Crónicas

Fito & Fitipaldis + Morgan en Gijón: Cada vez más vivos

«Fito se mostró desbordado de energía y feliz de poder dar el concierto, hasta el punto de quebrarse su voz de la emoción cuando se despedía agradeciendo al público por haber estado pendiente de él.»

9 abril 2022

Palacio de los Deportes, Gijón

Texto y fotos: Jose Antonio Fernández

Con quince días de retraso sobre la ansiada fecha prevista se presenta en Gijón uno de los shows del año, la gira ‘Cada Vez Cadáver’ de Fito & Fitipaldis. Que Asturias es uno de los feudos fuertes de Fito nadie lo pone en duda, siendo prueba de ello los continuos sold out de sus últimas visitas.

Fito & Fitipaldis

Con una aparente normalidad, los alrededores del Palacio de los Deportes fueron poblándose de fans enfundados en camisetas con motivos “Fiteros” y alguna que otra boina con visera. Fue gratificante ver cómo la media de edad del público era claramente más baja que las anteriores giras de Fito, lo que demuestra que el rock sigue ganando adeptos.

A las 20:30, con media entrada ya en el interior, comenzaría la banda invitada Morgan a calentar el ambiente. Todavía nos resuenan los aplausos que arrancaron en el Teatro de La Laboral de Gijón el pasado mes de febrero. Aún se nos eriza el vello al recordar lo bien que sonaron, con qué fuerza y con qué sutileza oficiaron.

Morgan

En formato de sexteto, los madrileños han tenido que hacer un paréntesis en su gira de presentación de ‘The River And The Stone’ (2021) para aprovechar la oportunidad que se les brinda al abrir para Fito & Fitipaldis. Con Nina a la voz y teclados, Paco a la guitarra, Ekain a la batería, “Chuches” a los teclados, David González al bajo (en sustitución de Albert Climent que tocaba con Fito), y Gabi Planas como hombre orquesta (percusión, teclado, voz, guitarra…), arroparon a la multitud con temas que van del soul al funk o del rock al R&B sin despeinarse, y todo con una calidad de las que llenan el alma.

Abrirían con “Alone” y se despacharían entre otras, con “Blue Eyes”, “Home”, “River” y “Sargento de Hierro”, para finalizar con “Another Road (Gettin’ Ready)”. Al final uno se queda con la impresión de que no se le ha prestado la atención suficiente a esta bandaza, aunque también es cierto que este hábitat no les favorece.

Fito & Fitipaldis

Después de los imprescindibles cambios en el escenario, salieron al escenario Fito & Fitipaldis, con un ensordecedor rugido de bienvenida mientras sonaban las primeras notas de “A quemarropa”, uno de los temas señeros del nuevo álbum y que ya se sabían las más de seis mil almas congregadas.

Con un “Gracias por habernos esperado” mostraba a los parroquianos su agradecimiento por los quince días de retraso respecto a la fecha programada, un aplazamiento debido a problemas vocales derivados del covid-19, sufrido pocos días antes de su visita.

Fito & Fitipaldis

Continuaron con un acelerado menú en el que irían disparando, bala tras bala, “Lo que sobra de mí”, “Por la boca muere el pez”, “Me equivocaría otra vez” -con renovada cadencia-, la reciente “Cielo hermético” -y su guitarreo tan Dire Straits- o el añejo y siempre sabroso “Whisky barato”, como su puro rock and roll. Toda una lección del gran Fito y su combo de cómo administrar fama y energía bien llevadas cuando se es el amo de la pista y se sabe.

Una de las canciones mejores del nuevo repertorio es “Quiero gritar”, que si bien en el disco pasa desapercibida, en directo es la bomba, y más en esta ocasión que fue interpretada también por los componentes de Morgan a dos baterías, tres guitarras, teclados y mucha magia emanada de la sobresaliente voz de Nina, con esa garra que tiene a lo Janis Joplin.

Llegaría la hora de bajar el pistón con un “Si me ves así”, envuelto en un mar de lucecillas procedentes de los móviles y que provocó el delirio de los asistentes.

Fito vuelve a ofrecer lo que mejor sabe hacer, una mixtura de rock & roll clásico, blues y personalísimas letras que se convierten de manera automática en himnos coreables y atemporales. Por su parte, los Fitipaldis, se muestran como sus mejores escuderos, con un pletórico Carlos Raya haciendo de las suyas a las seis cuerdas, incluso tras sufrir un tropiezo cuando tocaba “Antes de que cuente diez” mientras interpretaba uno de sus magníficos solos.

La contundencia de la batería de Coki Giménez, que hipnotiza por su energía cuando sale por las pantallas gigantes, y la técnica de Alejandro Climent ‘Boli’ al bajo, construyeron las bases que hicieron que la música de Fito sonara, no solo mucho más enérgica, sino rozando por momentos el heavy. Reseñables por si solas también las melodías al saxo de Javier Alzola, las cuales no destacan por virgueras, pero sí por su personal sonido. En otras ocasiones asistíamos a cruces de guitarras entre Fito y Raya, esta vez estuvieron más contenidos, dando su parcela de protagonismo a Alzola.

En todo caso, consciente de la potencia de sus nuevas canciones, Fito no desaprovechó la oportunidad de exhibir cómo suenan en vivo, y fue intercalando con atino entre su repertorio de clásicos casi todos los cortes de ‘Cada Vez Cadáver’.

Con casi dos horas consumidas y el clásico amago de irse, vuelven al ruedo para interpretar “Abrazado a la tristeza” en formato trío, con Nina a los teclados, Fito a la guitarra y Carlos al lap steel. Un intervalo que a más de uno le cortó la respiración, antes de continuar con la versión extralarga de “Soldadito marinero” y acabar así el primer bis en lo más alto.

Fito se mostró desbordado de energía y feliz de poder dar el concierto, hasta el punto de quebrarse su voz de la emoción cuando se despedía agradeciendo al público por haber estado pendiente de él.

El último tramo lo completaría con “Entre dos mares”, recordando a los Platero y Tú, y su habitual “Acabo de llegar” con el que cerrarían el show, dejando en el ambiente ganas de más.

Redacción
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Esta entrada fue escrita por Redacción

2 comentarios

  • Juandie dice:

    Cojonudo resumen hacia el gran concierto que se marcó FITO con sus FITIPALDIS en la rockera Gijón presentando su nuevo álbum de estudio el cual es uno de los más rockero y cañero de su extensa discografía. Las mejores de las suertes para su extensas y restantes fechas ibéricas.

  • Teban dice:

    Fue un conciertazo, de esos que no se te olvidan. El sonido, que era lo que mas dudas generaba por los malos antecedentes del pabellón, estuvo a la altura, con una gran calidad incluso en los teloneros Morgan.

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