Crónicas

Ezpalak + Free City en Bilbao: Insolente juventud

«Las agallas a la vieja usanza siguen funcionando en el contexto más inmediato. Tomemos muy en serio a la insolente juventud.»

3 octubre 2024

Kafe Antzokia, Bilbao

Texto y fotos: Alfredo Villaescusa

Hay gente a la que le molesta entrar en un garito o en un concierto y que el grueso del personal sea chavalada, esto es, peña en torno a la veintena o treintena como mucho. Lo cierto es que nunca llegamos a entender un prejuicio tan cerril que debería ser motivo precisamente de alegría, pues demuestra que el relevo está garantizado y que una escena determinada está más viva que nunca. Cuando os topéis en un concierto con mayoría de señores mayores, sabed que a ese rollo le quedan un par de telediarios, salvo que se trate de un evento exclusivo para nostálgicos, que eso todavía tiene tirón.

Ezpalak

Los zestoarras Ezpalak desde luego no parecen ser de los que miran constantemente hacia atrás, sino más bien de los paladares finos que lo mismo buscan referentes en las islas británicas que en grupos de al lado de casa. Y una de sus principales características es que rompen de un plumazo las ideas preconcebidas que ya existen en torno a lo que es el post punk, un sonido que casi se asocia de manera instantánea a grupos tipo Joy Division o The Cure, pero que en realidad poseía bastantes más vertientes en su concepto original.

Que la propuesta de los guipuzcoanos en la actualidad atrae a un amplio espectro de público lo constataron las entradas agotadas del piso superior del bilbaíno Kafe Antzokia, una gesta que suelen lograr en diversos recintos y que certifica que viven un momento de lo más dulce en su trayectoria. Los horarios del recital, incompatibles con el metro y casi al límite para pillar los últimos transportes públicos, daban a entender que aquel no era un evento para viejos, sino para esa juventud vibrante que ha convertido los jueves en los nuevos sábados. ¿O en realidad eran los miércoles, como decían en alguna película?

Free City

El caso es que los vallisoletanos Free City se encontraron con una sala a punto de caramelo a la que solo le faltaba una pequeña chispa para liarla guapa. Y a fe que lo consiguieron con su punk rock a lo Desakato con estribillos memorables y épica a borbotones desde el mismo inicio con “Caballo salvaje” y luego pepinazos del calibre de “Puntos de sutura” o “Hermano”. Hay grupos que se dejan la piel sobre el escenario y luego están ellos, con una entrega descomunal que te arrastra por las solapas hasta el centro de su torbellino sónico. Apunten el nombre, por si pasan por un lugar cercano a sus domicilios. No se arrepentirán.

Recogieron el testigo con solvencia Ezpalak, con la concurrencia ya en pleno camino hacia al punto de ebullición desde el comienzo con “Kontran”. La última vez que les vimos en el Nerbioi Punk Fest no nos suena que emplearan un pequeño teclado para añadir algún efecto, pero este detalle no restaba ni un ápice de potencia a la bofetada sonora a lo Idles que atizaron en un primer momento.

Ezpalak

Un ramalazo alternativo en plan Rage Against The Machine sentimos del mismo modo en “Berdin Zait”, todo un temón de los que te vuela la cabeza si nunca les has catado en las distancias cortas. Había veces en las que el entusiasmo del respetable se antojaba complicado de controlar, como cuando pilló la pierna del vocalista Juanjo un fan de las primeras filas que debía ser conocido suyo, según nos comentó instantes antes del bolo.

El conglomerado de influencias que suman los diversos componentes ganaba enteros sin duda en directo, donde lo mismo te podrían sorprender efluvios setenteros o psicodélicos que otros pasajes más cercanos al indie o al pop. Pero a pesar de los diversos matices que sazonan su propuesta, diría que se trata de un grupo trallero, con capacidad para meter una dosis considerable de leña que llame la atención de los aficionados al punk o al metal.

Ezpalak

En el tema de los conciertos a estas alturas están muy rodados. De hecho, si no me equivoco, su último lanzamiento hasta la fecha es ‘Lagunekin Zuzenean’, un directo entre amigos de otros grupos. En este aspecto, “Zu Izan” sigue poniendo piel de gallina, por lo que no extraña que las gargantas se eleven hasta la estratosfera. Y no nos podemos olvidar de la labor de Eñaut a la guitarra, con un arsenal de pedales impresionante que le permite reproducir hasta la última nota que se escucha en disco.

“Lehertu Arte” elevó todavía más los ánimos, y Juanjo, viendo la que se estaba montando abajo, no pudo evitar bajar a desparramar con la afición. A partir de ahí, solo se podía ir hacia arriba con el himno “Boterearen Dantza”, que arrolló sin contemplaciones cual tren de mercancías, y la no menos importante “Banpiroak”, con ese contagioso riffs reminiscente al “Seven Nation Army” de The White Stripes que desató unos cuantos “lo lo lo”. Bueno, por lo menos era por la música y no por el fútbol.

Ezpalak

La parte final del show con “Zatoz” pilló a la mayoría saltando y dándolo todo, no podría decirse que abundaran los gatos de escayola precisamente. Si después de un concierto uno no acaba reventado, o por lo menos afónico, ¿a qué hemos venido? Ya aguantamos durante mucho tiempo aquella charlotada de los recitales con sillas.

Diría que cualquiera que todavía no les conozca se está perdiendo algo muy gordo, una prueba de que no toda la música que lo peta hoy en día necesita autotune o algún otro artilugio tan vergonzoso. Las agallas a la vieja usanza siguen funcionando en el contexto más inmediato. Tomemos muy en serio a la insolente juventud.

Alfredo Villaescusa
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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

1 comentario

  • Juandie dice:

    Cojonudo resumen hacia el cañero concierto que se curraron los vasvos EZPALAK junto a FREE CITY a través de estos cañerosy combativos temas en el mitico Antzokia bilbaino.

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