Crónicas

Soziedad Alkoholika + Hamlet en Bilbao: Arrolladora dupla estatal

«En suma, decir algo elogioso a estas alturas de dos bandas tan consolidadas parece un poco fuera de lugar, pero nadie debería quitar el mérito a esta arrolladora dupla estatal en lo que atañe a capacidad de evolución, de adaptarse a los nuevos tiempos y de lograr que su mensaje contra el sistema siga conservando plena vigencia en 2024.»

3 febrero 2024

Sala Santana 27, Bilbao

Texto y fotos: Alfredo Villaescusa

Hay veces en las que la asistencia a conciertos parece depender de los astros o de arcanos indescifrables, un conjunto de factores que se van de las manos a la hora de organizar un evento. En cambio, en otras ocasiones existe una unanimidad total en torno a una cita que nadie se quiere perder, por mucho que los grupos suelan girar por la zona con cierta frecuencia. Nada como volver a los clásicos en tiempos de zozobra espiritual.

Hamlet

Con varios meses con antelación andaban agotadas las entradas para el concierto que ofrecían los vitorianos Soziedad Alkoholika y los madrileños Hamlet en la bilbaína sala Santana 27, una contundente coalición de dos de las bandas más populares del panorama estatal. Punks y metaleros se dieron la mano en uno de esos bolos en los que de repente te podrías encontrar con personajes que pensabas que habían pasado a mejor vida. Eso sí, el cotorreo tampoco faltó, ni aunque a escasos metros hubiera un grupo tocando un trallazo de esos de volarte la cabeza.

A pesar de las interferencias, lo cierto es que quedó una noche muy contundente en líneas generales, pese a que un mayor volumen se habría agradecido. Gran parte del repertorio de ambos combos desde luego que lo merecía. Este pequeño hándicap estaba compensado de sobra con el entusiasmo desmedido de la afición, con varias letras cantadas a pleno pulmón cual dogma de fe.

Hamlet

Hacía tiempo que no veíamos a Hamlet, quizás una década por lo menos, pero confirmamos que Molly sigue siendo un frontman impresionante que se deja la piel y lo que haga falta sobre las tablas, lo mismo se encaramaba a una barandilla que se subía a las vallas de seguridad para espolear a la peña. El vocalista se movió con tal agilidad que a veces parecía hacerlo a través del aire, como aquellas fantásticas exhibiciones de luchas aéreas que podíamos ver en la película ‘Tigre y dragón’.

El repertorio no tuvo desperdicio, con temazos de ‘Insomnio’ de la envergadura de “Tortura-Visión”, “Dementes cobardes” o ese “Antes y después” que a día de hoy todavía resuena sobrecogedor. Tremendo el espectacular repaso que se marcaron también de ‘Revolución 12.111’ o ‘El Inferno’, con puntos álgidos como “Denuncio a Dios”, “Vivir es una ilusión” o el inevitable “J.F.”. Vamos, que no sobraba ni un segundo. El personal lo disfrutó tanto que los del foro hasta tuvieron que regresar para marcarse un “Irracional” de sentar cátedra. Siempre nos moló la perpetua evolución de estos tipos. Vigencia absoluta.

Soziedad Alkoholika

A Soziedad Alkoholika les teníamos catados más recientemente. En ese sentido, no se nos olvidará su última actuación en el festival Azkena en la que mostraron por completo su capacidad para mirar cara a cara a cualquier grupo internacional, con una puesta en escena con llamaradas y cañones de humo que añadían enteros al espectáculo.

Esta vez no hubo fuego, pero sí chorros de niebla que engrandecieron la experiencia y demostraron que los alaveses siguen siendo una auténtica apisonadora en directo más de tres décadas después de su creación. Han envejecido con bastante dignidad y diría que incluso el aprecio de la peña ha aumentado con tanta persecución mediática y judicial en su contra. No sabemos con exactitud cómo será fuera del País Vasco, pero aquí se les continúa recibiendo como una banda de la casa, unos colegas que se pasan a saludar cada cierto tiempo y siempre se les acoge con los brazos abiertos.

