A Destajo

Fobia social

Autoeditado (2022)

Por: Alfredo Villaescusa

8

No solo debería celebrarse la vuelta a la actividad de las grandes estrellas, sino también la de las bandas humildes, aquellas que se lo curraron con toda la ilusión del mundo en un momento dado y por las circunstancias que fueran tuvieron que dejarlo, no sin que los más fieles olvidaran su huella en la escena. Ningún esfuerzo creativo es estéril.

Es el caso de los alcarreños A Destajo, que allá por los noventa editaron un par de trabajos que consiguieron el propósito de sembrar la semilla entre el personal aficionado al hardcore punk con destellos metálicos. Hace pocos años decidieron regresar a los escenarios y desde entonces han editado otras dos obras en las que no han escatimado en críticas a ese sistema que sigue tan podrido como cuando empezaron. Hay cosas que nunca cambiarán.

Para que queden claras las credenciales, empiezan soltando bien de bilis en “Jodida puta de la jet set”, todo un ataque contra esos de arriba que todavía conservan demasiados privilegios. “Laura” dirige el odio hacia esa justicia que en la mayoría de los casos se torna ineficaz a la hora de proteger a las mujeres, otra verdad absoluta que había que proclamar a los cuatro vientos, más todavía en una época en la que ciertos trogloditas quieren desmontar los avances logrados en ese sentido.

“Levántate obrero” pone en la picota el tema de la precariedad laboral que nunca pasa de moda y que también se antoja necesario cuando un gobierno supuestamente de izquierdas sigue apaleando a obreros con una saña que no entiende de ideologías. “Puta nuclear” alerta de las consecuencias de este tipo de energía con ritmos contundentes de frenético thrash metal y una voz más harcoreta que no resta ni un ápice de potencia. A degüello.

“La habitación del dolor” posee un inicio que podría emparentarse con el de “Season In The Abyss” o “Dead Skin Mass” de Slayer, mientras que “La caravana” destila del mismo modo tralla burra a raudales por si uno todavía continúa con ganas de cagarse hasta en lo más barrido. “Las piedras de la ira” censura ese hipócrita discurso acerca de la volatilidad de la palabra “terrorista”, que se suele utilizar según conviene a los poderosos. Y que nadie abra la boca, de lo contrario, te considerarán brazo armado del terror.

En “Hardcore y alcohol” sobran las explicaciones, una de esas piezas para dejarse la garganta y montar pogos desenfrenados en sus conciertos, seguro que son intensos como pocos. “Americanofobia” no requiere tampoco muchas más vueltas de hoja, es lo bueno que tiene escuchar un álbum de canciones cortas pero efectivas que no suelen superar los dos minutos de duración.

El escueto título de “No” nos predispone para otra muestra de rabia, aunque en esta ocasión cuelan un inicio hipnótico thrash metalero que sirve para ir pillando el ambiente antes de meter zapatilla. Y “Cura de humildad” apela de nuevo al metal contundente, no sería descabellado que te vinieran a la cabeza combos del rollo de Soziedad Alkohólika o Koma, entre otros.

“Mundo muerto” no iba a ser tampoco una balada, al igual que la incisiva “Democracia mentira”, que no deja muy bien parado a ese sistema político que se cumple o no en función de las circunstancias. Nunca estará de más denunciar todos los tics autoritarios que hemos visto en los últimos tiempos.

En definitiva, si te has levantado con el pie izquierdo, sufres cabreo congénito o por la razón que sea te apetece música combativa que llama a las cosas por su nombre y no se anda con remilgos de ofendiditos, este es tu grupo. Un derroche de actitud para saciarse por completo.

Alfredo Villaescusa
Etiquetas: , , , ,

Categorizado en: , ,

Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

2 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *