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«La historia del nombre de Platero y Tú era igual de absurda; a ver si tenemos la misma suerte»

Por: Borja Díaz

Rock fresco, accesible, vibrante y expresivo es lo que marca la decidida apuesta de este cuarteto burgalés, que con su segundo trabajo, el EP ‘Volveremos a volar’, logra y de qué manera enganchar a cualquiera que disfrute de la redondez y la expresividad de las buenas canciones de rock en nuestro idioma. Daniel Ibeas (voz y guitarra), Mario Nuño (guitarra), Carlos Tapia (bajo) y Daniel Santamaría (batería) charlan con Borja Díaz.

El nombre de la banda es de lo más llamativo. ¿Qué significado tiene y cuál es el pez de cada uno?

(C) “Los nombres de grupo suelen surgir de la manera más absurda, y con nosotros no podía ser diferente. En el local de ensayo teníamos colgado un cartel de un meme de los baterías en el que había una gráfica circular. En la parte más pequeña ponía “tiempo que dejo para que mis compañeros prueben sonido, afinen, etc.”, y en la parte grande ponía “tutupatutupatrapatupeztutupa”. Nos hizo gracia, lo pusimos de forma momentánea y así se quedó. La historia de Platero y Tú también era igual de absurda. A ver si tenemos la misma suerte” (risas).

A mí me transmite esa idea de diversión, de que lo pasamos bien hasta para poner el nombre del grupo, y es lo que también intentamos transmitir en los conciertos. En cuanto a mi pez favorito, es la anguila eléctrica, porque es eléctrica”. (M): “El mío es el arapaima. Lo vi en 'Monstruos de río’ y me moló mucho”. (D.S.) “Yo prefiero la sardina, por su sabor”. (D.I.) “Yo el pez payaso, por Nemo”.

¿Cómo ha sido el proceso de elaboración de este disco y por qué os habéis decantado por un EP de sólo cinco temas?

(D.S.) “El proceso de creación de las canciones consiste normalmente en que Dani Ibeas lleva una letra de una canción con una armonía y después, entre todos le vamos dando forma, siempre con todas las ideas abiertas. Ha habido canciones en las que de lo primero que llegó al local a cómo acabó siendo hay un mundo, letras que han encajado con ideas musicales de Mario… Intentamos que la canción sea del grupo, y así creemos haber conseguido nuestro sonido e identidad.

Decidimos hacer solo cinco canciones porque el consumo de música está cambiando y hay que adaptarse. El público general no está acostumbrado ya a ponerse un disco completo. Casi ni siquiera cinco canciones del mismo grupo. Todo son listas con las canciones en modo aleatorio o canciones de consumo rápido. Dentro del estilo que hacemos, quizá más clásico, hemos intentado hacerlo de otra forma y parece que ha ido bien, porque los resultados en cuanto a reproducciones son mucho mejores que con nuestro anterior disco”.

Ya desde el título invitáis a la esperanza. ¿Era esa vuestra intención?

(D.I.) “Sí que hay ese componente de esperanza en el titulo del disco, que lo hemos sacado de “Apaga el despertador”. También ocurre que la creación de estas canciones viene de toda la época de la pandemia, y puede que inconscientemente broten frases que lleven a pensar en la esperanza”.

¿Qué temáticas inspiran las letras de ‘Volveremos a volar’?

D.I.) “Las canciones y sus letras surgen así, sin planear mucho. Yo escribo sin intención de algo concreto, solo de expresar una idea en la que pienso en ese momento, y luego ya veo el resultado. Quizá, en general, en este EP han quedado letras un poco melancólicas o tristonas. Todas tienen una historia real, algunas son un solo verso escrito hace tiempo que he desarrollado más para crear la canción, otras han surgido del tirón. En general, mucho amor – desamor y mucha introspección”.

Mucha gente habla de “frescura” al escucharlo. ¿Qué creéis que aportáis al panorama?

(M) “Cuando trabajamos en las canciones pensamos, además de en la propia canción, en el directo. Entendemos que, en este momento de nuestra carrera como grupo, la mayor parte del público no nos conocerá cuando nos vea actuando, e intentamos que la gente se vaya con los estribillos en la cabeza, habiendo cantado y habiendo bailado. Vamos, que se lo pasen bien. Creemos que lo conseguimos, pero habría que preguntar al público” (risas).

Tenéis temas más melódicos y otros más guitarreros. ¿Son las dos vertientes que mejor os definen?

(C) “Pues sí, es lo que nos ha gustado escuchar siempre y al final los gustos se plasman en lo que tocamos nosotros. También con toda la intención tenemos canciones de escuchar más la letra, de bailar abrazados a los hombros de la gente, y otras en las que puedes mover más las caderas o hacer un pogo”.

En “Golondrina”, la voz de Daniel es casi la protagonista por encima de los instrumentos. ¿Buscabais darle esa importancia?

(D.I.) “Sí, he sido muy pesado con el volumen de la voz en todo el EP (risas). Nuestro productor (Roger García) estoy seguro de que me quería matar, porque no sé las veces que pedí que subiera el volumen de la voz. En este caso lo veía necesario; al final, la mayoría de la gente lo que percibe cuando escucha una canción es la voz y la batería. Para este estilo de música lo veía necesario y estamos todos muy contentos con el resultado”.

¿Cuál es la hoja de ruta de la banda a corto y medio plazo?

(D.I.) “Tocar, tocar, tocar y volver a tocar. Ahora vamos a actuar en todos los sitios en los que podamos. Es para lo que hacemos música, nos gusta hacerla y mostrársela a la gente. Eso a corto plazo. A medio plazo, pues volver a entrar en el estudio. Tenemos ya alguna canción preparada, porque nos gusta mucho el proceso de composición, pero esto ya llegará”.

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