Crónicas

Fito Garmendia en Bilbao: Siempre con el rock n’ roll

«Lo cierto es que lo vivido esa noche superó bastante nuestras expectativas, pues se trató de un bolo dinámico, con picos intensos y la actitud sencilla a ras de suelo de profesionales como la copa de un pino que no se arrugan cuando no revientan un garito.»

10 noviembre 2022

Kafe Antzokia, Bilbao

Texto y fotos: Alfredo Villaescusa

Nunca conviene olvidarse de ese espíritu que se respiraba en los conciertos de garitos, esos con afluencia moderada y que nada tienen que ver con los grandes eventos que al final acaban pareciendo una carrera de caballos de Ascot en la que la mayoría va únicamente a ver y a ser visto. Es impagable la cercanía que se respira en los bolos en los que las fronteras entre músicos y público se difuminan, se puede incluso establecer conversación directa con el artista en lugar de otras ceremonias que se antojan casi ofrendas a dioses inalcanzables.

El proyecto en solitario del actual guitarrista de Rulo y la Contrabanda y ex-La Fuga Fito Garmendia recoge ese guante del rock urbano, a ras de suelo, pero dotando a su propuesta de una madurez que refleja una considerable trayectoria a las espaldas. Un poco el camino que ya transitó el otro Fito (Cabrales) desde los tiempos de Platero y Tú a una laureada carrera que después de llenar el estadio de San Mamés ha roto todos los récords imaginables.

Lograr una asistencia digna en el saturado panorama actual se convierte en una auténtica proeza para bandas pequeñas, no hablemos ya de un tipo que apenas ha comenzado a volar por su cuenta. Tal vez ello explique que en el piso superior del Kafe Antzokia no hubiera más de 50 personas, uno hasta las podía contar, si tenía la afición o el tiempo libre.

Los grandes de verdad son los que se crecen en este tipo de tesituras, no se desaniman lo más mínimo y se cascan un bolazo como si estuvieran en realidad en un pabellón enorme. Así fue el concierto de Fito Garmendia en la capital vizcaína, un prometedor disparo de salida que merecería abarrotar recintos después de lo que vimos aquella noche.

Como era de esperar, la cita arrancó con “Ahora”, el corte que abre su disco en solitario y que engancha por tener cierta garra sin ser tampoco un desmelene. En su caso, el de Reinosa ha calibrado bastante el equilibrio entre poso rockero y actitud de señor que ya no piensa en pegarse una farra día tras día. Eso lo reflejaba del mismo modo “Carmen”, aunque en esta ocasión sea complicado no pensar en su jefe Rulo.

El cántabro se ha rodeado además de una banda competente, que cumple con su papel establecido sin estridencias, y no desentona para nada en su papel de frontman, con interpretaciones muy dignas en el apartado vocal. Daba igual que muchos de sus cortes no fueran un frenesí eléctrico, se escuchaba con agrado “Mis adentros”, con letra desmitificadora de la profesión rockera y que denotaba que lo de este tipo no son los grandes oropeles, sino la sencillez absoluta.

Fito, a diferencia de otros, no esconde su pasado y lo rescata con bastante buen tino, sin caer en recursos facilones, sino con propuestas que encantarán a cualquier fan del grupo. Así lo hizo con La Fuga, de los que recuperó en un inicio el reggae rock “Madrid” o la soberbia “Amor de contenedor”, una de las cimas de su época con Rulo. La frase de “tú en la oficina, yo con el rock n’ roll” es para tatuársela por lo menos. Piel de gallina total.

Uno de los escasos asistentes gritó: “¡Preparado para el rock and roll!”, en alusión a la versión que hace de Alarma!!!!, pero el propio Fito le replicó: “Un poquito más tarde”. No habría demasiada ocasión de aburrirse, a pesar de la licencia moña que se tomó en “Contigo” sobre el hecho de ser padre. Vale, lo comprendemos.

No tardaría en compensar la balanza con una rotunda “Por mí” de Platero y Tú, seguramente lo mejor del concierto, un servidor habría ido de cabeza al bolo ya solo por este temón. Ojalá algún día se junten Fito, Uoho, Juantxu y Jesús, “dos y dos son cuatro y cuatro los Platero”, como bien dice la canción.

Lo que nos resultó algo más discutible fue la revisión del “Something” de The Beatles. Opinamos que homenajear a los Fab Four son palabras mayores, por lo que tan arriesgada empresa debería acometerse únicamente si uno está dispuesto a facturar una maravilla, en este caso fue algo pasable, pero que tampoco nos cambió la vida. Fito previamente ya nos advirtió que igual nos sonaba “un poco rara”.

“Viento a favor” mantuvo el ritmo dinámico del recital antes de alcanzar otro de los puntos álgidos de la cita con “No solo respirar”, donde advertimos de nuevo lo mucho que tiene su forma de cantar de la de Rulo, diría que hay casi tanta diferencia a la voz como entre Ozzy Osbourne y Zakk Wylde. La asimilación de costumbres entre gente que en realidad se admira no resulta un fenómeno nada extraño.

En “Escucha” Fito nos habló de su faceta como profesor de guitarra para niños y de un caso de bullying que le tocó tanto que hasta compuso esta canción. Y “Los molinos” volvió a elevar la temperatura en un recinto que quizás en número andaba algo desangelado, pero desde luego no en entusiasmo. Otro momento impagable que justificaba haber asistido al evento, donde se solidarizó mirando a los camareros en la frase “el barman tiene prisa” y hasta coló una referencia a Barrencalle, mítica calle de farra del casco viejo bilbaíno.

Superar aquella intensidad no iba a ser fácil, por lo que el regreso tras los bises tampoco fue la bomba con “Despojos”, aunque colarla mejor a mitad de concierto no se hubiera antojado mala acción. Se despidieron con algo más de brío con “Preparado para el rock and roll” de Alarma!!!!, que dedicaron por supuesto al fan que la pidió a comienzos del recital y donde cantó un fragmento de manera muy competente el guitarra a la vera de Fito.

Lo cierto es que lo vivido esa noche superó bastante nuestras expectativas, pues se trató de un bolo dinámico, con picos intensos y la actitud sencilla a ras de suelo de profesionales como la copa de un pino que no se arrugan cuando no revientan un garito. Hay mucho subidito en el panorama, más de lo que pensamos, pero Fito siempre está con el rock n’ roll. Grande.

Alfredo Villaescusa
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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

1 comentario

  • Juandie dice:

    Extensa crónica hacia el buen concierto que se marcó FITO GARMENDIA en el Antzokia bilbaino presentando su nuevo y primer album en solitario.

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