Jethro Tull

The Zealot Gene

Inside Out Music (2022)

Por: Alfredo Villaescusa

8

En tiempos de excesiva polarización tal vez lo más inteligente sea situarse en medio de la valla entre los indeseables y los puros y observar el panorama. No resulta fácil moverse en una sociedad en la que una simple mirada hacia el pasado equivale a ser acusado de falangista, como le ha sucedido a la autora Ana Iris Simón con su libro ‘Feria’, cuando precisamente algunos políticos reverdecen el ideario del yugo y las flechas sin la menor reprobación entre los suyos, tan rectos, tolerantes y modernos ellos.

La actitud del que está de vuelta de todo prevalece en la mente de una leyenda como Ian Anderson, un tipo que no necesita demostrar nada a estas alturas, pues ya nos legó obras inmortales que pasarán a la historia de la música como ‘Aqualung’ o ‘Thick As A Brick’. El dato de que las letras del presente trabajo estén basadas en diversas historias bíblicas quizás escueza a algún sectario, aunque si este señor no se ha ganado a sus 74 palos el derecho a hablar de lo que le salga de los mismísimos, apaga y vámonos.

Lejos del ímpetu creativo de los sesenta y setenta, cuando los álbumes de estudio se sucedían prácticamente cada año, un disco de Jethro Tull hoy en día es un auténtico acontecimiento, igual que un eclipse solar o la venida del cometa Halley, algo que puede que no volvamos a ver en largo tiempo, no en vano la última referencia discográfica la encontramos hace casi dos décadas. Por eso conviene acercarse sin prejuicios y sin esperar una obra maestra clavada a las de su época gloriosa. Aquello pasó, admitámoslo.

Con redondos editados bajo su denominación en solitario y otros añadiendo a su nombre la coletilla de Jethro Tull, Anderson se ha situado en una especie de limbo que supongo le posibilita tener las manos libres en función de las circunstancias. Así, en ‘The Zealot Gene’ tenemos piezas que parecen más bien descartes de su carrera en solitario, mientras que en otras se nota la complicidad de una banda al uso.

La inicial “Mrs Tibbets” es casi en este sentido una declaración de principios en la que advertimos el sonido clásico de la banda, con esa flauta que parece una prolongación más del cuerpo de Anderson y la destreza instrumental que aportan los músicos de los que se ha rodeado en esta ocasión. Diría que los fans de siempre no se sentirán en absoluto decepcionados con este enérgico comienzo.

En “Jacob’s Tales” se siente más la poderosa marca creativa del líder con ese aire bucólico en el que se alterna armónica, mandolina y la personal voz de Ian, que igual no llega a los tonos de antaño, pero no desluce en absoluto. “Mine Is The Mountain” cuenta con un piano fantasmagórico que le da una atmósfera muy inquietante al tema y me atrevería a decir que constituye uno de los puntos álgidos de esta obra de estudio.

La homónima “The Zealot Gene” no baja el nivel al tiempo que adquiere tintes proféticos apelando a la cordura en un mundo dividido, una forma de predicar en el desierto, vaya. “Shoshana Sleeping” reserva el protagonismo total para la flauta y sus melodías serpenteantes que te van llevando de un extremo a otro bajo el manto unificador de los tonos vocales de Anderson.

“Sad City Sisters” suena del mismo modo muy Jethro Tull y nos revela que incluso todavía podemos llevarnos sorpresas en materia compositiva. Una senda en la que perseveran en “Barren Beth, Wild Desert John”, aunque aportando un mayor poso rockero y mejorando, si cabe, el tema anterior. Y en “The Betrayal Of Joshua Kynde” nos vuelve a conquistar la flauta, muy bien incrustada entre un delicado piano y riffs de guitarra que insuflan solidez al conjunto.

“Where Did Saturday Go?” apuesta por el minimalismo en un ejercicio de equilibrismo que ya parece clásico en este trabajo, mientras que “Three Loves, Three” podría considerarse una especie de introducción a la siguiente “In Brief Visitation”, pues apenas hay pausa entre ambas. El cierre con “The Fisherman Of Ephesus” posee la atmósfera épica que uno podría esperar en un disco de este calibre con partes verdaderamente memorables y la voz de Anderson cautivando desde la primera estrofa.

En suma, el que busque un nuevo ‘Aqualung’ se ha equivocado de lanzamiento, pese a que ‘The Zealot Gene’ no adolece para nada de falta de calidad, al contrario, se trata de algo muy digno para una banda con la trayectoria de Jethro Tull. El arte de colocarse en un punto elevado a otear el horizonte les sigue funcionando. Un antídoto contra maximalismos.

Alfredo Villaescusa
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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

2 comentarios

  • Juandie dice:

    Muy buen resumen hacia lo nuevo de los históricos JETHRO TULL junto con estos nuevos temas los cuales no estan nada mal.

  • carlostrombon dice:

    Muy buena crítica, tan buena como el disco. The Zealot Gene no hace sino que engrandecer aún más el totemico legado de Anderson/Tull.

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