Han pasado tres años desde la grabación del directo hasta la publicación del disco. ¿Por qué tanto tiempo y qué ha sucedido durante este período?

“Bueno, evidentemente la pandemia del Covid-19 ha trastocado muchos proyectos que estaban en la rampa de lanzamiento. No solo lo que concierne a mi trabajo en solitario; también estaba trabajando en paralelo con otros músicos con ideas para los siguientes años.

El caso es que, entre esperas durante el parón de los conciertos para ver si mejoraba la situación, fuimos sopesando la posibilidad de producir y editar el directo de Calabria66. La verdad es que en un principio no teníamos la idea de publicar este directo, pero una vez visto del resultado de la grabación y de todo el material multimedia que teníamos, era una lástima no utilizarlo. Así que la decisión, a pesar del tiempo trascurrido, fue lógica y rápida.

Ha sido una manera de olvidar ese paréntesis de tiempo en el que tuvo que haber continuidad con los conciertos de ‘Aquelarre químico’. También es una manera de homenajear y agradecer a todos los que participaron e hicieron posible este entrañable concierto.

Desde luego que durante este tiempo he estado trabajando en nuevas canciones. Hay que estar activo para cuando aparecen las musas. A pesar de todo, ha sido un tiempo fructífero. Toco madera y espero tengamos la suerte de poder estrenar en breve nuevos trabajos discográficos”.

El setlist que elegisteis incluye ocho temas de ‘Aquelarre Químico’ y dos de ‘Sin Rencor’. Cuéntanos, por favor, la intención o motivo de esta selección.

“El motivo principal de este concierto era la presentación del último trabajo, ‘Aquelarre químico’. Nos volcamos totalmente en ello, pero sopesamos utilizar otras canciones del antiguo repertorio y de esta manera reivindicar el primer disco, ‘Sin rencor’. No podemos decir que era una elección de grandes éxitos, porque precisamente no somos un grupo mainstream (risas), pero sí que algunas de nuestras amistades, cuando supieron que se realizaba el concierto, nos pidieron que hiciésemos un guiño a ese otro trabajo y que incluyésemos algunos de sus temas, por ejemplo “Paciente un millón”, una de esas canciones con la que tengo una especial predilección. Así que, por aclamación popular (¡es broma!) y personal, era de justicia tocar aunque solo fuera una par de las canciones del álbum ‘Sin rencor’”.

Respecto al trío que elaboró ‘Aquelarre Químico’ (2018), ha habido algún cambio y una incorporación. ¿Cómo surgieron estas modificaciones?

“Efectivamente, en ‘Aquelarre químico’ Sergi Riera, con el cual ya había trabajado en otros muchos proyectos, se encargó de grabar el bajo, un trabajo excepcional de un músico excelente con una gran carrera a sus espaldas. Fue un lujo poder contar con él en este disco, no solo como instrumentista; Sergi también es productor y técnico de sonido, así que el trabajo con él en el estudio fue magnífico, siempre aportando y abierto a ideas y consejos. Me hubiese encantado que Sergi participara en el directo, pero fue imposible cuadrar fechas.

“A Dani Soto, bajista, Eric y yo lo conocemos desde el pleistoceno (risas). No tuvimos ninguna duda en proponerle ser parte de la banda. Es un músico reputado y, lo mejor, una excelente persona. Se implicó desde el primer minuto, nos ha dado un impulso energético brutal, es un currante nato como pocos.

Para cerrar el círculo y ser fidedignos a lo grabado en el estudio necesitábamos a Judit K., guitarrista y teclista, una persona con un talento tremendo. Yo la conocía por su proyecto personal y por su paso por Obsidian Kingdom. Eric ya había colaborado con ella en distintos proyectos, de manera que fue una gran alegría cuando nos confirmó que estaba dispuesta a colaborar con nosotros. Así que, definitivamente, me siento totalmente afortunado por poder contar con estos increíbles músicos, un verdadero lujo.

Foto: Miguel Bernardeu

Viendo los vídeos del directo, al cuarteto actual se os ve conjuntados, muy cómplices. ¿Va a tener continuidad? ¿Tenéis algo entre manos?

“Compenetrarnos fue bastante fácil. Si te digo la verdad, no hicimos muchos ensayos. Como buenos profesionales que son, casi todo el trabajo ya venía hecho de casa. Como anécdota, te contaré que alguna vez, cuando llegaba a casa después de los ensayos, le comentaba mi pareja que tenía que ponerme las pilas para estar al nivel de la banda. Es fantástico sentir que puedes mejorar y que te dan ese impulso para hacerlo. Con ellos todo es mucho más fácil.

Desde luego que la idea es tener continuidad con el proyecto. Sobretodo por la inversión de trabajo y tiempo con el artwork y el montaje multimedia del espectáculo a cargo de Mikel Román, gran amigo y artista multidisciplinar. Recomiendo encarecidamente visitar su web, www.mikelroman.com, para poder apreciar su magnifico trabajo.

En su momento queríamos hacer una pequeña gira por algunas ciudades presentando estos conciertos. Sin duda, buscaremos el momento para retomarlo. Tenemos los músicos, el montaje escenográfico, y puede decirse que el espectáculo aún está por estrenar. Desde luego que sí, siempre maquinamos y siempre tenemos algo entre manos”.

Centrándome en el estilo y la estructura de las composiciones, me surge una pregunta (un poco molesta de contestar, lo sé): ¿Eres más de Rock o de Metal?

