Swallow The Sun + Draconian+ Shores Of Null: Et lux en tenebris lucet

Swallow The Sun

"Et lux in tenebris lucet" significa en latín "la luz brillará en la oscuridad". Interpreto esta frase como que en lo oscuro y en lo que se asemeja malo hay siempre una luz que brilla, y exactamente este concepto es el que se encargaron de hacernos ver Swallow the Sun, Draconian y Shores of Null en la sala Changó de Madrid.

A las 19:10 de la tarde se apagaban las luces y salían a la palestra los italianos Shores of Null. Había escuchado solo algunos temas de la banda, pero al verlos en directo me he convencido más aún de que se van a convertir en unos habituales en mi playlist.

Shores of Null

Comenzaron su repertorio con “Destination Woe” y “Nothing Left to Burn”, dos temas de su nuevo álbum, 'The Loss of Beauty'. Si podéis, dadle una escucha, porque realmente es maravilloso. Dos temas llenos de la marca personal de la banda llevaban el doom un paso más allá, dándole un tinte melodeath a su música, recordando a bandas como Amorphis.

“Quiescent” entraba directa calentando al respetable para uno de los temazos del set, “The Last Flower”, un A-B-C de cómo hacer una canción redonda en todos los sentidos. Los italianos cerraron su presentacion con “Black Drapes of Tomorrow”, “Darkness Won't Take Me” y la muy cañera “My Darkest Years”. Una presentación corta pero muy intensa y que personalmente me dejó con muchas ganas de tenerlos de vuelta muy pronto como cabezas de gira.

Decir lo que significa Draconian para un servidor sería un intento burdo de intentar explicar las sensaciones y lo que genera la música de los suecos en mí, como imagino que le pasa a todos los fans de la banda. Y cuando, con dos minutos de antelación a los horarios establecidos, surgían entre las tinieblas los de Anders Jacobsson,  se podía ver que iba a ser un momento que no se iba a olvidar fácilmente.

Draconian

“The Sacrificial Flame” comenzaba el show generando eso que genera Draconian, ese silencio y obnubilación ante lo que se está presentando, una sensación de oscuridad imperturbable pero que tiene dentro tal grado de belleza que es indescriptible.

“Lustrous Heart” continuaba el recorrido por 'Under a Godless Veil', su último álbum y, en mi opinión, y lo digo sin ambages, el mejor álbum de metal del año 2020. Un disco redondo en todos los sentidos, y ver sus temas defendidos en directo fue, de verdad, una gozada para los sentidos.

Seguían a estas “The Sethian”, una de esas canciones tralleras a más no poder, y “Sleepwalkers”, unas de las más aclamadas por la audiencia madrileña y el tema quizá donde más brilló ese maravilloso dúo de voces de los vocalistas de la banda. En mi opinión, una voz gutural y una voz limpia femenina son el combo perfecto para el estilo que defienden los de Saffle, y se deja ver en momentos como este.

Tengo que decir que pequeños problemas de sonido menguaron un poco la experiencia en ciertos momentos, pero nada demasiado grave para no disfrutar del momento.

Draconian

“Stellar Tombs” y “Season Apart” llenaban la sala del sonido clásico de los antiguos trabajos de la banda, hasta que llegó uno de los momentos de la noche, una “Sorrow of Sophia” que encandiló al público y encumbró más aun a Lisa, que fue la más participativa con la gente. Una delicia de tema en todos los sentidos.

Se acercaba el final del set y fueron “Elysian Night” y “Dishearten” las que de manera sublime dieron paso a algo muy especial que, por suerte, los fans españoles pudimos presenciar en exclusiva. Presentaba Lisa una colaboración especial que hacen siempre que vienen a España: subía al escenario Andrea Casanova, cantante de Rainover, que tiene una amistad de hace tiempo con los suecos, desde que siendo fan, hace años, empezó a colaborar con ellos.

Con Andrea en el escenario sonaba “Pale Torture Blue”, un señor temazo donde las dos voces femeninas empastaban a la maravilla con los guturales del líder de la banda, dejando uno de esos momentos luminosos de belleza absoluta y por derecho convirtiéndose en el momentazo de la noche. Terminaba Draconian con “Daylight Misery”, un señor temazo para el broche de oro de una gran presentación que daba paso a los terceros en discordia de la noche.

Lo que ha conseguido Swallow The Sun en los últimos años es de admirar. Disparándose en popularidad, los finlandeses se han convertido en punta de lanza del género gothic doom, con permiso de sus compañeros de Draconian y de bandas como Katatonia o Sólstafir.

Swallow the Sun

Salían encapuchados, a oscuras, con unas velas como única iluminación de escenario y con el humo llenando el ambiente mientras comenzaba a sonar “Enemy”, de su último álbum, 'Moonflowers', dejando claro a qué habían venido a Madrid, entre sonidos clásicos del doom mezclados con ese aire gótico, oscuro y decadente que hacen brillar los de Juha Raivio y Mikko Kotamäki. Mención especial para el primero por llevar el peso melódico del show con sus seis cuerdas, un guitarrista virtuoso y experimental de los que quedan pocos realmente.

“10 Silver Bullets” y “Falling World” continuaban el recital oscuro de los finlandeses que, sin hacer muchos alardes comunicativos hacia el respetable, no dieron ni un respiro y presentaban un tema tras otro. “Keep Your Heart Save From Me” fue una completa locura, un quiebra cuellos en su inicio y uno de los temas donde más brilló la banda. Los acordes y las distorsiones de las cuerdas de las dos hachas de Swallow the Sun creaban un ambiente digno de recordar para los asistentes.

Swallow the Sun

Volvíamos un poco al pasado con “Firelights”, del álbum de 2019 'When a Shadow is Forced Into the Light', uno de mis favoritos de la banda. “Woven Into Sorrow” y “Stone Wings” eran las elegidas para la mitad del set, con especial mención a la segunda de ellas, uno de esos temas especiales, una balada que, dentro de la calma y serenidad que suelen ofrecer los temas del género, es algo a destacar, cuando se nota que es una balada y Swallow lo consigue de una manera casi mágica, un auténtico relajante musical.

Se iba a cercando el momento de cerrar el telón en la capital para los finlandeses y no pudieron elegir mejor colofón para su presentación: “New Moon”, un tema bastante cañero con unos toques góticos muy marcados, abría la despedida, y sin descanso llegaban “This House Has No Home”, que como amante del black metal tengo que destacar como mi favorita de 'Moonflowers', ya que creo que enlaza a la perfección la belleza que trasmiten las líricas y las líneas melódicas del grupo con la oscuridad y agresividad de los tintes de black que usan con esas baterías rápidas y rasgueos profundos y secos de guitarra. Una maravilla de canción.

Para terminar y dejar el listón por las nubes para futuras presentaciones, que realmente espero que no se hagan esperar mucho, ya que han tenido una muy buena acogida en nuestro país, sonaba en primer lugar “Descending Winters”, clásico atemporal de allá por el 2005, recordando esos inicios más guturales y secos de los fineses.

Y la última del set no podía ser otra que “Swallow (Horror Part I)", de su álbum debut de 2003, 'The Morning Never Came', una manera contundente y más oscura si cabe de cerrar una presentación sublime, que deja al fan del doom muy contento por el gran estado de forma de las bandas del género y deja claro que en la oscuridad siempre brilla una luz.

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