Crónicas

Arch Enemy, Behemoth, Carcass y Unto Others en Madrid: Un banquete de brutalidad, y no gracias a Dios

«Arch Enemy volvieron a dejar muy claro que viven de un presente de esplendor construido sobre un pasado de ensueño. Y tienen cuerda para rato»

8 octubre 2022

Palacio Vistalegre, Madrid

Texto: Jason Cenador | Fotos: Íñigo Malvido

No salió en las televisiones y tampoco escuchamos una sola guitarra afilada ni un vozarrón gutural en ninguna radio generalista, pero el último fin de semana en Madrid fue un auténtico festín para quienes gustan de los sonidos de metal más corrosivos y fulminantes. Si el viernes el Palacio Vistalegre había acogido los shows de Amon Amarth, Machine Head y The Halo Effect, el sábado las puertas del infierno se abrieron de par en par en el mismo recinto para que calcinásemos nuestros tímpanos al son de Arch Enemy, Behemoth, Carcass y Unto Others. Las alarmas antiincendios del outlet del Corte Inglés de al lado a poco estuvieron de saltar.

Arch Enemy

Unto Others

Con un  recinto aún no muy concurrido, los norteamericanos Unto Others tiraron la primera piedra al silencio con una propuesta empapada de melancolía y profundidad, con un marcado deje de gothic rock argamasado con heavy metal de reminiscencias ochenteras. Prescriptible sin duda para los amantes de Héroes del Silencio, con quienes comparten esa afición por la mezcla entre electricidad y esa guitarra electroacústica con reverb tan característica, amén de unas voces graves y solventes, hicieron una muy digna aunque breve defensa de sus dos álbumes y varios EPs hasta la fecha.

“Heroin”, “Give Me to the Night” o “Summer Lightning” rezumaron frescura y hondura, animándonos a seguirles la pista. Es una de estas bandas con papeletas para, años más tarde, hacer mucho ruido por su cuenta y escuchar comentarios del tipo: “Pues yo la primera vez, los vi abriendo para Arch Enemy”. De momento, van por el buen camino.

Carcass

De lo novedoso pasamos directamente al pupitre de la vieja escuela del death metal con los británicos Carcass, cuya actuación fue una decidida y esmerada apología de la vertiente más ortodoxa del género generosamente regada de ese melodeath que con el paso de los años se fue generalizando más en su propuesta. Desgarradores, devastadores y cercanos, con su frontman Jeff Walker esforzándose en agradar al personal con su precario pero meritorio castellano, atacaron a degüello demostrando que su eterna condición de power trio es más que suficiente para llenar con robustez cada compás, todo pese a que el sonido iba por barrios y se antojaba bastante enmarañado en líneas generales.

Agresivos y expeditivos en su cometido, los de Liverpool miraron constantemente hacia su época de esplendor de finales de los ochenta y, sobre todo, principios de los noventa con trallazos como “Buried Dreams”, “Incarnated Solvent Abuse”, “Corporal Jigsore Quandary”, “This Mortal Coil” o “Heatwork”, aunque también hubo margen para reivindicar su vigencia con cortes de su más reciente plástico, ‘Torn Arteries’, como “Kelly’s Meat Emporium”, “Dance of Ixtab” o “The Scythe's Remorseless Swing”.

Tras un largo intermedio ideal para tomar el fresco o una cerveza de esas que hacen temblar la billetera en la terracita con césped artificial habilitada en el mismo recinto,  acudimos prestos a la llamada de Lucifer o alguno de sus colegas de mal ver para disfrutar de otro show espectacular por parte de unos Behemoth que a estas alturas han probado más que de sobra su práctica infalibilidad sobre las tablas. Imponentes, bestiales, majestuosos y absorbentes, los polacos no dejaron resquicio a las especulaciones desde que, mientras sonaba la intro que abre su último álbum, “Post-God Nirvana”, el telón que cubría es escenario reproducía inquietantes primeros planos de Nergal.