“Es comprometida pero no molesta (risas). Es como preguntar si eres más de tu madre o de tu padre. He tenido la suerte de vivir y disfrutar musicalmente los 70, 80 y 90, décadas de generación, evolución y aprendizaje musical.  No puedo renegar de ningún genero o estilo, he disfrutado con todos ellos. De hecho, he grabado, y desde luego he disfrutado, discos de distintos géneros, desde heavy metal clásico a metal progresivo, pasando por rock, pop, etc.

La verdad es que me gusta experimentar y, aunque evidentemente en mis discos en solitario hay un denominador común que es el hard rock, me gusta explorar con el metal, la música clásica, el progresivo, el rock alternativo e incluso el funk. Cuando creo que tengo una buena armonía y/o melodía, no me importa experimentar con todos los géneros y estilos para sacarle el máximo partido. Al fin y al cabo, se trata de sorprender. Si me ciño a los cánones habituales, me da la impresión de que el público se aburrirá. Quizás por eso sigo anclado en el underground, que es donde me siento más cómodo y tengo cierta libertad”.

Le pregunto ya no solo al Santi Leal músico, también al productor y al profesional que ha participado en prensa musical: ¿Tiene razón Gene Simmons cuando dice que el rock ha muerto?

“¡Grande Gene Simmons! Creo que el rock, tal como lo conocíamos en el siglo pasado, realmente si ha muerto. Pero la música no muere o cambia, lo que evoluciona realmente es el negocio. Estamos en la época del low cost, del usar y tirar, del beneficio rápido.

Como todas las oportunidades de negocio, la música, y en este caso el rock, es una de ellas. Al final, el objetivo de la economía liberal es exprimir y prostituir el género. Hay que recordar que, desde un principio, el rock y otros géneros como el punk han sido el medio de protesta y revolución social de las clases medias y bajas, desde donde se denunciaba el status quo establecido y las carencias provocadas por la injusticia social.

Cuando se especula con el rock y se utiliza con la estrategia comercial auspiciada por el sistema, ya no es viable la protesta contra ese mismo sistema, por lo que el mensaje de las canciones se vuelve vacío de contenido. Por lo tanto, tal como dice Gene, el rock ha muerto, pero se le olvidó decir, a mi entender, porque ahora ya no cumple su objetivo revolucionario.

De todas maneras, no está todo perdido, hay que tener presente que el rock no tiene por qué morir si sigue funcionando a través del movimiento underground. Ahí estamos, la lucha sigue…”

Para ir terminando, ¿en qué estás ahora mismo y cuál es el futuro a corto plazo de tu proyecto personal?

“Pues, como te decía anteriormente, mientras esperamos el momento oportuno para retomar los conciertos de ‘Aquelarre químico’, tenemos un nuevo proyecto entre manos que nos hace realmente mucha ilusión.

Todo ha surgido a raíz de rescatar las demos de los 80 de una de las primeras bandas en la que toqué, Blutaxt, la banda de hard & heavy formada en el barrio de Bellvitge de Hospitalet de Llobregat. Jesús Palacios y Paco Manjón, de Gadir Records y Héroes de Culto, nos propusieron editar el CD recopilatorio con dichas demos, ‘El poder del salvaje metal’, el cual también está distribuido por el sello SteelOnSteel de Pako Mate.

Pese a que siempre he tenido contacto con Luis Miguel Altisen, cantante de Blutaxt, y aunque hemos colaborado en otros proyectos juntos, nunca habíamos pensado en retomar Blutaxt donde lo dejamos en 1991, con el cuarteto que dio vida a la última formación en activo de la banda.

Lo que ha sucedido es que, entre lo del CD de las demos y que nos han invitado para participar en el décimo aniversario concierto “Pels Xuclis” el 8 de octubre en Barcelona junto a excelentes bandas como Arma-t, BlackOwl y Lujuria, no podíamos negarnos, sobre todo porque es para una magnífica causa, ya que se trata de un concierto benéfico para los niños con cáncer.

El caso es que una cosa lleva a otra y, junto a Eric Rovira a la batería y Dani Soto al bajo, ya estamos preparando nuevo disco con nuevas canciones. Qué mejor tándem para reemprender la marcha y mantener el cuarteto de la última etapa de Blutaxt.  Esperamos editar a principios del 2023 lo que será este nuevo trabajo, aunque seguro que estrenaremos alguna canción en este fantástico concierto de “Rock Pels Xuclis”.

Santi, ¿Quién es “El Bruixot”?  O, tal vez, ¿quiénes son?

“Entiendo que te refieres a la canción del mismo nombre que está dentro del álbum, ‘Aquelarre químico”, claro. En mis letras siempre me ha gustado explicar las cosas desde un modo narrativo. Con esto no quiero decir que soy equidistante, ni mucho menos, pero tampoco me gusta influir en las conclusiones de quien escucha la canción. Yo solo pongo las cartas sobre la mesa.

En este caso, me inspiré en los hechos ocurridos el 1 de octubre del 2017 en Cataluña y narro lo que vi y entendí. Voy al grano: El Bruixot es o son las personas que toman decisiones unilateralmente y que provocan la confrontación, confrontación que les sirve para poder mantener su estatus. Divide y vencerás. Esto, en la sociedad actual y en política, es el pan de cada día.

Desgraciadamente esto sucede porque quien los sustenta y encumbra, como decía Nietzsche, son las personas que no quieren escuchar la verdad porque no quieren destruir sus ilusiones. Este tipo de personajes, como el Bruixot, están en todos los bandos y ámbitos, y al final actúan por intereses propios y de los del poder que representan. De manera que los perjudicados siempre somos las personas de a pie, simplemente somos los peones del tablero de ajedrez. Habrá que enrocarse, o quizás mejor rocanrolearse...”

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