Juan Saurín + Redención + Infernale: Redención infernal

La noche empezaría puntual con la actuación de Infernale, grupo liderado por Alex a la voz y bajo, Fer Varela a la guitarra y coros, y F.J. Iniesta a la batería. Con dos álbumes en el mercado, y un tercero cociéndose, en poco más de un lustro de vida, esta banda de puro heavy metal al más puro estilo Pantera se está labrando una reputación impresionante. Tras la intro de rigor, el balazo de su último disco hasta la fecha, la políticamente incorrecta y cruda “Antisystem”, abrió como un cañonazo esta exitosa velada. “Somos los putos Infernale y esto es “Face To Face”, grita Alex para presentar lo que es el tema título de lo que fue su álbum debut editado hace ya cuatro años. Tras éste, nos sorprenderían con dos temas completamente inéditos que sonaron a gloria, como la magnífica “New Born God”, y que estarán incluidos en su próximo álbum ‘Alpha’, de inminente salida.

“Hemos empezado bien”, nos dice un sonriente Alex, para enlazar toda la banda con el pegadizo single “Black Days”, que esta web estrenó en rigurosa exclusiva hace ya unos años. El ya célebre tema fue coreado incansablemente por varios fans que se habían desplazado desde varias ciudades para este tripleta de bandas irrepetible. Le sigue, ahora sí, el tema homónimo de su segundo disco, el magnífico “Echoes Of Silence”. El combo cerró definitivamente con “Be Quiet And Drive”, su última novedad, cover del clásico de Deftones, y que fue lanzado como video single digital a principios de año. Sin lugar a dudas, los ecos de Infernale siguen sonando a gloria, pero es tiempo de pasar esta etapa Omega y pasar a la Alpha… En breve sabremos como suena.

Segunda banda de la noche, con los jóvenes madrileños Redención, que tras la intro “Zero” que titula su único disco producido por Manuel Seoane, arrancaron con el séptimo corte de esta placa. Me sorprendió gratamente cómo la banda suena mucho más compacta, fuerte y dura que en su disco, en el que están más contenidos. El bajo de Javi introduce el siguiente tema, en el que entra raudo y veloz Jason a la batería; la crítica y rápida “Gritos”. Para la siguiente canción, la hímnica “La cara oculta”, David pidió ayuda al público, que comenzó cantando el estribillo a capela de forma muy participativa. Me encantó la versatilidad de David como vocalista, pasando de los tonos más agudos a los más guturales en cuestión de segundos, bien respaldado por las armoniosas guitarras de Sergio y Alex.  Una crítica social necesaria a la injusticia animal como es “Crueldad”, de la que grabaron un estupendo videoclip, fue la siguiente en sonar, seguida de la “heavylonga”, tal y como la calificaron, “Fluir”, tema sin duda de sonido más clásico y melódico.

La sorpresa de la noche llegaría con una sorprendente versión de Barricada, grupo que muchos pensarían que no tiene nada que ver con su sonido. Sin embargo, adaptaron a las mil maravillas el emblemático “Esta es una noche de Rock & Roll” de la extinta banda navarra. Sonó con su particular sonido, pero sin desvirtuar la joya original. Iba llegando el final, y suena ahora de su mentado debut ‘Zero” la cojonuda “Otra vez”, que abre originalmente el debut. Acto seguido, bromean comentando que tienen la costumbre de rezar antes de acostarse, para acometer con la más “thrashera “Dogma” y, finalmente, interpretar el que fuera su primer single, la pegajosa “Mundo piramidal”. Sin duda, Redención se ganó a nuevos fans en este concierto que no dudaron en pillar su nuevo disco junto a la camiseta oficial en el merchandising habilitado para la ocasión. No les perdáis la pista porque pueden llegar muy lejos.

Con únicamente su guitarra y una base pregrabada, se presentaba una vez más en una sala respaldada por su amplia legión de incondicionales el maestro Juan Saurín. Fue un repertorio completamente instrumental, en el que desgranó la gran mayoría de piezas sin voz que conforman sus dos discos hasta la fecha: ‘Genesis’ (2015) y ‘Human’, editado a finales del pasado año. Así, sonaron singles tan laureados como las movidas “Trust no more” o “Ímpetus”, amén de temas como “Atlas” o “Liberty” que sorprenden por su inmensa calidad y arreglos. La parte más tierna de la noche estuvo representada por la bellísima “Las horas” inspirada en Virginia Wolf, la preciosa y ya clásica “Mar”, o, sobre todo, por esa obra maestra donde el guitarrista yeclano alterna guitarras clásicas españolas y eléctricas, conformando un mar de sonidos que eriza la piel: la increíble “Éxodo”. Por cierto, se ha editado recientemente un videoclip de este temazo con toda una orquesta sinfónica del que recomiendo su visionado, además de que en otoño se lanzará como single sinfónico en una renovada versión en vivo. Juan Saurín se despedía finalmente, agradeciendo las muestras de cariño del público venido de fuera, con la “metálica” y “satriánica” pieza “No Life ‘Till Leather”. Si en apenas tres años nos ha dado tanto, no me imagino lo que todavía está por venir: muy grande.

Sin duda, y resumiendo, una noche para enmarcar, y que demostró que el metal sigue muy vivo en este país; no os perdáis este trío de artistas maestros si pasan por vuestra ciudad… O tendréis que pagar vuestra redención en el infierno.

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