¿Existe algún significado más profundo detrás del apellido "Froján" como nombre para vuestra banda?

"Sí y no. De primeras, ponerle de nombre al proyecto mi apellido surgía del concepto de hacer un proyecto de cantautor. Durante la pandemia compuse el primer disco de Froján, 'Huir', que estuvo condicionado en gran medida porque a mi padre le diagnosticaron una enfermedad terminal. La ilusión que puse en ese disco se vio motivada por las ganas que tenía de poder enseñarle a mi padre todas las canciones que iban a formar parte de él. Puedo decir muy orgulloso que lo conseguí. Esta es la profundidad de tener como nombre del grupo el apellido que mi padre me legó".

¿Cómo deciden los cuatro músicos que componen Froján unirse para formar una banda? ¿Cuál fue el proceso o la historia detrás de su unión y creación del grupo?

"Como te comentaba antes, Froján empezó como un proyecto de cantautor. Para grabar el primer disco contacté con los músicos que me acompañaron al estudio de grabación. Tras su publicación, y después de comprobar la conexión entre los miembros del proyecto, decidimos olvidar esa parte individualista y comenzar a trabajar como una banda al uso. Eso sí, la formación de la banda, a día de hoy, es distinta a como comenzó.

En el primer concierto de Froján, antes de grabar nuestro primer disco, éramos dos guitarras, bajo, batería y saxo alto. Mi papel era única y exclusivamente dedicarme a cantar, no tocaba la guitarra como es el caso ahora. Cuando grabamos el primer disco, y debido a nuestra formación clásica, nuestro guitarrista Roi Xesteira también grabó partes de bombardino, y yo toqué la trompa en una de las canciones.

Por motivos laborales y académicos, esa primera formación se acortó a los cuatro músicos actuales. A lo largo del tiempo sufrió varios cambios en sus integrantes y de la formación original sólo quedamos Óscar Mourelos (Mou) y yo".

 

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‘Reflejos’ ha sido producido por Kolibrí Díaz (Marea) en los Estudios R5. Incluso ha colaborado tocando en “Hay que recordar”. ¿De qué manera marca la diferencia en el resultado final del álbum?

"Trabajar en Pamplona bajo la tutela de Kolibrí ha sido una de las mejores decisiones que hemos tomado. Es la primera vez que trabajamos con él y con Txutxín, y en los pocos días que estuvimos en los Estudios R5 hemos aprendido muchísimas cosas que nos ayudarán en toda nuestra vida musical y también a la hora de enfocar nuestros futuros discos. La diferencia de trabajar con profesionales de este calibre está en los consejos que te dan día a día, en el mimo y el cuidado con el que se ha tratado cada tema tanto a la hora de grabar como a la hora de mezclar y producir, pero, sobre todo, en la calidad humana que tienen como personas. El resultado final ha sido mucho mejor de lo que nos hubiésemos imaginado, y creo que se nota en la acogida que está teniendo el disco".

Vuestra música está influenciada por artistas como Robe Iniesta o Kutxi Romero, pero, en este álbum, confluyen muchos estilos e incluso pura poesía. Más allá del rock, ¿qué influencias han contribuido a la creación de vuestra obra?

"En este álbum hay infinidad de influencias. En el proceso de composición del disco, empecé a escuchar mucha música que no conocía y que ahora es parte fundamental de mi vida: Biffy Clyro, Eruca Sativa, Berri Txarrak y otras muchas bandas que no tenía tan controladas y en las que me sumergí como si de un mar de ideas se tratase. Saqué muchísima información de esos grupos. Cómo tratan las melodías y las armonías era algo que no había escuchado nunca.

Además de mis influencias al componer, Mou o Dabelaii tendrían otras que sumaron muchísimo al sonido del disco y a las canciones que ellos hicieron".

¿Por qué os referís a vuestras letras como “poesía autodestructiva”?

"Fue un término al que le di muchas vueltas en su momento. Aunque en este disco haya algún toque de luz, casi todo lo que rodea a las letras de Froján es la oscuridad, el dolor y la soledad. El objetivo de las letras es autodestruirnos para construirnos de nuevo después, avanzando y aprendiendo a vivir con todo lo que nos pasa".

¿Qué emociones han inspirado las muy profundas canciones de este álbum y qué utilidad ha tenido vaciaros de ellas para vosotros mismos?

"Este disco está repleto de emociones contrapuestas y contradictorias, reflejo del alma del grupo: el deseo de romper con todo y liberarse, el miedo, el amor, el duelo, la confusión…

Echar todo esto fuera ha sido una forma de avanzar una vez más, aprendiendo a vivir con nosotros mismos y con nuestros demonios. Es lo que nos da fuerzas para seguir escribiendo y seguir haciendo música".

En definitiva, ¿qué connotaciones tiene ‘Reflejos’ para Froján?

"Es un paso hacia delante tanto a nivel individual como para la banda. Hemos mejorado como músicos, hemos disfrutado el proceso y aun así hemos llegado a odiarlo. Son las contradicciones propias de un proceso largo y estresante, pero al final sólo podemos sacar cosas positivas de esto: hemos mejorado para nosotros mismos y para nuestro público".

Nos gustaría conocer cómo se presenta vuestro horizonte. ¿Podríais adelantarnos algunos detalles sobre los proyectos que tenéis planeados para el futuro?

"Lo bueno que tenemos como banda es que cuando volvíamos en el coche de grabar este disco ya estábamos hablando del siguiente. Ahora estamos más centrados en hacer conciertos y presentar 'Reflejos', pero ya os podemos adelantar que habrá algún single con alguna colaboración que pensamos que va a gustar mucho".

¿Hay más conciertos programados en el futuro cercano?

"Por ahora sólo podemos adelantar el 25 de mayo en el Contrabajo de Vigo, junto a The Eskarallas y Liberad al Kraken. Por ahora no podemos decir más, pero os aseguro que pronto estaremos en todas partes, ¡sólo tenéis que estar atentos!"

Me gustaría darle un cierre divertido a esta entrevista, con una pregunta que voy a convertir en recurrente. En la película “Whiplash” (Damien Chazelle, 2014), se dice lo siguiente: “Si no tienes talento, acabarás tocando en una banda de rock”. ¿Estáis de acuerdo?

"Para nada. Es una frase propia del elitismo que existe en algunos estilos musicales. El conocimiento de la armonía en el jazz es una locura, y seguramente la mayor parte de los grupos de rock admirarán eso, pero no les hace ser menos como músicos. La fuerza, la contundencia, las letras, la actitud, la unión y la complicidad son características propias del rock que no tiene nada que envidiarle a ningún estilo".

Escucha 'Reflejos' en Spotify:

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