entonces al mundo occidental. Y criticando a su vez la megalomanía y el ansia de poder de los gobernantes, pidiéndoles que no dejen descarrilar este tren y que la locura se expanda. Pero de nuevo tiene también un trasfondo 100% personal que alude a la salud mental y no volverse majareta. Curiosamente, y aunque lo pudiéramos pensar, no es de Ozzy (aunque sí que se pueda ver reflejado o hablara de él) sino de nuevo del australiano Bob Daisley.  Sea como sea, una de las canciones más grandiosas de la historia y que una vez más nos hace levantar el puño y mover la cabeza sonriendo. Y sí, por si alguien no se había dado cuenta, Ozzy en el vídeo lleva el pelo corto y de punta, como lo llevaría Billy Idol de hecho justo después… hmmmmm:

1 - Paranoid (Black Sabbath, ‘Paranoid’ - 1970):

Es el himno por excelencia de Sabbath, y Ozzy Osbourne, y una de las canciones más importantes de la historia de la música. También la que a la postre daría título a su LP más vendedor, exitoso e importante. Ya hemos dicho antes que se iba a llamar ‘War Pigs’, que era el tema principal y el concepto sobre el que gravitaba este potencial segundo disco de Black Sabbath, para entrar poderosos en los 70. Pero es que “Paranoid” surgió totalmente por casualidad, a última hora y siendo relleno porque “faltaba un tema” para cerrar ese álbum, que a su vez cambió la historia.

Musicalmente, el inmortal riff inicial está inspirado en “Dazed and Confused” del primer disco de Zeppelin, que salió pocos meses antes y que le gustaba mucho a Tony Iommi, pero no tanto a Ozzy, que era más de The Who y sobre todo fan de The Beatles en ese momento. Incluso la letra tiene conexión directa porque literalmente habla de la paranoia, pero desde el punto de vista de estar emporrado, o de la sensación de agobio que te entra tras fumar sustancias psicotrópicas hasta el punto de volverte paranoico e incluso aislarte en tu mundo. El tema de Zeppelin habla de estar “aturdido y confuso”, por cierto, así que podemos intuir conexión extra. De cualquier manera, de una casualidad, unas prisas y vamos a decir una mirada al examen del pupitre de al lado, surgió uno de los temas más importantes del rock.

Podríamos poner una de las tantas versiones en directo que hay, de ambas bandas y de todas las épocas, destacando algunas tan curiosas como la del ‘Tribute (to Randy Rhoads)’ del 87, la de aquel directo tan heavy de Ozzy pero con los temas de Black Sabbath que fue ‘Speak of the Devil’ (torpedeando a posta el lanzamiento de ‘Live Evil’ con Dio a finales de 1982), pero en este caso lo suyo es usar la original para cerrar, musicalmente hablando, este artículo tan chulo sobre los 10 temas más escuchados de la carrera de Ozzy.

O al menos hacerlo desde este vídeo más o menos oficial de entonces, grabado en falso directo en Bélgica, posiblemente para televisión:

Sí, nosotros también tenemos nuestros vinilos de Ozzy Osbourne y Black Sabbath rallados de tanto escucharlos, y los CD´s que saltan de ponerlos tantas veces, y ni os cuento el estado de las cintas de antaño. A su vez, también tenemos nuestros favoritas personales, joyas conocidas y gemas escondidas en su larga y profusa discografía que escogeríamos sin dudar en nuestro particular “top 10”, pero en este caso la idea era ceñirnos a los datos oficiales y digitales para contaros curiosidades, intrahistoria y, ¿por qué no?, volver a escuchar estos clásicos con otros oídos sabiendo de dónde vienen, cómo surgieron, la anécdota correspondiente que tiene asociada o de qué hablan en realidad.

Cierto que nos llama la atención que no estén entre los 10 temas más populares de Ozzy y Sabbath superhits y temazos como son “Mr Crowley”, “Shot in The Dark” (vídeo con lentejuelas incluido), “Changes” o “Planet Caravan”, e incluso la propia “Black Sabbath” que de alguna manera comienza todo. Canciones con historias respectivas tan interesantes detrás, como la de Aleister Crowley, el origen como canción de Phil Soussan para FM antes que para Ozzy, la dimensión interplanetaria de la balada por excelencia de Sabbath gracias a Yungblud, la difusión de la canción lisérgica por excelencia gracias a la versión de Pantera o el miedo que le daba a James Hetfield (Metallica) el escuchar el tema homónimo de Sabbath cuando era crío.

Como hemos dicho tantas veces, le recordaremos con alegría y con la satisfacción del deber cumplido y habiendo dejado algunas de las canciones más importantes e inmortales de la historia del rock n´roll, el hard rock y el heavy metal. Temas que son insignia y parte de las vidas de tanta gente que hasta sonroja pensarlo. Y a nosotros los primeros nos cambió la vida, así que solo felicidades y gracias, viejo Madman, que te queremos y te echaremos siempre de menos.

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