Crónicas
Kiss en Buenos Aires (Argentina): Beso de despedida
«El juego de luces y pantallas donde se observaban las diversas etapas del grupo evidenciaba cuán extensa ha sido la carrera artística de una banda que no envejece ni deja de lado su espíritu retro, exagerado y teatral»
23 abril 2022
Campo Argentino de Polo, Palermo (Buenos Aires)
Texto: Lucy Dávalos (@lucydavalosOk) | Fotos: Víctor Guagnini (Buenos Aires Metal Shows)
Kiss, la legendaria banda de Rock N’ Roll, nacida en Nueva York en 1973, concretó su retorno triunfal a Buenos Aires dentro del marco de la gira mundial ‘End Of The Road World Tour’ con un show inolvidable que hizo brotar las lágrimas de más de un seguidor o, mejor dicho, fiel soldado de la Kiss Army local, en una noche de despedida que nunca perdió su magia.
El Campo Argentino de Polo del barrio de Palermo fue la sede elegida para recibir a unas 60.000 personas que se concentraron con la intención de presenciar uno de los primeros eventos de rock masivo tras quedar interrumpidos por la pandemia, con la singularidad de que esta vez los colosales Kiss se presentarían para decir adiós.
Gene Simmons en el bajo, Paul Stanley en la guitarra y voz principal, Tommy Thayer su guitarrista lider y Eric Singer en la batería, los anfitriones internacionales demostraron que su gran poder de convocatoria no había mermado por estas tierras, donde la pasión por Kiss se trata de una experiencia única que no sólo se basa en un concepto musical, sino también en un estilo de vida. Así, sus seguidores argentinos iban acercándose para esta comunión congregada por estos cuatro pseudosuperhéroes ya decididos a abandonar los escenarios definitivamente, no sin antes reflejar que sus melodías, juegos y trucos aún funcionan.
En la previa de la esperada función, Arde La Sangre fue el grupo invitado para emprender la aventura de esa noche de sábado. Formados en 2020, Tery Langer en la guitarra y coros, Luciano Farelli en la guitarra, coros y programaciones y Nacho Benavides en la batería, además de Corvex en bajo y voz principal, encendieron los motores a las 20:30, y media hora le bastó para dejar el aliento y mantener la atención de los presentes con su mezcla de metal y power rock cargado por su pluma con letras profundas que logran un cóctel oscuro y directo. Así desataron los tracks de su primer trabajo discográfico, 'La Cura'.
Minutos antes de las 21:30, un telón negro que llevaba inscripto el nombre de la llamada 'The hottest band in the world' se dejó caer al escucharse los últimos acordes de la canción “Rock N' Roll” de Led Zeppelin. La fiesta de Kiss estaba a punto de desatarse después de esa oscuridad.
Al grito de “You want the best, you got the best”, desde las pantallas de fondo se observaba a los músicos ir avanzando desde el backstage con sus trajes de hombres espaciales cargados de brillos y un glamour que encandila. El escenario así se convertía en una especie de nave nodriza rodeada de humo, haciendo descender desde unas plataformas a estos seres extraordinarios, brujos o magos para entonar la clásica “Detroit Rock City”, aterrizando por última vez sobre nuestra superficie terrenal, mientras drones custodiaban el panorama desde el cielo.
Con su arrollador carisma, Paul Stanley ensayó sus primeras frases en español –“No hablo muy bien español, pero mi corazón es suyo”–, además de declarar que sus admiradores eran los números uno, sin que dejara de caérsele “You are beautiful”, una y otra vez de su adorable boca roja.
“Shout it Out Loud”, “Deuce” y “War Machine” anticipaban que sería una lista de temas que repasaría varias etapas de su trayectoria, mientras las coreografías hacían lucir sus botas con plataformas brindando un gran espectáculo visual en pos del entretenimiento. “Heaven's on Fire” y “I Love it Loud” consiguieron que no decayera la adrenalina.
Tommy Thayer cambiaba de guitarras constantemente y al momento de interpretar el clásico “Cold Gin”, quien había confesado haber integrado un grupo tributo a Kiss con el nombre de esta canción mucho antes de ser un miembro oficial utilizó un viejo pero siempre eficaz recurso de disparar una ráfaga de mil chispas a través de su instrumento finalizando su solo.
Con tres clásicos seguidos como “Lick it Up”, “Calling Dr. Love” y “Tears are Falling” se fueron avivando los coros y turnando el micrófono entre Gene Simmons y Stanley, amigos, compañeros, socios y fundadores de esta agrupación que hace ya cincuenta años decidieron llevarla a otro nivel e incorporarle fantasía. El juego de luces y pantallas donde se observaban las diversas etapas del grupo evidenciaba cuán extensa ha sido la carrera artística de una banda que no envejece ni deja de lado su espíritu retro, exagerado y teatral.