Behemoth

Abrieron fuego con la encarnizada “Ora Pro Nobis Lucifer”, cañonazo impiadoso de su celebrado ‘The Satanist’ (2014), para que después su más reciente ‘Opvs Contra Natvram’ pasara al primer plano con un tema de lo más hímnico de su discografía que viene a demostrar su estado de gracia (pero no gracia cristiana, no se me vayan a ofuscar). Hablamos de “The Deathless Sun”, un clamor nihilista que, junto a las constantes llamaradas en escena y el imponente porte de los protagonistas, nos cautivó por completo.

“Ov Fire and the Void” ejerció de clásico poniéndonos los pelos de punta, y, después de que Nergal se metiera al respetable en el bolsillo al más puro estilo Mägo de Oz (“¡¿Cómo estáis, cabrones!?”), siguieron descargando su abrumadora negritud sonora con “Thy Becoming Eternal”, “Conquer All” y “Daimons”, en la que el solo de guitarra de Seth resultó salvaje.

Fue entonces cuando el batería, Inferno, que completó un show absolutamente increíble, acaparó todo el protagonismo con los tenebrosos redobles que dan paso a la gloriosa “Bartzabel”, que con sus giros de guión y su envolvente atmósfera  volvió a dejarnos sin aliento alzándose como uno de los mejores momentos de la velada. Nergal apareció en escena tras ella con dos bengalas con los colores de la bandera de Ucrania en apoyo al país ante la criminal invasión rusa como antesala de “Off to War!”, reivindicación que sostuvo clamando por la paz en tiempos modernos a su conclusión.

Para la rescatada “No Sympathy for Fools”, todos los músicos a excepción de Nergal portaban antorchas reforzando una estética que siempre han cuidado mucho. No en vano, el vocalista y también guitarrista se cambió de nuevo de vestimenta, y lucía entonces una túnica de colores rojizos. La traca final llegó después con la “Blow Your Trumpets Gabriel”,  la muy opresiva y oscura “Versvs Christvs” y la culminante “Chant for Eschaton 2000”.

Arch Enemy

Un telón en el que se leía “pure fucking metal” en letras gigantes abría de par en par nuestros tanques de adrenalina, que se descargarían hasta extremos insospechados durante el show de una de las mejores bandas que ha dado el metal en las coordenadas donde lo melódico y lo extremo se funden en una aleación mágica y de incalculable valor. Arch Enemy son un monumento a lo que hace grande un concierto de metal por su siempre impecable, incólume ejecución combinada con una actitud contagiosa de la que tiene mucha culpa una Alissa White-gluz que no solo tiene una garganta prodigiosa, sino que sabe vivir y hacer vivir la intensidad de su estilo con una eficacia a prueba de bombas.

Enseguida golpearon sin compasión y con fiereza  en la avasalladora “Deceiver, deceiver”, una detonación de agresividad sonora con la que de buenas a primeras hicieron de aquello un hervidero para que estallase después al son de “War Eternal”, convertida en imprescindible en todos sus setlist. Las melodías de guitarra doblando las desgarradoras voces guturales de Alissa en el estribillo son marca de la casa, y en vivo siempre se antoja como una fórmula irrefutable.

La frontwoman nos preguntó entonces con vehemencia si estábamos listos para pasárnoslo bien, y la respuesta atronadora de un público que podría haber sido más cuantioso dada la talla del evento no dejó lugar a dudas. Atacaron acto seguido con la rotunda “Ravenous”, en la que las guitarras de Michael Amott y el norteamericano Jeff Loomis, otrora alma mater de Nevermore y desde 2014 abrumándonos con su inabarcable calidad en las filas de la banda sueca,  coexistieron en su suprema agilidad y su desbocada brutalidad.

Arch Enemy

Cada vez tiene más espacio Alissa para incrustar voces limpias y cada vez lo hace con más solvencia. Prueba de ello fue, tras “In the Eye of the Storm”, la formidable “House of Mirrors”, en la que cambiaba el chip entre los agudos y lo demoledoramente gutural en un abrir y cerrar de ojos y con una facilidad pasmosa. El tema, uno de los más aplaudidos, y no es de extrañar, de su último trabajo, ‘Deceivers’, fue una delicia que hizo que “My Apocalypse” nos pillase con la emoción a flor de piel. Tan salvaje y absorbente como siempre, nos llevó de vuelta a un disco, ‘Doomsday Machine’, que siempre he pensado que merece más protagonismo en sus repertorios.