Soziedad Alkoholika

Con la batería elevada dominando el horizonte, Juan y compañía se concentraron en lo que mejor saben hacer, lograr un sonido gordo de esos que despeine. Ya hemos dicho que faltó un punto más en el apartado del volumen, pero eso para nada debería desmerecer la gesta alcanzada esa noche por los vitorianos.

El catálogo de canciones escogido no se dejó demasiadas imprescindibles en el tintero, pese a la dificultad que supone confeccionar un listado con tantos años de carrera a las espaldas. Tal vez hubiéramos omitido algunas piezas del inicio, pues hasta “Tiempos oscuros”, con lluvia de confeti incluida, no pareció despegar de verdad aquello.

Soziedad Alkoholika

Una vez que el proyectil surcó los cielos, ya no había manera de bajar con trallazos de la envergadura de “Palomas y buitres” o “La aventura del saber”. Ni que decir que el personal entonó las letras de principio a fin a pleno pulmón. Eran recuerdos de juventud seguramente para mayor parte de sus asistentes, aquellos tiempos en los que cada viernes había manifestación en el Casco Viejo de Bilbao.

Todavía nos acordamos del tremendo impacto que supuso en su día el lanzamiento de “Ratas”, con un álbum homónimo abrazado por fanáticos del thrash, death, black o punk. En esa época en la que las tribus urbanas aún eran compartimientos casi inamovibles ahí estaría sin duda el mínimo común denominador de la gente antisistema, los que no se tragaban bazofias alienantes de radiofórmula.

Soziedad Alkoholika

“Sin Dios ni ná” era todo un manifiesto contracultural, al igual que “Peces mutantes”, que denunciaba algo cuando todavía ni existía conciencia social al respecto y además les valió para acordarse del eterno “Blitzkrieg Bop” de Ramones. No se echó de menos la mención para “los asquerosos”, de múltiples y diversas formas en la actualidad, en “S.H.A.K.T.A.L.E.”, un himno que volvió a dejar con el culo torcido como si se escuchara por primera vez.

La recta final fue inmensa con la denuncia contra la censura de “Piedra contra tijera”, más necesaria que nunca en una época en la que el fascismo, cual poción mágica de Astérix y Obélix, se encuentra desperdigado entre instituciones, redes sociales o simples ciudadanos de a pie que se ponen el bigotillo de censores. O canceladores, como se dice ahora.

Los bises no desmerecieron en absoluto con “Cuando nada vale nada” y “Pauso Bat”, con Juan clamando una vez más por la desobediencia. Faltaba poner la guinda del pastel con el demoledor “Nos vimos en Berlín” en el que el clásico “judío, cabrón” retumbó hasta la estratosfera en el actual contexto internacional con vulneraciones de los derechos humanos hacia los mismos de siempre.

En suma, decir algo elogioso a estas alturas de dos bandas tan consolidadas parece un poco fuera de lugar, pero nadie debería quitar el mérito a esta arrolladora dupla estatal en lo que atañe a capacidad de evolución, de adaptarse a los nuevos tiempos y de lograr que su mensaje contra el sistema siga conservando plena vigencia en 2024. Ni un paso atrás.

Soziedad Alkoholika, Angelus Apatrida, Hamlet y Crisix estarán el 22 de marzo en el WiZink Center de Madrid dentro del Kaos Zone Fest. Puedes encontrar entradas en este enlace.

Alfredo Villaescusa
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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

2 comentarios

  • Juandie dice:

    Cojonudo resumen hacia las potentes y combativas descargas tanto de SOZIEDAD ALKOHOLIKA como de mis adorados e históricos HAMLET a través de estos clásicos en la Santana bilbaina.

  • Antitodo dice:

    Estatal.

    Si decís ibérica o postgoda el concepto de España queda incluso más despreciado.

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