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Crónica de Bullet For My Valentine + Alien Weaponry en Bilbao: Cuero negro, jeans rotos y metalcore de toda la vida

Los galeses Bullet For My Valentine pisaban tierras ibéricas nuevamente, y el polígono industrial de la sala Santana 27 fue el sitio idóneo para descargar metalcore del nuevo milenio.

Tras la cancelación por parte de Spiritbox, los chicos de Alien Weaponry sortearon el bache y dieron un correcto puñado de canciones, cuyo calado se reflejó en la venta de merchandising, y así dejaron preparado el terreno para las estrellas de la noche.

Matt Tuck y sus secuaces hacían acto de presencia uno a uno bajo una cortina de humo. Tras la intro de "O Fortuna" de la ópera "Carmina Burana", la batería marchante de Jason Bowld, encaramado este a un metro de altura en una tarima, arrancaba rodeada de potentes luces.

"Your Betrayal" era la encargada de romper el hielo bajo una lluvia de disparos de fotos desde el foso y desde fuera.

"Waking the Demon" fue la siguiente arista coreada por el público, millennials en su mayoría, allí presentes. "Piece of Me" sería la tercera diana de la noche.Michael Paget aprovechó para lucir su destreza en las seis cuerdas a los pies de una escalera de metal que separaba el escenario del respetable.

Matt se dirigió a sus fanáticos anunciado "The Last Fight" bajo un azul inolvidablemente electrizado por las estroboscópicas luces. A estas alturas el karaoke era una señal más de que todo iba viento en popa. Los coros de "You Want a Battle?" desataron la histeria de los presentes.

Ya descamisados por la olla a presión que irradiaban público y banda, la coreable "All These Things I Hate" rebasaba el ecuador del espectáculo de melodías y guitarras para dar paso a "Rainbow Veins" y los coros no pararon de sonar, mostrando una auténtica devoción del público a sus ídolos.

Una ventana al pasado fue "4 Words", que con otra de la pasada década, "Over It", provocaron los primeros pogos de la noche. Jamie Mathias en las cuatro cuerdas, incesante en los coros y el groove, dio el tiro de gracia con "Shatter", muy en la línea de unos Deftones inspirados, que marcó el fin de la tormenta sónica de los chicos de Wales.

Tras una breve despedida volvieron para una merecida tanda de bises. Unas palabras y "let's go" con "Tears Don't T Fall", Matt se veía como todo un director de orquesta dirigiendo el coro de sus jóvenes feligreses, más contentos que con paga doble.

"Scream Aim Fire" sirvió para cerrar la jornada de guturales, groove y metal. Un clásico de esta joven banda que conjuga fama y humildad en una fusión devota con su audiencia. Cuero negro, jeans rotos y metalcore de toda la vida.

Un comentario

  1. Corto resumen hacia las potentes descargas que se curraron ambas bandas en la rockera ciudad de Bilbao. Muy grandes los galeses BULLET FOR MY VALENTINE.

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