El espectáculo continuó siendo de altos vuelos con “The Watcher”  y la absolutamente genial “The Eagle Flies Alone”, himno donde los haya que antecedió a “Handshake With Hell”, tal vez el tema en el que Alissa rompe más esquemas cantando limpio y con una efectividad, de nuevo, suprema.

El sol se puso sobre el imperio – ojalá, y que ninguno más volviera a amanecer – en “Sunset Over the Empire”, tema del último plástico que va camino se consagrarse como inamovible en sus repertorios, y no es para menos. Su estribillo sonó tan opresivo y magnético como en el álbum, y las guitarras de Michael y Jeff volvieron a desbordar todos los cauces.

No proliferaron tanto los mosh-pits como en otras ocasiones, pero “As the Pages Burn” construyó, con ese ritmo trepidante, adusto y sin compasión, la coyuntura perfecta para la agitación y algún que otro moratón sin importancia. Por eso, el breve y sosegado instrumental de guitarra “Snowbound” fue un respiro para cargar las pilas antes de la explosión final desencadenada por la siempre inmensa “Nemesis”, en la que todos echamos el resto para, al son del fragmento instrumental de “Fields of Desolation”, despedirnos con honores de una banda en plenitud permanente.

Mientras saludaban al público y nos decían adiós, sonaba aquella intro instrumental del ‘Doomsday Machine’, “Enter the Machine”, que siempre utilizan como outro de los conciertos y que ojalá algún día rescaten, junto al tema que la sucedía, para el directo. En cualquier caso, Arch Enemy volvieron a dejar muy claro que viven de un presente de esplendor construido sobre un pasado de ensueño. Y tienen cuerda para rato.

Jason Cenador
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Esta entrada fue escrita por Jason Cenador

4 comentarios

  • Juandie dice:

    Extenso resumen sobre las potentes descargas que se marcaron estas pedazos de bandas en dicha gira conjunta por el viejo continente y que esa noche recalo en la Vistalegre madrileño presentando tanto los polacos BEHEMOTH como los suecos ARCH ENEMY sus nuevos y brutales álbumes junto con lo nuevo igualmente de unos históricos del Death Metal como son la banda de Liverpool, CARCASS.

  • Buried Dreams dice:

    Buena crónica, pero decir de CARCASS que empezó el concierto tocando "la pretérita y agresiva "Exhume to Consume"
    " cuando resulta que es un tema que nisiquiera interpretaron queda un poco mal. El primer temazo fue "Buried Dreams" de su disco Heartwork. Lo podéis ver en el concierto íntegro que ya está colgado en youtube.

  • Buried Dreams dice:

    Buena crónica pero decir que CARCASS empezó tocando "EXHUMED CONSUMED" cuando nisiquiera lo interpretaron en todo el concierto queda un poco mal. El primer tema fue "Buried Dreams".
    Lo podéis ver en el concierto íntegro que ya está colgado en youtube

  • Txus Tankian dice:

    Gran crónica muy bien detallada por parte de Jason Cenador. Sin duda Alissa ha conseguido ser un aliciente mágico para disfrutar de la adrenalina de Arch Enemy y aunque nunca olvidaremos a su antecesora Ángela Gosow que siempre permanecerá en nuestros corazones y en la historia del metal como una pionera en romper las reglas, han sabido seguir al pie del cañón adaptándose a las circunstancias en un nivel superior que consigue arrastrar a las masas en un público cada vez más amplio. rompiendo barreras entre lo más extremo y las raíces del metal más clásico. Por su parte los polacos Behemoth son un claro referente en toda Europa y están como claros vencedores en el género , sabiendo combinar las raíces más puras adaptadas también para todo tipo de oídos siempre basándonos en los sonidos más extremos. Gran mezcla y buen saber con este combo de bandas para conseguir atrapar en recintos amplios el que el metal contundente también puede estar presente en los macro eventos como este que son un punto y partida de que no solo se tengan que degustar en recintos más under pasando más desaparecidos. Eso es importante y un buen paso a seguir.

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