“Psycho Circus” le cedió el paso al solo de batería de Eric Singer, despertando sus respectivas ovaciones, para pasar al bajo desenfundado de un demonio desbordado llamado Gene Simmons, que escupía fuego y sangre en “God of Thunder” con su imagen teñida de luces verdes fluorescentes y truenos entre bombas, explosivos y llamas.
Una vez más, la interacción entre su estrafalario frontman y sus espectadores alternaba unos alaridos agudos desde arriba de las tablas y miles de rugidos desde abajo del escenario, sellando un romance indestructible y un amor recíproco. Alentando a corear su nombre y ante el sucesivo grito de la gente llamándolo 'Paul' e invitándolo a sumergirse entre ese tornado de almas, los reflectores iluminaron y siguieron a Stanley, que habiendo cumplido setenta años atravesaba los aires subido a una tirolesa hasta la torre de sonido, listo para interpretar “Love Gun”, volviéndose uno de los instantes más emocionantes de la noche con la potencia de los redoblantes de Singer cual disparos de una metralleta
Paul aclaró que iba a cantar una canción más desde ese lugar y entonces, “I Was Made for Loving You” movilizó a la mayoría de los presentes con su ritmo disco adaptado a guitarras eléctricas, no solo invitando a bailar, sino también creando una atmósfera increíblemente conmovedora que logró una suerte de alto en el tiempo.
La respuesta del público con su abrumador “Olé olé olé”' tan característico de las tribunas lo entusiasmó, y entonces Paul, con sus grandes ojos melancólicos, pronunció: “Argentina, los siento como mis amigos, mi familia; quiero reverenciarlos”, quebrando su torneada figura en un franco saludo a la audiencia. La infaltable “Black Diamond” reveló un fondo negro cargado de destellos antes de los temas seleccionados para los bises. El primero fue “Beth”, una balada atemporal e intimista compuesta e interpretada por Peter Criss en 1976 pero que aún mantiene su esencia.
La pregunta convertida en título de canción “Do You Love Me?” fue la antepenúltima antes de su himno “Rock and Roll All Nite”, con la que cerraron una velada histórica pasada apenas media hora de las once de la noche, en un show que jamás volverá a repetirse por estos lares.
Con Starchild rompiendo la guitarra, se acercaba el final. Esta vez no hubo fuegos artificiales en el cielo, pero sí algunos globos blancos con el logo de la agrupación y millones de papelitos estallando por el aire. Con la pantalla final proyectando la frase “Kiss loves you Buenos Aires” se despedían en la cima, convertidos en un clásico y un icono del rock, pieza increíble del celuloide y merchandising, traspasando las barreras del tiempo y esfumando décadas en el cierre de una etapa tan emocionante como dolorosa.
No era una actuación más, este era el final del camino, tal como lo anunciaba el nombre determinado para esta gira. Sobrevivieron a momentos mejores y peores, fama, éxito, perdidas de exintegrantes entre drogas, alcohol, conflictos, enormes egos y ambición, la vida y la muerte.
Así los miles de espectadores se alejaban abrazados al son de “God Gave Rock and Roll to You”, sintetizando una jornada donde la felicidad aparecía como un relámpago que ahora deja corazones rotos y se convierte en un recuerdo que durará por siempre.
Recuerda que Kiss visitará España el próximo verano para actuar en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) el 2 de julio, encabezando una de las jornadas del Barcelona Rock Fest, y en el Wizink Center de Madrid el 3 de julio.
Setlist de Kiss en Buenos Aires:
Detroit Rock City
Shout It Out Loud
Deuce
War Machine
Heaven's on Fire
I Love It Lou
Say Yeah
Cold Gin
Lick It Up
Calling Dr. Love
Tears Are Falling
Psycho Circus
100.000 Years
God Of Thunder
Love Gun
I Was Made For Loving You
Black Diamond
Beth
Do You Love Me?
Rock and Roll All Nite
- Crónica de MxMF Metal Fest en México con Leo Jiménez, Crisix o Satyricon: Nueva etapa en una CDMX preparada para el metal - 22 noviembre 2024
- Crítica de Nuclear: Violent DNA - 22 noviembre 2024
- Crónica de Apocalyptica en Barcelona: La épica de una noche inolvidable - 22 noviembre 2024
1 comentario
Con estos pedazos de 20 temas solo pudo salir el mejor concierto para los históricos KISS en la capital argentina. Ojala esa gira de despedida se alarga hasta 2023 celebrando esos 50 años como banda y si encima en algunos conciertos se suben con sus antiguos compañeros de banda Peter Criss and Ace Frehley ya seria la ostia.